Apuesta por duras sanciones tras motivar una reacción airada del presidente ucraniano con unas declaraciones
24 ene 2022 . Actualizado a las 08:28 h.Joe Biden, que cumple ahora un año en la Casa Blanca con su popularidad en caída libre y que también se juega mucho en esta crisis, ha advertido que responderá de forma contundente si Rusia invade Ucrania. Pero hace unos días dijo que otra cosa sería si se tratara de una «incursión menor», lo que dejaba entender que eso sí sería aceptable. Esto motivó la reacción airada del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Y la Casa Blanca tuvo que rectificar.
¿Hace bien Biden amenazando a Moscú? Para Peredo, «Biden no ha amenazado con la intervención, ha señalado las consecuencias de una acción armada rusa en un territorio soberano como es Ucrania». Y añade: «Si además, esa intervención comporta una amenaza para países miembros de la OTAN, la intervención de la alianza no es una amenaza, es una exigencia contemplada en el tratado de la organización».
Por tanto, «Biden no amenaza, sencillamente expone a la opinión pública internacional el terreno legal, político y estratégico en el que Putin está entrando». «Las amenazas de Biden han sido más bien de índole económico, las sanciones sí son una amenaza que no está previamente establecida por un tratado, sino por la voluntad política de los países que las ponga en funcionamiento».
Biden apuesta por sanciones
Según Núñez de Prado, «Biden juega en realidad más a las sanciones severas que pueden debilitar la economía rusa que a la intervención, aunque haya declarado que está convencido que va a haber invasión en Ucrania». Por tanto, considera que, «dado el momento interno problemático que está viviendo, el presidente estadounidense no parece que se plantee en serio una respuesta armada». La experta advierte, en todo caso, que «el problema es que hacer previsiones cuando tienes enfrente a alguien que no sabes realmente hasta dónde quiere llegar está difícil». Pero, recuerda, «no olvidemos que el escenario es Europa, no Estados Unidos, y que la historia nos demuestra que Washington solo interviene militarmente cuando se ha llegado ya a una situación límite en la que, de seguirse esa línea, podría ser un desastre para todos».
