La Moncloa ofrece a Yolanda Díaz liderar la negociación de la reforma laboral, pero con presencia de ministros socialistas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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MARTA FERNÉNDEZ JARA

Los dos socios quieren cerrar cuanto antes la crisis de la coalición, pero la titular de Trabajo insiste en que las divergencias no son por la «metodología» sino por los contenidos

26 oct 2021 . Actualizado a las 20:47 h.

Yolanda Díaz liderará la negociación de la reforma laboral como ministra de Trabajo, pero en esas conversaciones participarán ministros socialistas. Esa es la fórmula que ofrece el sector socialista del Gobierno a Unidas Podemos para tratar de poner fin a la crisis originada por lo que el partido morado considera una «injerencia» de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en las competencias de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. La fricción permanece, pero ambos partidos desean cerrar el conflicto cuanto antes. «El desacuerdo se debería solventar estos días», señaló el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.

Calviño renuncia a coordinar

Después de la tensa reunión entre los dos socios de coalición del pasado lunes, que se cerró sin acuerdo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervino para intentar arbitrar una solución. «Quien lidera es el Ministerio de Trabajo, pero es necesario que también participen miembros de otros ministerios», explicó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Una fórmula que supone la renuncia de la vicepresidencia primera, Nadia Calviño, a su pretensión de liderar la coordinación de los ministerios implicados, incluido el de Trabajo, aunque Moncloa tendrá la última palabra porque el acuerdo que se alcance con los agentes sociales debe ser refrendado en la mesa para el plan de recuperación y resiliencia. Ese foro lo preside Sánchez y, en su ausencia, la vicepresidenta primera. 

Díaz: no es por la metodología

La propia Calviño afirmó este martes que no hay «ningún tipo de inconveniente» en que Díaz lidere la mesa de la reforma, aunque insistió en la importancia de que haya una «buena coordinación» en el Gobierno ahora que comienza la «fase decisiva» de la negociación. Un cambio de lenguaje, porque hace unos días dijo en público que esa negociación ni siquiera había comenzado. «No creo que ningún miembro del Gobierno quiera que tenga su nombre propio», indicó la portavoz del Gobierno sobre la reforma. Aunque el acuerdo en torno a la representación parece cercano, persisten las diferencias sobre el alcance de la nueva norma.

«Este Gobierno en su conjunto quiere hacer una reforma laboral, quiere modernizar las relaciones laborales» señaló la portavoz del Ejecutivo, insistiendo en que las divergencias son sobre el «método» de la negociación. Pero Díaz replicó ayer que el debate no es por la «metodología», sino por los «contenidos» y explicó que ella pensaba que «el alcance» de la reforma estaba «superado» porque ya se abordó antes de enviar el plan a la Comisión Europea. En todo caso, garantizó que ella no se va a la «levantar de la mesa» para defender «la derogación». Pero Podemos mantiene el lenguaje beligerante y su diputada y portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Aina Vidal, aseguró que no permitirán la presencia de Calviño en la negociación porque no van a poner «al lobo a cuidar de las ovejas». 

La UE pide diálogo social

Al margen de hasta dónde se llegue, el sector socialista del Ejecutivo trata de evitar que su socio minoritario se apropie de esta reforma. «Se trata de un compromiso claro del presidente en el discurso de investidura y se concreta en el acuerdo de coalición y con Europa», señaló la ministra de Política Territorial, dejando claro que además del pacto de Gobierno firmado entre ambos partidos existe un compromiso con la Unión Europea.

Horas antes, era el propio comisario de Economía de la Comisión Europea, Paolo Gentiloni, quien recordaba en Madrid que «los compromisos asumidos deben estar ahí» y advertía claramente de que la llegada a España del fondo europeo Next Generation está vinculada «a que se aborden las recomendaciones del año 2019». Consideró que el «diálogo social» es el mejor método para abordar esa reforma y precisó que esta tiene que corregir la dualidad y la precariedad en el mercado de trabajo español, aunque «no se debe socavar el dinamismo de la economía».

