Isabel II despoja al príncipe Andrés de sus títulos militares y patronatos reales por el escándalo Epstein

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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JULIEN WARNAND

La BBC indica que el duque de York no recibirá el título de alteza real y la casa real señala que «llevará a cabo su defensa como un ciudadano privado»

14 ene 2022 . Actualizado a las 13:49 h.

Isabel II ha adoptado una decisión que supone crear un cordón sanitario en la monarquía inglesa y que afecta al que supuestamente es su hijo favorito ante el horizonte judicial que se avecina y ante la presión de la opinión pública. El Palacio de Buckingham ha anunciado este jueves que los títulos militares y los patronatos reales del príncipe Andrés, involucrado en un caso de supuestos abusos sexuales a una menor de edad en el marco de la red del magnate Jeffrey Epstein, se le han retirado y han sido devueltos a su madre, la reina, que los otorgará a otros miembros de la familia real. En un comunicado difundido este jueves, la casa real también ha señalado que el duque de York «continuará sin realizar labores públicas y llevará a cabo la defensa de su caso como un ciudadano privado». Según una fuente del Palacio de Buckingham, citada por la BBC, tampoco recibirá el tratamiento de alteza real de modo oficial, según recoge la agencia Europa Press. Un juez de Nueva York rechazó este miércoles archivar la denuncia presentada contra el príncipe Andrés. La denunciante, Virginia Giuffre, alega que el príncipe abusó de ella cuando tenía 17 años, víctima presuntamente de las prácticas de trata de personas organizadas por Epstein, que se quitó la vida en prisión después de ser detenido en el año 2019. Por lo tanto, hay luz verde para que el noble se enfrente a una demanda civil por agresión sexual.

La decisión de la reina británica llega, según publica el periódico The Guardian, horas después de que más de 150 veteranos militares le escribieran una carta abierta dirigida a Isabel II, en calidad de jefa del Estado y de comandante en jefe del ejército, para pedirle que retirara de sus títulos militares al duque, considerando la situación «insostenible». «Si se tratara de cualquier otro oficial militar de alto rango sería inconcebible que todavía estuviera en el cargo», apuntan en el escrito. Poco después la familia real inglesa difundía su breve comunicado de 42 palabras considerado por los medios británicos tan conciso como brutal.

El Daily Mail ha publicado que el duque de York fue convocado para una reunión con Isabel II en el Palacio de Windsor. Según el citado diario, que cita fuentes cercanas a la familia real, el hijo de la monarca acudió con en coche a la residencia con su abogado personal, Gary Bloxsome, pero al letrado no se le permitió entrar en el recinto y se quedó sentado en su coche mientras se producía el encuentro, que duró unos noventa minutos. Este medio británico señala también que la decisión de la retirada de los títulos y patronatos fue «ampliamente discutida» dentro de la familia y que se trata de «garantizar la supervivencia de la familia real a toda costa». Políticos de York piden que se le retire también el título de duque para que el noble no esté vinculado a la ciudad.

El príncipe, de 61 años, ha negado las acusaciones de forma recurrente y ha tratado de tumbar la denuncia civil presentada por Giuffre, apelando como principal argumento a un pacto extrajudicial suscrito por la demandante y por Epstein en el 2009 y según el cual la víctima habría acordado no emprender ninguna acción legal contra otras personas. La decisión del juez implica que los abogados del hijo de Isabel II deberán presentar las pruebas solicitadas por la acusación en caso de que decidan seguir haciendo frente a la denuncia y no opten por un acuerdo, lo que podría demorar meses e incluso años el proceso. Existiría la posibilidad de que el príncipe Andrés alcanzara algún tipo de acuerdo extrajudicial con Giuffre que incluyera una apreciable compensación económica para evitar así el proceso en los tribunales, pero los abogados de ella, que sufrió los presuntos abusos cuando era menor de edad, han rechazado esta posibilidad en ocasiones anteriores. El diario The Independent ha publicado que el duque de York intenta vender una mansión que posee en Suiza y que estaría valorada en más de veinte millones de euros para disponer de dinero para su defensa legal.

Giuffre ha manifestado su satisfacción por el hecho de que no se haya cerrado la vía judicial en su caso. Ha escrito en su cuenta de Twitter: «Estoy contenta por tener la oportunidad de seguir exponiendo la verdad y estoy profundamente agradecida a mi extraordinario equipo legal. Su determinación me ayuda a buscar justicia haca aquellos que me lastimaron a mí y a tantos otros. Mi objetivo siempre ha sido demostrar que los ricos y poderosos no están por encima de la ley y deben rendir cuentas».

El príncipe Andrés ya renunció en noviembre del 2019 a sus funciones públicas como miembro de la familia real británica, después de una polémica entrevista en la BBC en la que intentó marcar distancias con la trama de Epstein. Su intervención en el canal público británico no tuvo el éxito deseado por el vástago de Isabel II y no propició el lavado de cara que deseaba. Lo negó todo, pero los medios de su país fueron muy críticos con las explicaciones del duque.

Recientemente fue condenada Ghislaine Maxwell, mano derecha y amante de Epstein, que fue culpable de cinco cargos relacionados con el tráfico sexual de menores de edad. Un jurado de Nueva York consideró probado que Maxwell fue una pieza clave en la red de Epstein, determinando que ella se ocupaba de seleccionar y captar a las niñas ganándose su confianza y engañándolas para que el millonario posteriormente abusara de ellas.

Ahora, como parte de este escándalo y sin poder enterrar el caso, el duque da un paso más en su pérdida de estatus en la casa de Windsor, que va se. El tratamiento de alteza real también le fue retirado al príncipe Harry y a Meghan Markle cuando estos decidieron no formar parte de la familia real, con cada vez un núcleo duro más definido.