Sánchez rebaja la tensión y hace un guiño a Podemos con medidas sociales

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, este domingo, en la clausura del 13 congreso del PSOE de Extremadura,
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, este domingo, en la clausura del 13 congreso del PSOE de Extremadura, ANDRÉS RODRÍGUEZ

Anuncia la aprobación de la ley de Vivienda y cien millones de euros en ayudas para pagar la luz

25 oct 2021 . Actualizado a las 08:34 h.

Pedro Sánchez trata de enfriar la crisis abierta con Unidas Podemos por su decisión de desautorizar a Yolanda Díaz en su pugna con Nadia Calviño y por la querella anunciada contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. El jefe del Ejecutivo no se refirió este domingo a ninguna de las dos cuestiones en su intervención en el congreso del PSOE de Extremadura. A la espera de que se produzca la reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo de coalición entre el PSOE y UP, que probablemente tendrá lugar esta semana, Sánchez intentó rebajar la tensión con sus socios anunciando que el Consejo de Ministros aprobará mañana la ley de Vivienda.

Una norma de la que Unidas Podemos ha hecho bandera durante toda la legislatura, y en la que la formación morada ganó la batalla a Nadia Calviño en lo que afecta al control de los precios del alquiler, al contrario de lo que sucede en la coordinación de las negociaciones sobre la reforma laboral. Sánchez presumió de que «después de 40 años de historia de la democracia» se aprobará de la primera ley de la Vivienda «para convertir un derecho que está en la Constitución en un verdadero derecho».

En otro guiño a sus socios, Sánchez anunció también que el próximo Consejo de Ministros aprobará un decreto ley por el que se destinarán 100 millones de euros adicionales para ayudar a las familias más vulnerables por el incremento de la factura de luz de cara al invierno. Algo que también reclamaban sus aliados en la coalición. 

Aunque eludió entrar en conflicto con Podemos, el jefe del Ejecutivo destacó como «logros del PSOE» medidas sociales como los ERTE, la revalorización de las pensiones, la subida del salario mínimo o la ley de muerte digna, y se centró en reforzar su nuevo discurso, en el que la palabra izquierda ha dejado paso a la «socialdemocracia» que, según dijo, «está más viva que nunca».

En su afán por evitar el choque con Unidas Podemos, Sánchez ni siquiera hizo mención a la polémica abierta por la amenaza de sus socios de Gobierno de querellarse por prevaricación contra Meritxell Batet. 

El PSC arropa a Batet

La presidenta del Congreso sí obtuvo un respaldó nítido de sus compañeros de partido del PSC, que cerraron filas con ella en el consejo nacional de la formación catalana. El ministro de Cultura, Miquel Iceta, que hizo oficial su renuncia a continuar como primer secretario del partido, aseguró que Batet ha demostrado «una vez más» que es capaz de poner «por delante de todo el interés general, de las instituciones».

«A veces se abusa de la expresión ser un hombre o mujer de Estado. Conozco a algunos, no tantos, y Meritxell es una y muy destacada y nos ha ahorrado un peligrosísimo enfrentamiento institucional asumiendo en primera persona las decisiones y dificultades, sin buscar excusas ni esconderse», dijo. En la misma línea, Salvador Illa, que será el sustituto de Iceta en el PSC, mostró su reconocimiento a Batet y su «orgullo» por la «actitud serena pero clarividente y contundente» que ha demostrado.