ERC lleva al límite la presión al Gobierno en la ley audiovisual para salvar los Presupuestos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Diaz, durante un pleno en el Congreso.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Diaz, durante un pleno en el Congreso. MARISCAL

Insiste en obligar a las plataformas digitales internacionales a emitir un 6 % de su producción en lenguas cooficiales, mientras el PSOE negocia contrarreloj para evitar un posible veto en el Senado

02 dic 2021 . Actualizado a las 08:49 h.

ERC elevó al máximo este miércoles la presión al Gobierno a cambio de su apoyo a los Presupuestos. La ley audiovisual y la exigencia de los republicanos catalanes de que se obligue a plataformas internacionales como Netflix, HBO, Max o Amazon Prime Video a emitir un 6 % de su producción en lenguas cooficiales complicó el plan del Ejecutivo de aprobar cuanto antes las cuentas públicas. Después de que desde la Moncloa se anunciara la imposibilidad de imponer esa cuota porque iría en contra de una directiva europea, ERC elevó su órdago y amenazó con no apoyar los Presupuestos en el Senado e incluso con presentar un veto.

El Gobierno retomó ante ello el diálogo y negoció contra reloj hasta última hora con los republicanos catalanes para llegar a un acuerdo. Miembros socialistas del Gobierno se reunieron de urgencia y por vía telemática con líderes de ERC para desatascar las crisis. Los ministros Félix Bolaños y María Jesús Montero, el portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, y la vicesecretaria general, Adriana Lastra, por parte socialista. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián; el dirigente de ERC Josep María Jové y su portavoz, Marta Vilalta, por parte de los republicanos.

«Tocar las narices, mal negocio»

«La lengua es sagrada y tocar las narices a ERC con esto es un mal negocio», había advertido Rufián, amenazando con no apoyar los Presupuestos en el Senado si no se obligaba a las plataformas internacionales a emitir esa cuota en catalán. «Todos los escenarios quedan abiertos», añadió sobre las cuentas públicas. Ante ello, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, responsable de la ley, aseguró que el Gobierno está «muy abierto» a negociar enmiendas, aunque insistió en que no puede hacer algo que «contradiga la directiva» europea. Esa norma establece la posibilidad de que los Gobiernos exijan cuotas a «los prestadores de servicios de comunicación audiovisual a petición sujetos a su jurisdicción», lo que excluiría a los que no tienen su sede en España. Pero ese argumento es rechazado por ERC, que considera que sí es posible hacerlo y no contradice la legislación europea.

Unidas Podemos exige ser oída

En la negociación para salvar la crisis entró también En Comú Podem, que se ofreció a «desbloquear» el conflicto para garantizar que la norma respete la España «multicultural y plurilingüe». Pero su diputado en el Congreso Joan Mena explicó que su posición es también la de «blindar» las lenguas cooficiales en todas las plataformas, incluidas las que no tienen su sede en España.

El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, advirtió de que no apoyaban el texto tal y como lo ha presentado Calviño, y recriminó al PSOE que no haya atendido sus propuestas sobre una ley cuya presentación les cogió por sorpresa. Y tampoco está asegurado el respaldo del PNV a esa norma, pues piensa exigir también una negociación bilateral con el Gobierno sobre todos los aspectos de la ley audiovisual que afectan a las lenguas cooficiales.

Esquerra necesitaría el apoyo del PP para devolver las cuentas al Congreso 

Si ERC vetara los Presupuestos, necesitaría el apoyo del PP para sacar ese veto adelante. A diferencia del Congreso, los vetos de cada grupo se votan por separado. Pero algo así ya sucedió en el 2011, cuando el PP apoyó el veto del BNG, que acabó saliendo adelante. Para impedir ese hipotético rechazo, el Gobierno tendría que buscar nuevos socios para lograr la mayoría de 133 senadores. El PSOE tiene 114 y Unidas Podemos no dispone de ninguno. Sumando al PNV, Bildu, Más País, Compromís, Teruel Existe y PRC, se quedarían en 131 síes y tendría que buscar otros dos entre PAR, Més per Mallorca, Adelante Andalucía y Agrupación Socialista Gomera. Si el PNV y Bildu se sumaran al no, el veto triunfaría.