El «narcoestado» hondureño elige líder en medio de la violencia y la corrupción

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Preparativos para la jornada electoral del domingo en Honduras
Preparativos para la jornada electoral del domingo en Honduras FREDY RODRIGUEZ | Reuters

Una izquierdista es favorita a las presidenciales del domingo en el país

27 nov 2021 . Actualizado a las 10:11 h.

Honduras elige presidente este domingo, a única vuelta, en un clima de violencia y corrupción, bajo la sombra del narcotráfico, que se cierne incluso sobre el máximo mandatario. Al menos una treintena de aspirantes a cargos de elección popular, activistas y defensores de los derechos humanos han sido asesinados desde que empezó la campaña, ocho de ellos en las dos últimas semanas, en un país que para muchos de sus 9,5 millones de ciudadanos no tiene remedio, dejando como única alternativa la migración a EE.UU.

Los organismos internacionales temen que la tensión acabe estallando si no se reconoce la victoria del candidato ganador, un escenario probable, según los analistas. Lidera la mayoría de las encuestas Xiomara Castro, esposa del expresidente de izquierda radical Manuel Zelaya, depuesto en el 2009 mediante un golpe de Estado cívico-militar tras intentar realizar reformas electorales, pese a que la ley se lo impedía.

La candidatura de Castro despegó hace unas semanas, cuando recibió el apoyo de Salvador Nasralla, segundo en las presidenciales del 2017, que no ganó por apenas 1,5 puntos, tras denunciar fraude.

El líder centroizquierdista se había presentado a los comicios del domingo, y no iba mal en las encuestas, pero decidió sorpresivamente renunciar y apoyar a Castro, arrastrando a otros líderes opositores para intentar asegurar la victoria contra el oficialismo, que tacha de dictadura.

Castro se enfrenta en las urnas al empresario Nasry Asfura, delfín del presidente, el conservador Juan Orlando Hernández, señalado por un fiscal de Nueva York como cómplice de narcotráfico. Su hermano, Tony Hernández, sí es un traficante de drogas certificado, tras ser condenado a cadena perpetua en EE.UU. por intentar introducir toneladas de cocaína en territorio norteamericano.

En Honduras ya nada sorprende. El tercer clasificado en las encuestas, el liberal Yani Rosenthal, hace campaña tras cumplir tres años de condena en EE.UU. por lavar dinero del narcotráfico. Un capo de la droga ha asegurado también haber sobornado al expresidente Zelaya.

Mientras tanto, la muy empobrecida población asiste atónita al espectáculo político y, para muchos, la única opción es escapar. La migración se incrementó tras el golpe del 2009. El Partido Nacional de Hernández ha gobernado desde entonces, bajo crecientes acusaciones de autoritarismo. El éxodo estalló en el 2017, cuando las denuncias de fraude desataron unas protestas que dejaron al menos 31 muertos.

Hernández fue entonces reelegido, algo prohibido por la Constitución. Intentar renovar mandato le había costado un golpe a Zelaya ocho años antes, pero un fallo del Supremo declaró los artículos de la Carta Magna como inaplicables.

Pocos en la comunidad internacional denunciaron, en este caso, la situación, legitimando un Gobierno que llegó a formar parte del Grupo de Lima contra Venezuela, aunque es igualmente calificado de autócrata, en uno de los episodios de hipocresía política más sonados de los últimos años en la región latinoamericana.

Los principales candidatos

xiomara castro (partido liberal y refundación)

La ex primera dama quiere ser la primera presidenta del país

La candidata presidencial Xiomara Castro
La candidata presidencial Xiomara Castro FREDY RODRIGUEZ | Reuters

Xiomara Castro (Tegucigalpa, 1959) saltó a la primera línea de la política cuando lideró, en el 2009, las protestas contra el golpe de Estado que derrocó a su marido, el expresidente Manuel Zelaya. Las masivas manifestaciones aglutinaron a miles de adeptos. Sobre esa base de seguidores fue creado el izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre) con el que la ex primera dama se enfrentó a Juan Orlando Hernández en el 2014.

Perdió los comicios en aquella elección, y en el 2018 renunció a sus aspiraciones en favor del centroizquierdista Salvador Nasralla, favor que ahora el conocido presentador de televisión le ha devuelto, lanzando definitivamente su candidatura.

«Creo firmemente que el socialismo democrático que propongo es la solución para sacar a Honduras del abismo en que hoy nos han enterrado este modelo neoliberal, la narcodictadura y la corrupción», dijo al presentar su programa la que sería la primera presidenta de la historia del país y rompería con más de un siglo de bipartidismo.

Su marido, ahora coordinador de Libre, ha permanecido alejado de la campaña electoral, quizás, creen algunos analistas, para alejar a Castro del «socialismo del Siglo XXI» y la cercanía a Cuba, Nicaragua y Venezuela que tenía el expresidente, en una candidatura que ahora denuncia el autoritarismo de su rival en las urnas.

nasry asfura (partido nacional)

El constructor que continuaría el Gobierno de Hernández

El candidato oficialista hondureño Nasry Asfura
El candidato oficialista hondureño Nasry Asfura JOSE CABEZAS | Reuters

El empresario de la construcción de ascendencia palestina, Nasry Asfura (Tegucigalpa, 1958), conocido en el país como Papi a la Orden, es el candidato del oficialista Partido Nacional, que Gobierna el país desde el golpe de Estado del 2009. Alcalde de la capital, Tegucigalpa, desde el 2014, allí se le conoce por realizar proyectos para favorecer la movilidad en una ciudad congestionada por el tráfico.

El suyo es un proyecto continuista. Tiene a favor la reducción de la violencia lograda por el Gobierno de Juan Orlando Hernández. Honduras contabilizaba 65 asesinatos por cada 100.000 habitantes en el 2014 y en el 2020 la cifra cayó a 37 por cada 100.000 habitantes.

En contra tiene las denuncias de autoritarismo, que han aumentado después de la aprobación reciente de un conjunto de normas que limitan el derecho a la manifestación.

Asfura fue acusado a inicios de este año por la Fiscalía de malversación, lavado de activos, uso de documentos falsos y fraude. La Corte Suprema paralizó la acusación hasta que el Tribunal de Cuentas realice un informe sobre esos supuestos delitos, que el candidato niega.