El exjefe de ETA David Pla se integra en la dirección de Sortu, que apuesta por la «liberación nacional»

Adolfo Lorente COLPISA | BILBAO

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H. Bilbao | Europa Press

El equipo de dirección encabezado por Arkaitz Rodríguez obtiene un respaldo del 89% y reitera su apuesta por un Estado vasco

22 ene 2022 . Actualizado a las 19:22 h.

David Pla ya forma parte del núcleo duro de la nueva dirección de Sortu y asumirá el área de orientación estratégica. El último jefe de ETA, uno de los encargados de leer el comunicado con el que la banda puso punto final a la violencia en el 2011, se ha situado de forma oficial en la sala de máquinas de la izquierda aberzale. Hasta ahora no disponía de ningún cargo orgánico, pero era uno de los grandes referentes.

Sortu, formación integrada en EH Bildu, ha desarrollado este sábado en Bilbao, bajo el lema «Independentziarako Indarra», la asamblea de clausura de su III Congreso en el Frontón Bizkaia, donde se ha elegido a la nueva dirección. La militancia ha elegido así el nuevo Consejo Nacional de Sortu, cuya candidatura ha obtenido un apoyo del 89 % de los votos (5 % de noes y 6 % en blanco). Además, el resto de candidaturas han logrado un apoyo superior al 91 % de los votos.

De este modo, Pla será a partir de ahora responsable del Marco de Orientación Estratégica y vicesecretario general tercero, dentro de un equipo formado por cinco mujeres y cinco hombres para dirigir el partido desde la Secretaria Nacional. El último jefe de ETA tuvo un papel destacado en los estertores de la banda. Él mismo ha reconocido que fue uno de los encapuchados que leyó el comunicado decisivo de hace una década. Junto con Josu Urrutikoetxea, «Josu Ternera», e Iratxe Sorzabal, formó la delegación que ETA envió a Noruega para abrir conversaciones con el Gobierno español a finales del 2011. Tras varios meses en Oslo sin recibir respuesta de Mariano Rajoy, el Ejecutivo escandinavo les invitó a abandonar el país.

La Justicia francesa ordenó su detención en el 2015 y fue condenado por asociación de malhechores. Salió de la cárcel en el 2019, fue entregado a España en febrero del 2020 y solo seis días después de ser puesto a disposición de las autoridades judiciales, la Audiencia Nacional decidió dejarle en libertad al considerar que no tiene causas pendientes.

Desde entonces su reintegración en la vida civil de la izquierda aberzale es total. De hecho, ya participó de forma activa en las protestas contra la cumbre del G-7 que se celebraron en Hendaya en agosto del 2019 y ayudó a socializar entre las bases durante el pasado verano la ponencia oficial y convencer a los militantes de que «despacharan» el texto alternativo de Joseba Álvarez.

Nacido en Pamplona en 1975, a Pla se le ha podido ver de forma habitual en la sede de Sortu en la capital navarra. La coincidencia estratégica entre la dirección de Sortu, y por extensión de Bildu, con el exjefe de ETA viene de lejos. La decisión de apostar por las vías políticas adoptada hace una década por la izquierda aberzale se tomó de la mano de la cúpula de la banda. No hubo ruptura, sino coincidencia de análisis. O lo que es lo mismo, dirigentes como Arkaitz Rodríguez, Arnaldo Otegi, Rafa Díez y Etxeberria, hoy con papeles clave en las direcciones de EH Bildu y Sortu, encontraban un apoyo total en Pla, en esos momentos jefe del «aparato político».

Numerosos sectores de Sortu consideran que su entrada en la ejecutiva serviría para cohesionar las filas. Los más críticos, sin ver mal su figura, creen que meter un exjefe de ETA en la dirección de Sortu generaría un ruido innecesario.