La oposición laborista advierte a Boris Johnson de que sus días en Downing Street están contados

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

El primer ministro británico, Boris Johnson, este miércoles, en la Cámara de los Comunes
El primer ministro británico, Boris Johnson, este miércoles, en la Cámara de los Comunes REUTERS TV

La ausencia del líder opositor, Keir Starmer, confinado por coronavirus, no rebajó el tono de una bronca sesión de control al Gobierno británico en la Cámara de los Comunes

05 ene 2022 . Actualizado a las 19:12 h.

Los diez días de receso navideño no han sido suficientes para calmar los ánimos en el Parlamento británico. Así lo comprobó este miércoles el primer ministro, Boris Johnson, quien vio cómo en la primera sesión de control al Gobierno del año la oposición laborista no le ha dado un respiro y ha querido sacar provecho de las divisiones y el malestar que hay en el Partido Conservador para poner en duda su futuro político.

«He escuchado en el patio que podría haber una vacante para primer ministro muy pronto, así que tal vez debería ponerme las pilas», le espetó al premier Angela Rayner, vicepresidenta de la principal formación opositora. Rayner se hizo así eco de las versiones que aseguran que diputados y líderes tories están disconformes con el desempeño del mandatario, en especial por su manejo de la ola de escándalos de corrupción que sacudieron al partido a finales del año pasado, y, por ello, estarían pensando en impulsar una moción contra él en los próximos meses para desalojarlo del 10 de Downing Street.

Johnson replicó el ataque apelando a las notorias diferencias que Rayner ha tenido con el líder laborista, Keir Starmer. «Sabemos qué puesto de trabajo está buscando usted y le deseo la mejor de las suertes», respondió con una sonrisa.

Sin embargo, esto no frenó a su interlocutora, quien consideró justificado el malestar de los conservadores, pues calificó al gobernante de «incompetente» e «indolente». La dirigente opositora acusó al premier de no preocuparse por la ola inflacionaria que azota al Reino Unido y, como muestra, le recordó que en octubre dijo que no estaba preocupado por el alza de los precios. El primer ministro negó la acusación, a pesar de que hay vídeos que lo certifican. «La inflación es algo a lo que hay que estar siempre atento […]; nosotros hemos aumentado los salarios y daremos ayudas para que las personas puedan calentar sus hogares», replicó.

La sensación del malestar de los conservadores con Johnson se reforzó al finalizar la sesión, cuando la ex primera ministra Theresa May criticó al Gobierno por no tomar más medidas contra el covid-19. 

Ausencias y estrenos

Rayner fue la encargada este miércoles de representar al laborismo en la Cámara de los Comunes debido a que el líder de la formación, Keir Starmer, no pudo asistir a la sesión por haber dado positivo en coronavirus.

En esta bronca sesión de control al Ejecutivo se estrenó también Helen Morgan, la política liberal demócrata que el pasado diciembre hizo historia al arrebatar a los tories el escaño de North Shropshire. La parlamentaria exigió al ministro de Sanidad, Sajid Javid, una reunión para abordar la escasez de ambulancias que sufre el país.