Kamala Harris se convierte durante 85 minutos en la primera presidenta de EE.UU.

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

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Biden, a su llegada al hospital Walter Reed Nacional en Maryland, donde se le realiza la revisión
Biden, a su llegada al hospital Walter Reed Nacional en Maryland, donde se le realiza la revisión JONATHAN ERNST | Reuters

Joe Biden cedió temporalmente el poder mientras estuvo bajo el efecto de la anestesia para someterse a una colonoscopia

19 nov 2021 . Actualizado a las 20:17 h.

Durante 85 minutos, Kamala Harris tocó este viernes el techo de cristal que se le escurrió a Hillary Clinton. Sentada en su despacho del Ala Oeste, la primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos tuvo el país en sus manos, mientras su jefe dormía sedado por la anestesia, incapacitado temporalmente para el cargo.

El histórico momento se deslucía por el hecho de que no fuera la voluntad del pueblo ni la justicia de género la que lo hacía posible, sino una vulgar colonoscopia de rutina a la que se sometió el presidente Joe Biden durante su revisión médica anual. La ironía se antojaba hasta humillante, tal vez por eso The New York Times prefirió ignorarlo por completo y The Washington Post lo relegó a una nota.

¿Dónde está Harris?

Harris está acostumbrada a que la ignoren. La semana pasada, viajó a Francia en misión diplomática para resolver cara a cara con Emmanuel Macron las diferencias surgidas entre ambos países a raíz del contrato de submarinos con Australia, asistió a una conferencia para promover elecciones democráticas en Libia y forjó un acuerdo internacional para proteger a civiles de ciberataques, pero cuando volvió a casa los columnistas seguían preguntándose: «¿Dónde está Harris?». «Creo que la han tenido escondida y fuera de la vista de la mayoría de las potencias europeas», opinó Célia Belin, experta del think tank Brookings Institution.

Su elección como la primera mujer afroamericana designada para acompañar al candidato presidencial en las papeletas despertó un entusiasmo que fue en aumento al hacer historia como la primera vicepresidenta de cualquier partido que llegaba a la Casa Blanca, pero el papel de segundona en la sombra, que por definición tiene el cargo, ha frustrado las altas expectativas que se habían puesto en ella.

Solo el 28 % de los estadounidenses aprueban su gestión, según la última encuesta de USA Today. Una cifra muy baja para quien aspira a suceder a su jefe en las próximas elecciones.

Precedentes

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha recordado que esta situación no es nueva -ya ocurrió en el 2002 y el 2007, cuando el entonces presidente George W. Bush se sometió al mismo procedimiento-, pero se trata de la primera vez que el poder recae en una mujer.

«Siguiendo el proceso establecido en la Constitución, el presidente Biden transferirá el poder al vicepresidente durante el breve período de tiempo en que esté bajo anestesia. La vicepresidenta trabajará desde su oficina en el Ala Oeste durante este tiempo», ha confirmado la Casa Blanca. El Gobierno estadounidense dará a conocer en las próximas horas los resultados del examen médico al presidente.

La jefa de prensa de Kamala Harris abandona la Casa Blanca

Ashley Etienne, jefa de prensa de Kamala Harris, dejará su cargo en diciembre tras protagonizar varios desencuentros, según fuentes cercanas a la situación a la cadena CNN, con altos responsables de la Casa Blanca en medio del difícil aterrizaje de Harris, excandidata a la Presidencia, como segunda del Ejecutivo.

Oficialmente, Etienne abandona el cargo «en busca de otras oportunidades», según confirmaron en un primer momento fuentes de la revista Vanity Fair y ratificaron responsables de la administración bajo el anonimato a la CNN. «Ashley es una mujer enormemente valorada que ha trabajado sin descanso para alcanzar los objetivos de esta administración», añaden.

Sin embargo, a principios de esta semana la misma cadena CNN informaba de la frustración reinante entre el círculo de asesores de la vicepresidenta, que ahora se ve como «marginada» y «maniatada» dentro de la administración. Otra fuente apunta que Etienne «no encajaba bien» dentro de la plantilla de la vicepresidenta por su «inactividad» y su incapacidad para aclarar los mensajes de Harris.

Simpatizantes de Harris lamentan que a la vicepresidenta no se le están dando oportunidades para exhibir un liderazgo necesario de cara a su posible candidatura a la Casa Blanca por el Partido Demócrata si el presidente, Joe Biden, decide no presentarse a un segundo mandato. Su lentitud a la hora de avanzar en sus iniciativas asignadas (como la expansión del derecho a voto) se debe, añaden, a la falta de respaldo del presidente.

La Casa Blanca respondió a estas informaciones describiendo a Harris como una aliada «esencial» del presidente, Joe Biden, al tratarse de la persona que «necesita» el mandatario para gobernar el país.

En un intento de reconducir la situación y revalorizar su cargo, Harris contrató en septiembre a dos expertos en comunicación de crisis -Lorraine Voles y Adam Frankel, que trabajaron a las órdenes de Hillary Clinton y Barack Obama- mientras ha circulado por los platós de TV con un mensaje de unidad.

«No tengo la sensación de que me estén infrautilizando», declaró Harris en comentarios a la cadena ABC en la que resaltó la colaboración desarrollada con Biden a la hora de aprobar el gigantesco paquete de ayuda e infraestructura destinado a sacar al país del dique económico provocado por la pandemia. «Estamos sacando esto adelante, y lo estamos haciendo juntos», declaró.