Sí, los coches podrán convertirse en espacios libres de humo

Gabriela Consuegra
Gabriela COnsuegra REDACCIÓN / LA VOZ

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MARTINA MISER

Sanidad contempla razones ambientales, pero podría incorporar las de tráfico

11 dic 2021 . Actualizado a las 10:15 h.

Empaquetado genérico, más impuestos y meter en el saco a los cigarrillos electrónicos. Después de una década sin cambios, el Ministerio de Sanidad prepara un nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2.021 - 2.025. Pero si algo despertó la polémica fueron dos palabras mencionadas una única vez dentro de un documento de 119 páginas: «vehículo particular». Se incluyen en el apartado de «Estrategia legislativa» para «reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados en espacios públicos y privados y reducir la huella ecológica» y supone una regulación inédita, porque interviene directamente en el ámbito privado de los fumadores. La pregunta clave: ¿Se puede limitar el derecho a la libertad personal, en concreto a fumar en el coche? Todo apunta a que sí, pero deberá justificarse bien.

«La potestad de los poderes públicos se extiende al ámbito privado cuando se considera que determinadas limitaciones benefician al conjunto de la sociedad. Sobre el tabaquismo hay una consideración genera: fumar es malo y hay erradicar esta costumbre. Pero, a diferencia de las prohibiciones establecidas hasta ahora, el coche es un medio de transporte privado, de manera que la limitación tendría que estar muy bien justificada», explica el abogado Roberto Blanco Valdés, experto en Derecho Constitucional.

El especialista señala que se podría prohibir por motivos sanitarios, es decir, «para garantizar la salud de las personas que acompañan al conductor»; también por razones de seguridad en el tráfico, «porque puede ser una distracción». O incluso por ambas. Sin embargo, el primer motivo podría ser el más polémico y, de momento, esta es la razón que se contempla en el borrador, así como la contaminación ambiental que supone.

El principal problema es que supone una injerencia en la libertad personal. «Es una intromisión realmente extraordinaria y que podría generar complicaciones. ¿Por qué prohibir fumar en el coche y no en tu casa?», reflexiona Blanco Valdés. O en tu huerta.

«Estas intromisiones tienen que tener límites, estar justificadas y ser proporcionales con el fin que persiguen», recuerda el experto. Sin embargo, el experto es claro: «Salvo que alguno de los sujetos que pueden hacerlo (diputados, senadores, gobiernos autonómicos...) recurra la ley, no creo que se vaya a considerar inconstitucional por nadie. Me parecería raro».

Sobre la proporcionalidad, los médicos no tienen dudas. En España mueren en torno a 100.000 personas al año por causas atribuibles al tabaco, según datos oficiales del año 2.018. Se calcula que unos cuantos miles de ellas, por ser fumadores pasivos. Por eso, Carlos Rábade, miembro del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología (Separ), se pronuncia en nombre de su entidad: «Estamos a favor de todas las medidas que buscan proteger a los no fumadores y esta es una, porque se trata de una exposición pasiva que involucra a mucha población, desde niños y embarazadas hasta personas vulnerables».

Por su parte, José Ramón González-Juanatey, ex presidente de la Sociedad Española de Cardiología, también lo respalda: «En las enfermedades del corazón, el tabaquismo es uno de los principales determinantes, especialmente en jóvenes». «Con el tiempo se ha visto que la ley inicial, que promovió Elena Salgado, ha sido de las mejores cosas que se han hecho por la salud pública» asegura. En ese sentido, destaca que «este debate es el mismo que tuvimos entonces. Seguro que, con una perspectiva de 10 años más, hablaremos bien de la iniciativa».

No obstante, Sergio Valdelvera, presidente de la Asociación Nacional de Fumadores Activos, se pronuncia: «Entiendo toda medida de prevención y educación. Queremos una sociedad sin tabaco y eso lo comparte el 99 % de los fumadores, porque somos personas normales. Ahora, el coche es un espacio completamente privado». «Estamos estudiando todas las vías legales para ir contra esta ley porque nos discriminan de una forma arbitraria Yo no quiero esta esclavitud para nadie, pero esta no es la forma», lamenta.

«Hoy se meten en tu coche y mañana se meterán en tu casa también»

 

 

Sergio Valdelvera es el presidente de la Asociación Nacional de Fumadores Activos. Cuenta que se fuma un pitillo cada 15 o 20 minutos. No quiere ni pensar en la de multas que recogería haciendo la ruta de Murcía a Madrid. Porque, sí, piensa en función de multas, no contempla dejar de hacerlo. Explica que para él, que consume tabaco desde los 14 años y tiene 54, dejar de fumar en su coche no es una opción. «Somos dependientes. No vamos a dejar de serlo porque lo impongan», resume.

Para Valdelvera, es una amenaza que Sanidad se plantee prohibir fumar en vehículos particulares, porque «hoy se meten en tu coche y mañana se meterán en tu casa». Insiste en la necesidad de que haya «espacios habilitados para poder fumar», porque «es una sustancia legal, no está prohibida». «Entendemos que se vive mejor sin tabaco. A mí me gustaría no haberlo conocido. Pero tampoco se puede negar que somos una generación entera que se crió con él», destaca.

«No nos engañemos, al cabo de 10 o 15 años, el tabaco no es un vicio, es una adicción y una enfermedad crónica», dice Carlos Rábade, miembro del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología. «Todo fumador ha pensado en dejarlo alguna vez. Muchos no lo hacen porque no pueden y hay que ofrecerles asistencia», asegura. En ese sentido, su organización echa en falta más medidas de ayuda en el borrador del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo: «Se necesitan unidades cualificadas en todas las comunidades autónomas, que puedan ofrecer y financiar un tratamiento, incluidos los nuevos», finaliza.