Aragonès destituye al Mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero del que siempre receló

Cristian Reino REDACCIÓN / LA VOZ

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Víctor Lerena | EFE

A ERC no le gustó su ascenso a mayor ni la restitución tras ser absuelto de sedición

20 dic 2021 . Actualizado a las 21:12 h.

.El Gobierno encabezado por Pere Aragonès trata de romper con el pasado más reciente. El consejero del Interior, Joan Ignasi Elena, formalizó ayer la destitución del mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, una figura asociada al procés y a su buena relación con dirigentes de Junts. El mando policial fue restituido el año pasado al frente del cuerpo autonómico, tras ser absuelto por la Audiencia Nacional en el juicio del procés contra la cúpula policial, acusado de sedición durante los hechos de octubre del 2017. Trapero ha ocupado la máxima responsabilidad en el cuerpo en dos etapas: entre el 2013 y el 2017, y desde noviembre del 2020 hasta la actualidad.

ERC, que esta legislatura controla por primera vez la Consejería del Interior, trata de introducir cambios en el modelo policial, que le exigen sus bases y también sus pactos con la CUP y los comunes. Los republicanos nunca han visto con buenos ojos a Trapero, ni cuando fue ascendido por primera vez a mayor ni en la segunda ocasión, cuando el anterior consejero, Miquel Sàmper, lo restituyó en el cargo. El viaje de Trapero en el mes de agosto a Madrid, con reuniones secretas con el jefe de seguridad de la Casa del Rey, y visitas al Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, fue la gota que colmó el vaso. Además, en ERC no gustaba su negativa a aceptar directrices políticas en la gestión del cuerpo.

El hombre que sustituirá a Trapero será Josep Maria Estela, hasta ahora jefe de la región policial de Tarragona. Estela se dio a conocer recientemente al gran público cuando compareció para dar cuenta de la detención de un exvigilante de seguridad que disparó la semana pasada contra tres excompañeros de trabajo en una empresa en Tarragona y más tarde se atrincheró en una masía e intercambió un tiroteo con la policía catalana.

Trapero fue entronizado como un héroe por el nacionalismo tras la actuación de los Mossos durante los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils (Tarragona) en agosto del 2017. Pero los mismos que lo situaron en un pedestal, lo descolgaron cuando en el juicio en la Audiencia Nacional reveló que había diseñado un plan para detener a Carles Puigdemont si así lo requería la Justicia tras la declaración unilateral de independencia. Sin embargo, al poco de ser absuelto, volvió al cargo que ocupaba antes de que se aplicara el 155 y por el que fueron destituidos los miembros del Gobierno catalán y altos cargos gubernamentales. Era un compromiso de investidura de Quim Torra.

El consejero Joan Ignasi Elena afirmó ayer que con el cese busca nuevos retos y un relevo generacional en el cuerpo. Trapero, dijo, se mantendrá en la estructura de la policía catalana, cuestionada durante el 1-O por su connivencia con el procés y acusada por la izquierda independentista de prácticas poco democráticas cuando intervienen los antidisturbios. Además, el Parlamento catalán ha puesto en marcha una comisión para introducir cambios en el modelo policial.