Sin padrinos en la tierra de «El Padrino»

Valentina Saini VENECIA

ACTUALIDAD

Bautismos y confirmaciones en Catania se quedan sin esa figura

25 oct 2021 . Actualizado a las 09:32 h.

Al contrario que en muchas ciudades italianas profundamente secularizadas, el eje de la ciudad siciliana de Catania sigue siendo la catedral de Santa Águeda, como ocurre desde el siglo XVIII, cuando el edificio fue reconstruido tras un gran terremoto. Cada año, los habitantes de Catania celebran con entusiasmo a su patrona, Santa Águeda, y la plaza frente a la catedral rebosa de vida desde el amanecer hasta bien entrada la noche.

En una ciudad tan religiosa, ha causado consternación la decisión de la archidiócesis de prohibir los padrinos y madrinas de los bautismos y confirmaciones durante tres años. Se supone que esas figuras deben ayudar a los bautizados y confirmados en su camino de fe, pero, según la archidiócesis, ni en la muy católica ciudad de Catania los padrinos y madrinas suelen cumplir con estas obligaciones.

«Es una decisión que castiga a todos, no solo a los que no son muy religiosos» dice Antonia, una jubilada de Catania. «Vivir en Sicilia no es fácil: hay poco trabajo, las ayudas sociales son escasas. Para los padres es importante saber que si les pasa algo seguirá habiendo alguien dispuesto a cuidar de sus hijos, también desde el punto de vista material», añade.

Pero lo que ha consternado aún más a los habitantes de Catania ha sido el reciente artículo del The New York Times titulado En la tierra de ‘El padrino' prohíben que haya padrinos. En él se explica que «las autoridades de la Iglesia afirman que el apadrinamiento se convirtió en una costumbre laica entre familiares o vecinos, muchos de ellos no muy religiosos o que viven en pecado, y ahora es solo una manera de reforzar los lazos familiares. Y en ocasiones también los lazos con la mafia».

La archidiócesis de Catania no se lo ha tomado nada bien. Ha amenazado con demandar al The New York Times, al que ha rectificado, especificando que la decisión no tiene nada que ver con el crimen organizado. Sin embargo, muchos medios de comunicación italianos se han hecho eco del artículo del periódico estadounidense.

Según Giovanni, un pensionista de Catania, «la decisión de la archidiócesis es una ruptura innecesaria con la tradición. Pero si ese periodista del The New York Times piensa que los vínculos religiosos son tan importantes para la mafia, se equivoca, porque son los intereses los que determinan las relaciones entre los grupos criminales. La mafia no tiene ni códigos de honor ni verdadera religiosidad».

Catolicismo oportunista

Vincenzo Musacchio, profesor de Derecho Penal y asociado del Rutgers Institute on Anti-Corruption Studies en Newark (EE.UU.) observa que «el catolicismo de los mafiosos es solo oportunismo. Los símbolos y las prácticas de la religión católica, desde el bautismo hasta el funeral, son muy importantes para los mafiosos porque son una forma de obtener consenso social y legitimación en el territorio».

En cualquier caso, es legítimo pensar que la decisión de la archidiócesis de Catania tiene muy poco que ver con la mafia. Desde Bolonia, Umberto Mazzone, profesor de Historia del Cristianismo y de las Iglesias, afirma: «La decisión de suspender la práctica de que los padrinos y madrinas acompañen a los bautizados y confirmados no fue tomada solo por el arzobispo de Catania. Es una decisión que tomó por primera vez el año pasado la diócesis de Sulmona, en el centro de Italia, y que en poco tiempo la imitaron varias diócesis del norte, del centro y del sur del país. Entre ellas, recientemente, la de Catania».

Las iglesias están cada vez más vacías en Italia, y tal vez esta es la forma algo brusca que tienen los obispos de dar una lección de catequesis a sus fieles ya adultos.