Ayuso propone a Casado un pacto para evitar que se alargue la «guerra interna»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el 16 Congreso Autonómico del PP andaluz celebrado el pasado fin de semana.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el 16 Congreso Autonómico del PP andaluz celebrado el pasado fin de semana. Miguel Ángel Molina | Efe

El líder del PP llama a la unidad y a centrarse «en lo importante», pero el partido no logra salir de la espiral de réplicas

23 nov 2021 . Actualizado a las 00:06 h.

La batalla interna en el PP ha entrado en una espiral de acción-reacción de la que sus propios protagonistas parecen incapaces de escapar, por más que unos y otros sean conscientes de que es preciso pisar el freno para impedir que la disputa perjudique electoralmente a todo el partido. La refriega del congreso del PP de Andalucía, en el que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, aconsejó a su homólogo andaluz, Juan Manuel Moreno, que vuele «libre« y no se comporte «como una marioneta», y en el que el líder del PP, Pablo Casado, le contestó rechazando las «megalomanías» y los «solistas» en su «orquesta», tuvo continuidad este lunes. «Ser crítico y tener criterio propio no significa ser desleal», sostuvo Ayuso.

En los dos bandos parecen cansados de la disputa. Pero, aunque todos llaman a la unidad, ninguno está dispuesto a dar un paso atrás. En Génova están convencidos de que no se trata solo de un desafío de Ayuso para controlar el PP de Madrid. Consideran que hay una estrategia concertada de un sector del partido para debilitar el liderazgo de Casado e imponerle un giro derechista y liberal. En esa trama enmarcan también la rebelión de la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, cuya negativa a dejar el escaño pese a sus descalificaciones hacia la actual dirección está provocando un incendio interno.

Ayuso se mostró dispuesta a pactar con Casado para «salir de esta situación pronto» acordando una fecha para el congreso del PP de Madrid, porque prolongar este conflicto «otros ocho meses más desgasta, erosiona, crea más guerra interna y más malentendidos». «No soy producto de una marca sin más, tengo que también responsabilizarme de la organización cuya papeleta he encabezado dos veces», recalcó para defender su independencia, aunque admitió que en el PP se han metido en «una espiral en la que cada vez se interpreta todo peor y lo único que hacemos es enfangarnos aún más».

Álvarez de Toledo replicó también a Casado, acusándolo de confundir «el personalismo con la personalidad» y el «divismo» con el «liderazgo». Y, utilizando el símil del líder del PP, indicó que no se imagina a directores quejándose de que en sus orquestas haya «grandes figuras».

Pero, aunque tampoco está dispuesto a ceder, Casado trató de eludir ayer el cuerpo a cuerpo. «En el PP estamos todos unidos en un proyecto para construir una alternativa para España urgente. Y estamos a lo importante», indicó, rechazando aclarar a quién iba dirigida su advertencia sobre los «solistas» y las «megalomanías».