Macron reparte cheques de 100 euros para evitar una nueva revuelta de los chalecos amarillos

Asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

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ARIS OIKONOMOU | EFE

La pérdida de poder adquisitivo por el incremento del precio de los carburantes, la energía y la alimentación es una de las grandes preocupaciones de los franceses a seis meses de las elecciones presidenciales

23 oct 2021 . Actualizado a las 10:22 h.

El primer ministro francés, Jean Castex, ha anunciado una prima de 100 euros para todo ciudadano que gane menos de 2.000 euros netos al mes, es decir, para 38 millones de personas. Este «cheque regalo» es la respuesta de Emmanuel Macron a la ira de los franceses que iba creciendo día a día conforme iba aumentando el precio de los carburantes, la energía y la alimentación.

El presidente francés teme una nueva revuelta de chalecos amarillos, como la que surgió a finales del 2018, y que le obligó a renunciar al aumento de los impuestos sobre los carburantes que había previsto para el 2019. Esta vez había que dar una respuesta antes de que la gente saliera de nuevo a la calle.

A seis meses de las elecciones presidenciales, el asunto de la pérdida de poder adquisitivo podría ser explosivo para Macron si decide presentarse a su propia sucesión en el Elíseo, algo que nadie pone en duda.

En las primeras semanas de precampaña los debates han estado centrados en temas como la inmigración y la identidad francesa, pero los sondeos reflejaban que esto no es lo que más preocupa a los franceses, más pendientes del aumento de precios y la pérdida de poder adquisitivo. De hecho, la prensa comenzaba a evocar un regreso de los chalecos amarillos.

Según Europe1, todas las prefecturas están en alerta y el servicio central del espionaje está movilizado para detectar un eventual resurgimiento del movimiento social. Según una nota confidencial a la que han tenido acceso, tienen vigiladas las glorietas donde tradicionalmente se concentraban los manifestantes y escrutan las redes sociales en busca de un germen de movilización, aunque de momento no han detectado grandes organizaciones de protestas. Pero «una medida mal comprendida, un suceso o una polémica, puede ser la chispa que encienda el polvorín».

Macron comentó este viernes que no ha querido bajar los impuestos sobre los carburantes porque «cuesta mucho más caro», aunque también es cierto que unos céntimos en el litro de gasolina se ven menos que cien euros recibidos de golpe.

Para la oposición es una medida electoralista e insuficiente. Marine Le Pen aboga por la reducción de los impuestos sobre el carburante, igual que Michel Barnier, de Los Republicanos, o que la socialista Anne Hidalgo que habla de un anuncio «improvisado». «Demasiado poco y demasiado tarde», ha comentado el líder de los ecologistas, Julien Bayou. La Francia Insumisa hubiera preferido un «bloqueo directo» de los precios del gas, de la electricidad y de los carburantes.