Bruselas expedienta a España por sus leyes obsoletas de lucha contra el fraude

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Javier Lizon

El país pierde 5.840 millones de euros anuales por las trampas con el IVA

02 dic 2021 . Actualizado a las 17:35 h.

La Comisión Europea ha anunciado este jueves la apertura de un expediente a España por no actualizar correctamente sus leyes de lucha contra el fraude

El Gobierno tenía de plazo hasta el 6 de julio del 2019 para transponer correctamente la directiva europea 2017/1371 con la que la Unión Europea pretendía actualizar y armonizar definiciones, sanciones, normas de jurisdicción y plazos de prescripción de fraudes y otros delitos fiscales que atentan directamente contra los intereses financieros de la UE, que se nutre, entre otras cosas, del IVA para alimentar sus Presupuestos. 

«Es necesaria una adecuada transposición de esas normas para que la Fiscalía Europea pueda llevar a cabo investigaciones y enjuiciamientos efectivos», reclamó la Comisión en un comunicado, en el que también revela que han sido expedientados Croacia, Finlandia, Grecia, Letonia, Luxemburgo, Portugal y Rumanía. 

Bruselas ha identificado una serie de problemas e incumplimientos que el Ejecutivo de Sánchez aún no ha subsanado. Todavía hay incoherencias en la interpretación de qué es delito, quién es responsable y en las sanciones a las personas jurídicas y físicas que los cometen. Por eso la Comisión le da a España dos meses para garantizar una correcta actualización de sus leyes. 

El agujero del IVA

El tirón de orejas llega el mismo día en el que el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha dado a conocer el volumen de dinero que pierden los países europeos por el fraude del IVA: 134.000 millones de euros al año (141.000 millones en la evaluación previa), lo que equivale a ver cómo se evaporan 4.000 euros cada segundo.

Según sus cifras, España es el sexto país de la UE que más deja de recaudar en términos absolutos por el tradicional «¿con factura o sin factura?». El agujero del IVA asciende a 5.840 millones de euros al año. Y se debe, entre otras razones, por la ineficacia de los métodos para perseguir este fraude. 

La brecha, además, ha aumentado desde el 2015 (4.370 millones de euros) de forma progresiva, incluido en el último ejercicio revisado (2019). España es el país que menos ingresa por IVA en relación a lo que debería a causa de las exenciones -y el impuesto reducido en las islas-. Esto se debe a que tiene el gravamen efectivo más bajo de todos (8,8 %), en contraste con 13,4 % de Suecia o el 15,6 % de Croacia. 

Solo Italia (30.106 millones de euros), Alemania (23.443), el Reino Unido (17.176, ahora fuera de la UE), Francia (13.858) y Rumanía (7.411 millones), pierden más que España por esta vía. «Son pérdidas inaceptables para los presupuestos nacionales y significa que los ciudadanos corrientes y los negocios cargan con la brecha a través de otros impuestos para costear servicios públicos esenciales», denunció Gentiloni. 

Claro que, cuanto más grande sea la economía, más grande es el volumen de dinero que se escapa de Hacienda. Pero, poniendo en perspectiva el dinero que se deja de ingresar por el IVA con la recaudación estimada, lo cierto es que España desmonta el tópico del país de la picardía y las trampas. La brecha del IVA se sitúa en el 6,9 %, una de las más bajas de la UE. Otros países, con más fama de cumplidores, van por delante. En Alemania la diferencia es del 8,8 %. En Francia del 7,4 % y en Dinamarca del 8,6 %. Hablar de Italia (21,3 %) o Rumanía (34,9 %), es otra historia. 

A pesar de la sangría presupuestaria y del aumento gradual de la brecha del IVA, lo cierto es que España sigue lejos de sus peores marcas. Si bien la diferencia entre lo que se esperaba recaudar y lo recaudado es del 6,9 %, el agujero no es comparable al del 2009, cuando ese umbral se situó en el 33,4 %.