El abogado que defendió en un caso anterior al asesino del niño de Lardero: «Este señor volverá a hacer lo que ha hecho»

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

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El abogado de Francisco Javier Almeida, el presunto asesino de niño de Lardero, ya advirtió en 1998 sobre el perfil de su cliente tras matar y agredir sexualmente a una mujer

14 mar 2023 . Actualizado a las 12:53 h.

Francisco Javier Almeida López de Castro, detenido este jueves por el homicidio de un menor de 9 años en la localidad riojana de Lardero, cuenta con un amplio historial delictivo con una manera de operar muy semejante en todos sus fechorías.

Almeida tiene 54 años. No hay apenas datos sobre cómo fue su niñez y su adolescencia. Su nombre salta a los medios de comunicación en 1989. Almeida se sienta en el banquillo años después acusado de una agresión sexual a una menor de nueve años. Aquí ya utilizó un modus operandi parecido al de Lardero para engañar a una niña contra su voluntad, retenerla en su domicilio y violentarla

Tras un tiempo en prisión Almeida vuelve a delinquir, en un caso conocido como el crimen de la inmobiliaria. ¿Qué ocurrió en aquella ocasión? Según explica la sentencia del caso, Almeida había acudido los días anteriores al 17 de agosto a la sede de la compañía San Martín, con sede en Logroño, con el pretexto de visitar algún piso en venta. Allí conoció a la víctima.

Ese día concertó una visita con ella a un inmueble. Asesino y víctima se encontraron a las 20.30 horas y entraron en el domicilio en cuestión juntos, momento en el que Almeida aprovechó para empujar a la joven, que cayó sobre la cama. Entonces, procedió a dar diversos pinchazos a la mujer, causándole un total de 17 heridas, todas superficiales a excepción de una de ellas que le seccionó la glándula tiroidea y la tráquea. Después, el acusado dio la vuelta a la víctima, propinándole dos nuevos cortes y una mordedura en los labios. A continuación le clavó el arma blanca sobre el corazón, algo que le produjo la muerte inmediata, según la sentencia. También la agredió sexualmente. En la vista sorprendió que su abogado defensor hablase sobre la peligrosidad de su cliente, llegando a vaticinar incluso «la muerte anunciada de otra persona, aunque aplazada». «Este señor volverá a hacer lo que ha hecho», aseguraba el letrado, mostrando su «disgusto» e instaba a que no lo tratasen como un enfermo al que hay que curar. «Considérenlo un delincuente sabiendo que volverá a matar», dijo el letrado en la sala, según información recogida por el diario La Rioja.

«Peligro para sí mismo y para terceros»

Almeida fue condenado a treinta años de cárcel. Veinte por asesinato y diez por agresión sexual. Cuando llevaba dos años en la cárcel, el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja tuvo que tomar una decisión sobre la prórroga o no de su situación de privación de libertad, dado que la condena estaba recurrida y por tanto aún no era firme. Y nuevamente una advertencia sobre la personalidad criminal de Almeida, también formulada por su defensor, que era ya otro abogado diferente al del juicio. Dijo que su cliente era «consciente de su situación» y se consideraba «un peligro para sí mismo y para terceros». Igualmente, señaló que no estaba preparado para reinsertarse en la sociedad. Lógicamente, se decretó la prórroga de su prisión provisional.

Almeida cumplió buena parte de su condena en la prisión de El Dueso. En el 2020 fue trasladado a la cárcel de Logroño y quedó en libertad condicional el 8 de abril de ese año. Estaba considerado como un preso de confianza. Tenía la misión de «ayudar» en la rehabilitación de otros internos, se le había dado un destino ocupacional en la enfermería de la prisión y colaboraba en la limpieza de consultas y despachos médicos del recinto penitenciario.

Su conducta parecía que había cambiadoSu mente no. El 25 de octubre de 2021, es decir, tan solo tres días antes del crimen de Lardero, ya se presentó una denuncia ante la Guardia Civil en el puesto de Villamediana de Iregua, haciendo referencia a que en el Colegio Villa Patro un hombre invitó a una niña a ir a jugar con su hija, a lo que la pequeña, afortunadamente, no accedió. Los datos aportados en esa denuncia, según la Delegación del Gobierno de La Rioja, no permitieron entonces identificar al autor o vincularlo con Almeida.