La protección de la tercera dosis disminuye su efectividad contra ómicron después de diez semanas

Gabriela Consuegra
Gabriela Consuegra REDACCIÓN / LA VOZ

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Según un estudio, el refuerzo de Moderna proporcionaría una inmunidad más duradera que la de Pfizer, pero se constata que, en todos los casos, la variante se escapa de la protección que ofrecen las vacunas en la actualidad

25 dic 2021 . Actualizado a las 11:38 h.

Después de analizar datos de 56.066 contagios de ómicron, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido ha determinado que la protección que ofrece la tercera dosis de la vacuna para prevenir una infección por la nueva variante se reduce diez semanas después de haber recibido el pinchazo.

Lo que también determina el análisis del organismo británico es que el refuerzo de la vacuna de Moderna proporciona una inmunidad más duradera con respecto a la tercera dosis de la vacuna de la farmacéutica Pfizer. Y este es un dato que corrobora un estudio de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, y que fue publicado este jueves en la prestigiosa revista científica Nature.

La publicación americana indica que se observó un mayor número de anticuerpos neutralizantes contra la variante ómicron en las personas que reforzaban la pauta con Moderna con relación a aquellas que recibían el tercer pinchazo de Pfizer.

Por otra parte, y sobre la pauta completa, la investigación destaca que las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna proporcionan mejores resultados que las vacunas de adenovirus de AstraZeneca y Janssen. Sin embargo, lo que todas tienen en común según este estudio, es que la protección que ofrecen contra el coronavirus disminuye frente a la variante ómicron. Algo de lo que no están exentas las terceras dosis.

El estudio británico explica lo que sucede cuando se combinan dosis de la vacuna. Así, en el caso de haber recibido la pauta completa con Pfizer y el refuerzo con Moderna, la protección para prevenir la enfermedad puede alcanzar el 75 % y no disminuye de 70 % nueve semanas después de la administración del pinchazo. En cambio, cuando el refuerzo es también con Pfizer alcanza el 70 % durante las primeras semanas, pero 10 semanas después, la eficacia de la vacuna para prevenir la infección sintomática decae hasta el 45 %. O lo que es lo mismo: que de 100 personas vacunadas con el refuerzo de Pfizer, más de la mitad volverían a estar en riesgo en menos de tres meses.

Cuando la pauta completa ha sido con AstraZenaca y se recibe una dosis de refuerzo, los resultados del estudio indican que la protección alcanza el 60 %. Ahora bien, a las nueve semanas se reduce hasta el 35 % si se ha recibido Pfizer y al 45 % si se administró el recuerdo vacunal con Moderna.

Es decir que, partiendo de los datos británicos, la evidencia preliminar indica que ómicron se escapa de la protección que ofrecen las vacunas que hay en la actualidad, por lo que puede generar una infección con sintomatología en quien se contagie. Lo que se constata, según el estudio, es que hay «una reducción de efectividad vacunal del 15% al 25% después de diez semanas». Sin embargo, se desconoce cómo se comportan en este caso las células memoria y si pueden contribuir o no a reforzar la respuesta inmunitaria contra la nueva variante.

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido continuará estudiando la efectividad de las dosis de refuerzo en las próximas semanas, entre otras cosas para analizar los casos en los que la pauta inicial ha sido con Janssen o Moderna, así como la protección en los casos que requieren hospitalización.