La luz mueve seis millones de euros por hora

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

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JAVIER BELVER

El mercado mayorista de electricidad de España y Portugal generará este año un volumen de negocio récord de 28.000 millones de euros

21 dic 2021 . Actualizado a las 08:38 h.

El mercado ibérico de electricidad (conformado por España y Portugal) moverá este año una cifra récord de volumen de negocio cercana a los 28.000 millones de euros, más que los que generó en conjunto en los ejercicios del 2019 y del 2020, según revelan los datos que tiene disponibles el operador del mercado ibérico de electricidad (OMIE). Tales cifras son resultado directo de los precios mayoristas que está alcanzando el megavatio hora, que encadenan máximo histórico tras máximo histórico. Así, este martes anotará su segunda marca diaria, con 327,38 euros, que se convertirá en la sexta jornada consecutiva por encima de los 300.

Diciembre lleva camino de convertirse en el mes que más dinero gestionará OMIE. Durante los 21 primeros días movió 3.313 millones, esto es, 157 millones diarios o, lo que es lo mismo, más de seis millones de euros a la hora. Si las cifras se mantienen, el último mes del 2021 cerrará con un volumen económico próximo a los 4.900 millones de euros, un 5,5 % más que los anotados en noviembre, 4.644 millones de euros, que ya fueron máximo mensual histórico y que estuvieron un 408 % por encima a los registrados durante el mismo período del año anterior, según OMIE.

El volumen de negocio empezó a dispararse a partir de junio, al mismo tiempo que empezaba a repuntar el precio mayorista de la electricidad. Alrededor del 80 % de las compras negociadas en los mercados gestionados por OMIE se producen en España; las restantes, en Portugal.

Sistema marginalista

Todos los mercados eléctricos de la Unión Europea funcionan del mismo modo y aplican un sistema marginalista de casación de precios que propicia que la tecnología más cara sea la que marque la cotización final que cobrarán todas las demás, también las más baratas. En la actualidad, la electricidad está disparada precisamente porque también lo están los precios del gas natural, el combustible que utilizan los ciclos combinados para producir. Estas centrales siguen siendo necesarias para cubrir la demanda nacional, sobre todo en los momentos en que las renovables no disponen de recurso para producir. Sin embargo, otras tecnologías que no son los ciclos aprovechan para ofertar su producción casi a coste de gas y obtener así sustanciosos beneficios con su venta en el mercado. Por esto, una práctica totalmente legal a ojos de la Comisión Europea, el Ministerio para la Transición Ecológica creó mediante un decreto una especie de impuesto al gas para las centrales que cobran la energía al precio marcado por esa tecnología. Esta tasa afecta, sobre todo, a nucleares e hidráulicas. El Gobierno pretendía aplicar ese dividendo a toda la energía que pasa a diario por el mercado mayorista para obtener 2.600 millones de euros de recaudación. Y las compañías pusieron el grito en el cielo porque muchas centrales entrarían en pérdidas, alertaron.

A diferencia de lo que ocurre en otros países, en España, todas las empresas que generan electricidad están obligadas a hacer sus ofertas de venta del producto en el mercado diario para que OMIE traslade la previsión de producción del día siguiente al operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE). Pero que las compañías estén obligadas a declarar a diario esa generación no quiere decir que la vendan toda cada día al precio que marque el mercado. Por esa mesa de negociación pasa también la producción vendida a plazo a otros precios más bajos pactados previamente con los grandes clientes. Este fue uno de los argumentos de mayor peso esgrimidos por las grandes compañías del sector (Iberdrola, Endesa y Naturgy) para desmontar la pretensión del ministerio de cobrar el dividendo del gas a toda la electricidad que se negocia en el mercado.

Recortes de beneficio que no son

Y consiguieron que Teresa Ribera modificase el real decreto para dejar fuera de ese descuento sobre los beneficios los contratos a plazo, también los que firman entre sí empresas del mismo grupo (la generadora con la comercializadora). De hecho, ese impuesto ha quedado descafeinado y los ingresos previstos de 2.600 millones no serán tales, aunque el ministerio tampoco maneja nueva previsión de recaudación.