El ingreso mínimo vital tendrá también «paguilla» este enero para compensar la inflación

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

ANGEL MANSO

El Congreso aprobó ayer definitivamente la ley que regula la prestación, con cambios para extenderlo a más perceptores

17 dic 2021 . Actualizado a las 09:04 h.

Aunque se puso en marcha hace año y medio, tras un decreto del Consejo de Ministros en pleno azote de la pandemia, la ley que regula el ingreso mínimo vital (IMV) quedó definitivamente aprobada este jueves en el Congreso de los Diputados, introduciendo cambios pactados entre los socios del Gobierno para extender la cobertura de la prestación al mayor número de potenciales perceptores vulnerables. Porque precisamente eso —que su alcance se ha quedado corto— fue la crítica unánime de la oposición, que lo calificó de «gran fracaso», argumentando que «no está cumpliendo el fin con el que nació», puesto que de los 3.000 millones presupuestados para este año no se han ejecutado ni la mitad.

En cualquier caso, las 824.000 personas que actualmente cobran la prestación recibirán una paguilla en la segunda mitad de enero —igual que los pensionistas— para compensar la desviación de la inflación en este ejercicio. Así está regulado en la normativa, que establece que la ayuda subirá anualmente en la misma cuantía que las pensiones no contributivas. Así, dado que a comienzos de año el Gobierno aplicó un alza del 1,8 % y que los precios se han disparado más de lo esperado, en enero recibirán un abono compensatorio por importe del 1,6 %.

 De este modo, este incremento, junto con la subida del 3 % prevista para el 2022, situarán la renta mínima garantizada en un mínimo de 492 euros mensuales, 5.899,6 euros al año, mientras que el máximo se elevará a 1.082 euros mensuales (12.979 anuales) en función de la tipología de los hogares.

Mejora de la prestación

El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunció hace semanas que PSOE y Unidas Podemos habían pactado introducir modificaciones en la normativa para aligerar la tramitación y el cobro de la prestación y, además, llegar a más colectivos vulnerables, ya que habían identificado que buena parte de los potenciales perceptores ni siquiera solicitaban la ayuda.

De este modo, la norma definitiva se aprobó con 169 votos a favor (socialistas, morados y el resto de formaciones que respaldan al Ejecutivo, como ERC, PNV o EH Bildu, entre otros), 98 en contra (entre ellos, los del PP) y 63 abstenciones, con Vox a la cabeza.

Cuando en mayo del 2020 se aprobó el IMV, el Ejecutivo trabajaba con la previsión de llegar a 850.000 familias y beneficiar a 2,3 millones de personas. Sin embargo, según los últimos datos del ministerio, tal objetivo está lejos de cumplirse, ya que en la actualidad se han aprobado 362.000 prestaciones, que llegan a un total de 824.000 personas, lo que supone la denegación del 73 % de las solicitudes, ya que se recibieron más de 1,5 millones (casi 1,4 de ellas fueron válidas).

Precisamente confían en que los últimos cambios introducidos sirvan para elevar el alcance de la ayuda (concretamente, duplicarlo) y que llegue a todo el que la necesite.

Entre esas modificaciones está, por ejemplo, la creación del complemento de ayuda a la infancia que recibirán los hogares que no superen el 300 % de la renta garantizada del IMV para su tipo de hogar ni el 150 % del umbral de patrimonio establecido para su tipología.

Llegan las ayudas por hijo

Dicha ayuda será de 100 euros por hogar al mes en caso de haber hijos de hasta 3 años; de 70 euros por niño de entre 3 y 6 años, y de 50 por cada menor de entre 6 y 18 años.

También será permanente la posibilidad de solicitar la prestación con los ingresos del año en curso, además de haberse elevado los umbrales de renta y patrimonio para estos casos. El objetivo es cubrir con celeridad situaciones de pobreza sobrevenida, sin que el beneficiario se vea obligado a esperar un año para demostrar la caída de ingresos.

Tampoco computarán a la hora de analizar los ingresos, los que las familias con dependientes obtengan por cualquier prestación vinculada a dicha dependencia, lo que facilitará el acceso al IMV, cuya cuantía aumentará un 22 % para los hogares que tengan algún miembro con una discapacidad igual o superior al 65 %.

El rediseño de la prestación también rebaja a dos los años que deben acreditar de vida independiente (hasta ahora eran tres) los jóvenes que soliciten la ayuda. Este requisito no se aplicará a los menores que cumplan su mayoría de edad tras ser tutelados por la Administración. También los desempleados que agoten la prestación y todos los subsidios comenzarán a percibir el IMV inmediatamente, ya que será el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) quien realizará la tramitación.