El Parlamento chileno abre un juicio político al presidente Piñera

M. M. Mur, P. N. Mariño SANTIAGO DE CHILE / EFE

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El diputado socialista Jaime Naranjo expuso de forma ininterrumpida durante más de 15 horas los argumentos a favor del juicio político.
El diputado socialista Jaime Naranjo expuso de forma ininterrumpida durante más de 15 horas los argumentos a favor del juicio político. Johanna Zárate | Efe

La sesión pasará a la historia del país por la intervención de 15 horas del diputado Jaime Naranjo, en espera de la llegada de dos diputados claves para que prosperara la iniciativa

09 nov 2021 . Actualizado a las 21:14 h.

La acusación constitucional para destituir al presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, dio ayer un importante paso a menos de dos semanas de los cruciales comicios presidenciales al ser aprobada en la Cámara de Diputados en una maratoniana sesión de casi 24 horas que mantuvo en vilo al país.

Por 78 votos a favor, 67 en contra y 3 abstenciones, los diputados resolvieron que avance al Senado el juicio político iniciado por supuestas irregularidades en la venta en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas de un polémico proyecto minero al inicio de su primer mandato, un escándalo revelado en la investigación de los papeles de Pandora.

«¡Aguante, diputado!»

La sesión pasará a los anales de la historia chilena por su fondo y su forma. El diputado socialista Jaime Naranjo fue el encargado de exponer los argumentos de la oposición para destituir a Piñera. Y lo hizo de forma ininterrumpida durante más de 15 horas. Sentado estoicamente en su escaño, Naranjo leyó las 1.300 páginas que llevaba preparadas, entre las que había sentencias de tribunales ambientales, fragmentos de leyes, investigaciones jurídicas y artículos de prensa. Salió solo dos veces al baño, se tomó la presión arterial, se cambió varias veces la mascarilla y se mantuvo todo el día a base de agua, zumo y unas pasas.

Con vítores periódicos de sus colegas y carteles de apoyo en los que se podía leer «¡Aguante, diputado Naranjo», el parlamentario dilató así la votación para permitir que el diputado Giorgio Jackson, del izquierdista Frente Amplio, finalizara su cuarentena por contacto estrecho con un caso de covid y que el democristiano Jorge Sabag recorriese los 500 kilómetros para llegar al Congreso, en Valparaíso, desde la sureña Chillán.

En esa jornada llena de contratiempos, se obtuvieron finalmente los votos justos (mayoría simple) que se necesitaban para hacer avanzar la acusación, que señalaba al mandatario de falta de «probidad» y «comprometer gravemente el honor de la nación».

«Hoy se hizo posible levantar la alerta del ‘no todo vale'. Se ha dado un paso importante para terminar con el hecho de que a las personas que ostentan el poder nunca les pase nada», señaló el izquierdista Giorgio Jackson.

Posible no del Senado

Se trata del juicio político contra un presidente que más ha avanzado en la historia del país y «una de las decisiones más importantes que se han tomado desde 1990», explicó Mauricio Morales, politólogo de la Universidad de Talca. Sin embargo, se prevé que no se apruebe en la Cámara Alta, órgano que todavía debe concretar la fecha de la sesión, y donde la acusación necesita un cuórum de dos tercios, lo que equivale a 29 senadores, cuando la oposición solo tiene 24.

«Estamos tristes por lo que hemos visto, un show político y mediático muy doloroso para la democracia, más que para el Gobierno. », señaló Juan José Ossa, ministro secretario general de la Presidencia.

De momento, Piñera continuará cumpliendo todas sus funciones, pero solo podrá salir del país con la aprobación de la Cámara de los Diputados hasta que finalice la acusación, procedimiento que podría lograr su destitución e inhabilitación.

En plena carrera presidencial

El juicio político transcurre durante los últimos meses del mandato de Piñera, un multimillonario conservador que goza de muy baja aprobación según los sondeos (menos del 20 %) y que dejará en marzo el cargo.

En paralelo se desarrolla una de las campañas presidenciales más cruciales de las últimas décadas con dos candidatos favoritos que encarnan dos polos opuestos del espectro político: el diputado y exlíder estudiantil de izquierda Gabriel Boric y el ultraconservador José Antonio Kast.