Villarejo matiza la responsabilidad del CNI en los ataques del 17A y dice que no querían un atentado

Redacción LA VOZ

ACTUALIDAD

La Delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, en una imagen de archivo
La Delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, en una imagen de archivo Marta Perez

Siete partidos solicitan que se abra una comisión de investigación en el Congreso

13 ene 2022 . Actualizado a las 08:51 h.

El comisario jubilado José Villarejo se vio obligado ayer a matizar sus declaraciones del día anterior en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por el llamado caso Tándem, cuando insinuó que los atentados del 17A en Barcelona y Cambrils (Tarragona) fueron consecuencia de un «error grave» del exdirector del CNI Félix Sanz Roldán, quien, según su versión, «calculó mal las consecuencias por darle un pequeño susto a Cataluña».

Tras desatar una auténtica polvareda de reacciones de todos los partidos —siete solicitaron la apertura de una comisión de investigación—, ayer, Villarejo matizó que la intención no sería provocar un atentado y que lo que pasó es que «se le fue de las manos» al morir el líder de la célula, el imán del Ripoll, al que, según él, tenían controlado los servicios de inteligencia españoles. Aseguró que probablemente la intención en absoluto fuera provocar un atentado, pero sí dar la apariencia del riesgo para que Cataluña sintiera la necesidad de la protección del Estado», recoge Efe.

Aún así, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, afirmó que las palabras de Villarejo no tienen credibilidad. Lo mismo opinó el consejero de Interior catalán, Joan Ignasi Elena, quien puso en duda la «credibilidad» de «un individuo» como Villarejo, aunque sí ve necesaria «una explicación».

«No entiendo que haya instituciones, que haya incluso personas individuales que le den credibilidad a este señor. El atentado del 17 de agosto fue lo más terrible que ha vivido esta ciudad y Cataluña en los últimos tiempos», aseguró Cunillera en una rueda de prensa telemática desde la Delegación del Gobierno. «No tienen más explicación que las ganas de liarla», dijo.

Cunillera expresó su «sorpresa» por la reacción de la Generalitat, y más teniendo en cuenta, apuntó, que la investigación la lideraron los Mossos. «No podemos hacer es faltarle al respeto a las víctimas, a los cuerpos de seguridad», concluyó.

Y es que el presidente Pere Aragonès exigió al Estado que «esclarezca la verdad» y encargó a los servicios jurídicos de la Generalitat que «estudien» las posibles «acciones legales» que puedan emprenderse. Su vicepresidente, Jordi Puigneró, advirtió de que el asunto puede terminar en los tribunales internacionales.

De momento, siete partidos han pedido la creación en el Congreso de una comisión de investigación. Junts, ERC, CUP, Bildu, PDECat, BNG y Més Mallorca consideran lo dicho por Villarejo «una acusación grave de colaboración del CNI con células terroristas yihadistas y la utilización del terrorismo de Estado contra población civil por parte de los servicios de inteligencia y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado». La Audiencia Nacional no halló en su día evidencias que apuntaran a un vínculo del imán con el CNI.