La recuperación en el 2022 estará ligada al correcto despliegue de los fondos europeos

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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Alejandro Martínez Vélez

Expertos economistas alertan de que la ralentización del PIB podría erosionar las cuentas públicas de España

03 ene 2022 . Actualizado a las 12:48 h.

Este 2022 puede ser el año de la recuperación de la economía y del tejido empresarial español si se implementan correctamente las ayudas europeas del Next Generation EU y se gestionan los riesgos globales. Es el mensaje que han lanzado un grupo de expertos economistas quienes, no obstante, llaman al Gobierno a no ser autocomplaciente. Advierten de que la incertidumbre «no desaparecerá».

Así se desprende de un informe España 2022. Un año por delante de EY Insights, recogido por Europa Press. En el documento se pone de relieve que las expectativas son favorables, pero los economistas llaman a la acción para acometer reformas, asumir cambios y afrontar transformaciones necesarias para avanzar en un entorno cada día más complejo, logrando así una recuperación sólida a lo largo del 2022. Es, además, un compromiso obligatorio, según se desprende de los acuerdos firmados entre el Gobierno español y Bruselas. No obstante, han avisado de que si se ralentiza el crecimiento económico de España, la evolución de las cuentas públicas podría resentirse. La ejecución de los fondos comprometidos, hasta ahora residual, cobrará mayor protagonismo. 

Reforma laboral

Uno de los compromisos del Gobierno entorno al Plan de recuperación es la reforma laboral, que ya ha entrado en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Sobre la misma, los expertos coinciden en afirmar que la norma puede ser un avance hacia una mayor flexiseguridad. No obstante, han advertido de que hay riesgos de que sea un retroceso en la dirección contraria si se introducen rigideces adicionales en los contratos indefinidos de los empleados que llevan más tiempo y solo se flexibilizan los de los trabajadores que acaban de entrar en el mercado laboral, agrandando la dualidad. 

Con este entorno, los economistas consideran que las empresas necesitan incrementar su competitividad y la digitalización de sus procesos, así como avanzar en la innovación de sus productos y servicios, reforzar sus capacidades financieras y operativas, además de fortalecer sus cadenas de suministro y mejorar su logística. «Pero, sin duda, algo que las empresas españolas requieren para encarar la recuperación económica y su futuro es ganar tamaño», han recalcado en el informe.

Además, los expertos han alertado de que la pandemia ha puesto de manifiesto la escasa diversificación de las cadenas de valor mundiales, especialmente en el suministro de productos y componentes de carácter estratégico. De ahí que se haya acelerado un fenómeno definido como «glocalización», es decir, la adaptación de los patrones globales a las condiciones locales. Así, aumenta el número de empresas que se plantean diversificar sus centros de producción tanto a nivel nacional como internacional, con el objetivo de minimizar riesgos y garantizar el suministro a sus mercados objetivos.

Impacto por el aumento de costes

Todo ello ha estado condicionado este año también por los problemas en las cadenas globales de valor, así como por el incremento de los precios de la energía. Sobre esto, los expertos han asegurado que algunos de los desajustes en el comercio mundial empiezan a suavizarse, como reflejan los últimos datos del Índice PMI de precios pagados de la Industria de la eurozona, la cotización de los metales o el coste global del transporte marítimo.

Sin embargo, los economistas han avisado de que si se prolonga el ciclo alcista de costes en el resto de ámbitos no solo frenará la recuperación, sino que además complicará el manejo de la política macroeconómica, elevando el riesgo de un endurecimiento prematuro de las condiciones de financiación para España si el BCE decide pisar a fondo el freno en las compras de deuda soberana. 

De su lado, en el informe se señala que el repunte de la inflación el pasado año ha sido más intenso y duradero de lo esperado pero las previsiones apuntan a una presión inflacionista moderada a medio plazo. De ahí la conveniencia de que la política monetaria mantenga un enfoque paciente a la hora de valorar una eventual revisión de su actual tono acomodaticio, con el fin de estabilizar la tasa de inflación a medio plazo en el nivel objetivo del 2%.

En el informe han participado Manuel Muñiz (IE University), Raymond Torres (Funcas), Paz Guzman (Comisión Europea en España), Óscar Arce (Banco de España), Ángel de la Fuente (Fedea), Rafael Doménech (BBVA Research), Ignacio de la Torre (Arcano), Alicia Coronil (Singular Bank) y Mercedes Pizarro (Círculo de Empresarios).