La princesa Mako de Japón se casa con Kei Komuro y abandona la familia imperial nipona

La Voz REDACCIÓN

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La princesa Mako de Japón y su marido, Kei Komuro
La princesa Mako de Japón y su marido, Kei Komuro Nicolas Datiche | Efe

«Hemos escuchado a nuestro corazón», explica en una rueda de prensa, tras contraer matrimonio con un plebeyo en una boda civil

26 oct 2021 . Actualizado a las 09:53 h.

La princesa Mako de Japón contrajo matrimonio la mañana de este martes (madrugada en España) con Kei Komuro, excompañero universitario, después de tres años retraso y de polémica en torno por una disputa financiera de la madre del novio.

«El registro del matrimonio ha sido entregado en el ayuntamiento por un oficial de la Agencia sobre las 10.00 de este martes», confirmó a Efe un portavoz de la Agencia Imperial sobre la boda civil y sin formalismos de la ya exprincesa. Al casarse con un plebeyo y como estipula la ley que rige la Casa Imperial japonesa, Mako abandona la familia imperial nipona y pasa a llamarse Mako Komuro.

El enlace ha puesto de nuevo el foco en las constricciones que afectan a las mujeres en la familia imperial nipona, en la que los varones son los únicos que tienen derechos sucesorios al Trono de Crisantemo y que pueden casarse con plebeyas sin perder su estatus. El intenso escrutinio mediático y las críticas de determinados sectores sociales contra Mako y su esposo han causado, además, que la princesa padezca un síndrome de estrés postraumático, según anunció la Agencia Imperial a comienzos de mes.

Mako salió de su palacio de residencia poco después de las 10.00 de la hora local, vestida con un clásico vestido de color azul claro y collar de perlas, y fue despedida por sus padres, Fumihito y Kiko, los príncipes herederos Akishino, así como su hermana menor Kako. 

La princesa Mako de Japón y su marido, Kei Komuro
La princesa Mako de Japón y su marido, Kei Komuro Nicolas Datiche | Efe

Tras en enlace, la pareja ofreció una rueda de prensa, en la que hablaron del amor que les une y las dificultades en torno al polémico matrimonio. «Casarnos es la única opción que hemos elegido escuchando a nuestro corazón» afirmó Mako frente a los medios en el Hotel Grand Arc Hotel Hanzomon de Tokio, cercano al Palacio Imperial. «Quiero pasar mi vida con Mako y queremos crear un hogar cálido, apoyarnos en los momentos felices y duros», expresó a su vez su antiguo compañero universitario y ahora marido Kei. «Habrá momentos duros, pero como hasta ahora, uniremos fuerzas y avanzaremos juntos», dijo Mako sobre su futuro en común. Habló además de los problemas financieros de su madre, por una supuesta deuda que habría contraído con un ex novio: «Estos últimos años, tanto mi madre como yo lo hemos pasado mal, mental y físicamente», confesó Kei.

Mako, sobrina del emperador Naruhito e hija primogénita del príncipe Akishino (segundo en la línea sucesoria al Trono de Crisantemo) es la primera mujer de la familia imperial en realizar una boda civil en el Japón de posguerra. Un oficial de la Agencia Imperial entregó la documentación para el registro del matrimonio en el ayuntamiento, momento tras el cual la ex princesa dejó de pertenecer a la familia imperial.

La ex princesa también se refirió al síndrome de estrés postraumático que según la Agencia Imperial ha sufrido a consecuencia del revuelo mediático y de las críticas recibidas de determinados sectores sociales. «He tomado la decisión de anunciar mis síntomas ahora con ocasión de mi matrimonio. No estoy en buen estado, pero he podido llegar al día de hoy gracias a la ayuda de mi alrededor», dijo Mako, quien también agradeció en particular el apoyo de su pareja.

También señaló que ambos quedaron «horrorizados» y «entristecidos» por «la difusión de historias infundadas y por que se hayan dado por hecho informaciones falsas», a través de respuestas ofrecidas por escrito a los medios.

Durante su comparecencia de hoy, Mako y Kei leyeron un discurso preparado ante las cámaras, pero decidieron responder a las preguntas remitidas previamente por medios japoneses e internacionales por escrito debido a que algunas de estas cuestiones les habían generado ansiedad, según la Agencia Imperial.