Lanzan un mensaje de unidad de cara al nuevo ciclo electoral
10 ene 2022 . Actualizado a las 19:26 h.Con las elecciones de Castilla y León convocadas para el próximo 13 de febrero y las autonómicas andaluzas, todavía sin fecha oficial, pero ya a la vuelta de la esquina, el PP busca que se mitigue el ruido que se ha ido originando durante los últimos cuatro meses como consecuencia del enfrentamiento entre la dirección nacional del partido y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Conscientes de que la división aleja al electorado, Génova y Sol, la sede del Gobierno autonómico madrileño, han alcanzado un pacto de no agresión para no perjudicar al partido en las urnas. La tregua se escenificó ayer a la llegada de la presidenta regional para protagonizar un desayuno informativo en un céntrico hotel de la capital, donde entró arropada por el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Se trata de una foto de unidad buscada, especialmente cuando el número dos del partido fue la persona con la que Ayuso mantuvo los choques más públicos y más directos, que la llevaron a bloquearlo recientemente en uno de sus teléfonos móviles.
En su intento por impedir que la presidenta madrileña se haga también con el liderazgo del partido a nivel autonómico, García Egea actuó siempre con el beneplácito de Pablo Casado, que ayer no pudo sumarse a la foto de la concordia por encontrarse aislado, tras haber sido diagnosticado positivo por coronavirus.
La intención de Génova es aparcar el proceso de primarias en el que Ayuso pretende dar la batalla por el PP de Madrid hasta después de los procesos electorales, aunque en los estatutos se recoge que en las comunidades uniprovinciales deberán resolverse dentro del primer semestre del año. Mientras tanto, Ayuso presiona para que se convoque cuanto antes y, en caso de conseguir el control del aparato regional del partido, contar con el tiempo suficiente para organizar las municipales previstas para la primavera del 2023.
Más que una puesta en escena
El mensaje de unidad de ayer no consistió solo en la puesta en escena, ya que tanto García Egea como Ayuso cerraron filas con sus declaraciones. El número dos del PP contextualizó la disputa interna como un «intento» de otras fuerzas políticas por desestabilizar a su partido, asegurando que será una táctica a la que recurrirán «todo este año», pero garantizando que el PP es «un partido unido y cohesionado». «Le mando un mensaje de desánimo a nuestros adversarios políticos. Aquí hay un PP que os va a hacer frente porque el PP va a ganar todas las elecciones que se convoquen en España a partir de este momento», pronosticó.
Ayuso fue incluso un paso más allá, y buscó un cierre de filas con Casado, tratando de espantar sus miedos a que algún día acabe por moverle la silla: «Mi única labor va a ser estar al lado del presidente del PP, Pablo Casado, para que junto al resto de presidentes autonómicos, de la dirección nacional, de los diputados y senadores de mi partido, él llegue lo antes posible a encabezar este cambio tan necesario para España», deseó. La presidenta madrileña insistió también en que la situación interna de su formación es de «total normalidad», puntualizando que sus únicos adversarios políticos se encuentran fuera del partido en el que milita.
Una «fábrica» de liderazgos
A García Egea se le preguntó también por algunas encuestas publicadas recientemente en las que los simpatizantes populares señalaron a algunos barones, como el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, o la propia Ayuso, como más idóneos para dirigir la organización política. Su número dos se limitó a afirmar que desde la llegada de Casado a la planta noble de Génova, en el verano del 2018, el PP se ha convertido en «una fábrica de líderes».
El encargado de presentar el desayuno informativo fue el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, a quien Ayuso le auguró que le iría «muy bien». «Sabes lo que necesita tu tierra y sabes que cuentas con Madrid», dijo la dirigente popular, que pareció dejar una pequeña cuña al final, diciendo que los comicios «son el verdadero examen» y los que «te hacen libre».