Yolanda Díaz evita de nuevo dar detalles sobre su proyecto político

Jorge Alacid COLPISA | VALENCIA

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De izquierda a derecha en la imagen la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la portavoz del MDyC en Ceuta, Fátima Hamed; la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; la líder de Más Madrid, Mónica García, y la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, a su llegada al Teatro Olympia de Valencia.
De izquierda a derecha en la imagen la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la portavoz del MDyC en Ceuta, Fátima Hamed; la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; la líder de Más Madrid, Mónica García, y la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, a su llegada al Teatro Olympia de Valencia. ANA ESCOBAR

Recibida en Valencia al grito de «presidenta», dice que su encuentro con las lideresas de izquierda ha sido «el comienzo de algo que va a ser maravilloso». Un grupo de transportistas lanzó huevos a la vicepresidenta segunda del Gobierno a su llegada al acto en el Teatro Olympia junto a Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Fátima Hamed

15 nov 2021 . Actualizado a las 12:42 h.

Yolanda Díaz mantuvo el manto de misterio que cubre a su proyecto para aglutinar a la izquierda del PSOE. La vicepresidenta segunda, pese a la indefinición, salió del acto convocado en Valencia bajo el título de «Otras políticas» como la alternativa a Pedro Sánchez, luego de ser aclamada como «presidenta» por el público que llenó el Teatro Olympia. Yolanda Díaz dijo que su encuentro con las lideresas de izquierda ha sido «el comienzo de algo que va a ser maravilloso»

Díaz intentó durante su intervención alcanzar cierto equilibrio entre su condición de miembro del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos sin descuidar la lealtad que debe a su (en teoría) jefe, con la reivindicación de un espacio propio que le permita liderar una plataforma para competir con los socialistas por el espacio ideológico de izquierda. Una paradoja que ella materializó haciendo suyos los buenos datos de las cifras de paro y lanzando a la vez dardos hacia sus compañeros de Gobierno. Por ejemplo, atribuyéndose en primera persona la subida del salario mínimo mientras endosaba la responsabilidad de que sus políticas no se apliquen a «la otra parte» del Gobierno.

Una puya para Sánchez (y Nadia Calviño), de intensidad similar al dardo que lanzó contra otro miembro del Consejo de Ministros, el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá. «Algunas fórmulas de las que se está hablando sobre pensiones son extrañas al mandato constitucional y lo digo alto y claro», avisó.

Ducha escocesa: agua caliente para sí misma y los suyos con frases tipo Paulo Coelho («Hagamos cosas pequeñas y soñemos a lo grande»), agua fría para sus socios: «Soy optimista por naturaleza, pero sé dónde estoy». Con este contradictorio discurso, Díaz acaparó el protagonismo de un acto concebido de manera coral que acabó discurriendo en una única dirección, que la cumbre de Valencia sirviera para entronizarla como relevo de Pablo Iglesias en ese mismo nicho político huérfano desde su salida de la Moncloa. 

Encuentro en el Teatro Olympia

En el encuentro en el Teatro Olympia participaron también la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la líder de Más Madrid, Mónica García; y la portavoz del MDyC en Ceuta, Fátima Hamed.

Ada Colau ha defendido que el camino se hace andando y hay que hacer muchos actos como estos y sacar la política del electoralismo y la batalla de las siglas porque esto «va de personas», recoge Efe. «El reto no son las próximas elecciones, sino el futuro de las próximas generaciones», ha asegurado.

La líder de Más Madrid ha coincidido en que se deben normalizar los diálogos, frente a la normalización «de los gritos por encima del diálogo y los insultos por encima de la escucha», y ha apostado por bajar «de la política estruendosa a la política de la gente». García ha señalado que es «el primer aquelarre» en el que participa, en referencia a las críticas de la secretaria general del PPCV, María José Catalá, que ha calificado el acto de «aquelarre feminista».

Por su parte, Mónica Oltra ha explicado que el acto tenía que ser «manejable», para justificar la asistencia de las participantes. «Somos todas las que estamos aunque no estamos todas las que son, pero representamos a muchas que no están», ha indicado, en una velada referencia a la ausencia de dirigentes femeninas de Podemos, y bromeado luego al decir que no les apetecía que en el acto estuviera Isabel Díaz Ayuso.

En la misma línea de defensa, la portavoz del MDyC en Ceuta ha destacado la importancia de escuchar, no para contestar sino para intentar entender al otro.

Las cinco lideresas llegaron juntas y cogidas del brazo al acto en el Teatro Olympia. Entre las personas que esperaban para entrar se han escuchado gritos de «presidenta, presidenta». En la zona de la entrada al acto, en pleno centro de la ciudad, han coincidido con transportistas que llevaban a cabo una protesta, que les han increpado e impedido el paso hacia el teatro durante unos minutos, llegando a lanzarles huevos, mientras los asistentes al encuentro aplaudían.

Los transportistas han lanzado consignas como «No faltan chóferes, sobran sinvergüenzas» mientras increpaban a las políticas, que también se han encontrado con un grupo de interinos que reclamaban «Fijeza ya». Paralelamente, un grupo de personas desplegó, momentos antes, pancartas del Front Abolicionista PV con el lema «A favor de la agenda feminista, contra las leyes trans».

Yolanda Díaz, Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Fátima Hamed, participaron en este encuentro planteado como un acto de «amigas» para mostrar la capacidad de hacer políticas diferentes.