La policía británica investiga las fiestas celebradas en Downing Street en los confinamientos

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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TAYFUN SALCI | EUROPA PRESS

Johnson se encuentra de nuevo en aprietos tras revelarse que su secretario invitó a más de 100 personas a «tomar unas copas» en la residencia oficial

11 ene 2022 . Actualizado a las 20:00 h.

 Los frentes de batalla se le multiplican a Boris Johnson. Así el primer ministro ya no solo tiene que enfrentar a una crecida oposición laborista y la posibilidad de que desde su partido busquen desalojarlo del poder a medio plazo, sino que también podría enfrentar a la policía. Scotland Yard, la Policía Metropolitana de Londres, anunció este martes que comenzó a recabar información para determinar si desde el despacho del mandatario se infringieron las restricciones impuestas por él mismo para enfrentar el covid-19; y se celebraron fiestas durante los confinamientos impuestos en el 2020.

«El Servicio de la Policía Metropolitana es consciente de las informaciones ampliamente difundidas respecto a presuntas violaciones a las regulaciones de salud pública, ocurridas el 20 de mayo del 2020 en Downing Street, y está en contacto con la Oficina del Gabinete», anunció un portavoz del organismo de seguridad a la prensa local.

La decisión policial se produce horas después de que la prensa difundiera un correo electrónico que el secretario privado de Boris Johnson, Martin Reynolds, envió el 20 de mayo del 2020 a cerca de 100 personas y en el que las invitaba a una reunión en los jardines de Downing Street. La BBC asegura tener constancia de que al menos 30 personas atendieron la invitación y que entre ellos estaban el primer ministro y su esposa, Carrie Symonds.

«Hola a todos, después de lo que ha supuesto un período de mucho trabajo, he pensado que estaría bien sacar partido de este tiempo tan maravilloso y tomar unas copas, con la distancia social debida, en el jardín del número 10 (de Downing Street) esta tarde. ¡Traigan sus propias bebidas!», escribió el funcionario. La revelación se suma a la serie de acusaciones que el mes pasado surgieron sobre las fiestas y reuniones sociales, celebradas durante el confinamiento previo a la Navidad del 2020 y que habrían tenido lugar en la sede del Gobierno. Para acallar estas denuncias Johnson designó a Sue Gray, segunda secretaria de la Oficina del Gabinete, para investigar los hechos.

Jarro de agua fría

La explosiva información le aguó la fiesta a Johnson, quien el lunes anunció a los cuatro vientos que la Comisión de Estándares del Parlamento descartaba investigar las polémicas remodelaciones que el premier ordenó hacerle a su piso privado en Downing Street. Este era otro de los escándalos que venían provocándole disgustos al gobernante conservador desde hacía meses.

En lo que parece un intento por evitar más versiones contradictorias, desde el Ejecutivo han rechazado pronunciarse sobre el caso y han dejado en manos de Gray cualquier pronunciamiento. Así Johnson ha declinado hacer nuevos comentarios y el ministro de Salud, Ed Argar, se limitó este martes a decir que «es comprensible que los ciudadanos estén molestos y enfadados» con estas informaciones.

La oposición, por su parte, aprovechó la revelación para exigir al mandatario que comparezca ante el Parlamento. «El primer ministro no puede correr y esconderse. Él tiene que responder (…) Tiene que explicar si estaba en la fiesta y cómo justifica todas las cosas que dijo en la Cámara de los Comunes en relación a que [en Downing Street] no se rompieron las reglas y que él no hizo nada malo», declaró a la BBC el laborista Ed Milliban.