David Sassoli, un periodista vocacional, fumador empedernido y europeísta radical

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

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El fallecido David Sassoli, en una imagen de archivo.
El fallecido David Sassoli, en una imagen de archivo.

Dio el salto a la política en el 2007, en el ala católica del Partido Demócrata italiano

11 ene 2022 . Actualizado a las 17:33 h.

Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, fue contundente sobre la inesperada muerte del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli (Florencia, 1956): «Echaré de menos su sonrisa y su amabilidad». Porque el buen talante del italiano era tan conocido como su pasión por los cigarrillos y por su familia.

Sassoli era periodista vocacional. Trabajó en numerosos medios de Italia y le tocó ser testigo de grandes hitos del europeísmo, una de sus pasiones. Célebre fue la foto que colgó de la caída del muro de Berlín, donde posó con martillo y cincel la noche del derrumbamiento.

Dio el salto a la RAI a comienzos de los 90, primero como reportero y enviado especial a los puntos calientes de la información y más tarde como presentador de su telediario estrella, a partir de 1996.

Su paso a la política se produjo en el 2007, coincidiendo con la fundación del Partido Demócrata. Encuadrado en el ala católica de la formación, aceptó encabezar la lista para las europeas del 2009 y empezó a ganar crédito dentro de la familia de los diputados socialistas en Bruselas.

Intentó ser alcalde de Roma aprovechando ese tirón, pero fracasó ante el empuje de los populistas y regresó a Bruselas para ser reelegido en el 2014 y en el 2019. En el 2014 fue promocionado a vicepresidente del Europarlamento. Y cinco años después, por sorpresa, accedió a la presidencia de la institución con el apoyo de los principales partidos socialistas europeos y desbancando al búlgaro Serguéi Stanishev, presidente de su formación y teórico favorito para el cargo.

Su extraordinario talante no le libró de las polémicas. Así, fue protagonista involuntario del desafío secesionista catalán al tener que retirar la condición de eurodiputado a Oriol Junqueras, tras las diferentes sentencias dictadas en España sobre el caso. Y cada pocos meses debe hacer frente a los intentos de Carles Puigdemont de utilizar las instituciones comunitarias para sus intereses particulares.

Pero Sassoli, apasionado de la música clásica y de la Fiorentina de fútbol, era también el amable interlocutor de todos los que buscaban un amigo en Bruselas. Así, por ejemplo, es el más alto cargo que ha recibido a Pablo Iglesias o Yolanda Díaz en la capital de la UE, para disgusto a veces de sus propios compañeros socialistas, disconformes con algunos de los mensajes salidos de aquellas minicumbres.

Sus creencias religiosas y el credo socialdemócrata le llevaron a impulsar políticas de apoyo a los jóvenes, a los migrantes y a los más desfavorecidos. Deja dos hijos, Giulio y Livia, y una esposa, Alessandra Vittorini, que es una de las responsables de la reconstrucción de L'Aquila, la ciudad del centro de Italia que fue devastada por un terremoto cuando Sassoli se encontraba en plena campaña para su primera elección como eurodiputado.