El líder socialista pasó de prometer la «derogación» a hablar de modernización

La batalla que mantienen Unidas Podemos y el PSOE en torno a la reforma laboral no solo es de contenido y de liderazgo. Es también una batalla del lenguaje. Mientras en Unidas Podemos se refiere siempre a la «derogación» de la reforma laboral, Pedro Sánchez, evita ahora esa palabra. En su última comparecencia habló de «modernizar» la legislación, y Nadia Calviño lo reduce a «una nueva ley para el mercado de trabajo». Pero no siempre se han utilizado esos términos. En el programa electoral del 2016, vigente cuando Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno, se decía textualmente que «los y las socialistas derogaremos con carácter inmediato toda la reforma laboral del PP». En el programa de las elecciones del 2019, a las que se presentó ya como presidente del Gobierno, se matizaba esa afirmación. «Aprobaremos los cambios que eliminen los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012», decía entonces el texto. Sin embargo, pocos días después de esos comicios, Sánchez firmó un pacto de Gobierno con Unidas Podemos que en su punto 1.3 dice: «Derogaremos la reforma laboral».

Luego, en mayo del 2020, la vicepresidenta Nadia Calviño vetó un pacto entre el PSOE y EH Bildu en el que los socialistas se comprometían a «derogar de manera íntegra la reforma laboral del 2012» a cambio del voto del partido de Arnaldo Otegi al decreto del Estado de alarma. En el congreso del PSOE, Sánchez habló de poner «punto final» a la reforma. Y el pasado lunes, se refirió solo a «modernizar».

Pero tampoco Unidas Podemos se ha expresado siempre igual. Nada más llegar al Ministerio de Trabajo, en enero del 2020, Yolanda Díaz dijo en una entrevista en El País que «técnicamente no es derogable toda la reforma laboral, sería irresponsable».

«Les he transmitido a los míos que relax y sonrisas, que Yolanda ya ha ganado», afirma Iglesias

«Lo que les he transmitido a los míos es que relax y sonrisas. Hay que templar gaitas, hay que tomar distancia del ruido, hay que rebajar el tono». El exvicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha abandonado todos los cargos en el Ejecutivo y en el partido, pero alecciona a los que considera suyos sobre cómo debe ser su relación con la parte socialista del Ejecutivo. «Os veo muy duros, sobre todo a Yolanda». Eso es, según afirmó, lo que les dicho a los actuales dirigentes de la formación sobre la posición que está manteniendo la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz sobre la reforma laboral. «Calma compañeros, esto está ganado ya», insistió, porque «es imposible» que no haya una derogación de la reforma laboral que «todo el mundo» sabe que ha impulsado Unidas Podemos. «Y si el PSOE pide protagonismo, pues se le da protagonismo», remachó, indicando que el problema entre los socios de Gobierno ya no es de «diferencias», sino de «visibilidad». «Tenéis 35 escaños. Humildad», le replicó la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en una tertulia entre ambos.

Casado critica los «enredos» de la coalición y acusa a Pedro Sánchez de «mentir» a la UE

El líder del PP, Pablo Casado, criticó ayer los «enredos» del Gobierno de coalición con la reforma laboral y recriminó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que con la legislación laboral «mienta» tanto en España como en Bruselas. «Esto no va a acabar bien para Sánchez y la credibilidad que tiene está ya absolutamente bajo mínimos. La situación económica en España es dramática como para estar con estos enredos», señaló, añadiendo que Sánchez se «autoenmienda» a sí mismo con la reforma laboral porque hace diez días prometió derogar esa norma. Casado dijo desconocer cuál de las dos vicepresidentas «va a ganar» el pulso de la reforma laboral, pero sí «quien lo va a perder: los parados españoles».

Vox: «Díaz mejora su aspecto»

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, auguró que el PSOE y Unidas Podemos no romperán la coalición por la reforma laboral, ya que son conscientes de que «perderían» en unas elecciones generales. Según indicó, esta crisis de la coalición es normal cuando un partido «que se dice» socialdemócrata como el PSOE se junta «con comunistas y antisistema». Avisó a los socialistas de que la «esencia» de Podemos es «destruir aquello de lo que ahora forma parte» pese a que su cara visible, la vicepresidenta Yolanda Díaz, «sea dulce, agradable, de tono atractivo y haya mejorado su aspecto personal».