El aterrador recuerdo que Miguel Bosé guarda de su padre: «¡El niño va a ser maricón!»

Martín Bastos

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El cantante narra en sus memorias cómo el torero lo llevó de safari a África con solo diez años para hacerlo «un hombre» y lo obligaba a salir de caza enfermo de malaria

06 nov 2021 . Actualizado a las 12:39 h.

En las memorias que están a punto de ver la luz, Miguel Bosé dibuja un retrato aterrador y demoledor de su padre, el torero Luis Miguel Dominguín. La editorial ha difundido algunas páginas de uno de los capítulos del libro y en ellas se narra una experiencia del cantante con su padre que resulta escalofriante. Ocurrió cuando Miguel Bosé tenía diez años recién cumplidos y el diestro estaba muy preocupado porque el niño no mostraba interés por las cosas que él consideraba aspiraciones varoniles, como cazar, pescar o montar a caballo. «Tienen que gustarte o voy a empezar a pensar que no eres mi hijo», le decía Dominguín. El matador sentía pánico porque, según creía, su hijo leía demasiados libros. «¡Maricón, Lucía, el niño va a ser maricón!», le decía a su mujer, la actriz italiana Lucía Bosé. Para convertirlo en lo que él consideraba un hombre de verdad, se lo llevó de safari a Mozambique durante un mes cuando tenía apenas diez años recién cumplidos. Bosé hace de aquel viaje un relato espeluznante. Para empezar su padre no le dio ni una sola de las pastillas de quinina que le habían prescrito los médicos para combatir la malaria. Creía el torero que aquello era «una mariconada» y que el niño tenía que espabilar. Al poco de estar en la selva el pequeño contrajo la enfermedad, pero su padre lo obligó a seguir adelante con las caminatas y las expediciones a pesar de la fiebre y las fuertes diarreas, asegurando que era «una nenaza» y que su auténtico mal era la «mamitis». Bosé narra el pánico que sintió en aquel viaje, en el que supo que jamás podría estar a la altura de lo que su padre esperaba de él. Otra de las frustraciones del padre se produjo en el momento en el que intentó que al niño lo «iniciase en la hombría» una joven nativa de 16 años. Cuando uno de los compañeros de viaje protegió al pequeño, fue el propio torero quien mantuvo relaciones sexuales con la menor sin disimulo. Cuenta Bosé que volvió de la selva con la piel amarilla, enormes ojeras moradas y pesando quince kilos, la mitad que cuando se fue, por lo que llevaba los pantalones atados con una cuerda para que no se le cayeran. Nada más llegar, su madre echó a su padre de casa «y le dijo que no quería verlo en el resto de sus días». El niño pasó el resto del verano en una silla de ruedas convaleciente por el parásito alojado en el hígado que su padre le dejó como «desgraciada herencia».

Disputa en un restaurante

Tensa discusión de Ernesto de Hannover y su hijo. Ernesto de Hannover ha iniciado una nueva vida en Madrid, donde ha encontrado el amor con la escultora Claudia Stilianopoulos y disfruta de la compañía de su hijo Christian, de su nuera, Sassa de Osma, y de sus nietos. Pero el difícil carácter que el noble alemán tuvo en el pasado no ha cambiado de la noche a la mañana, como se pudo ver en la tensa discusión que estos días protagonizó con su hijo en público mientras ambos comían en uno de sus restaurantes favoritos.