Inocencio Arias: «Ver a un Gobierno pactando con los que quieren romper España alimenta a Vox»

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

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Inocencio Arias, exembajador de España ante la ONU
Inocencio Arias, exembajador de España ante la ONU CESAR QUIAN

El exdiplomático defiende que habría que dejar volver a Juan Carlos, quien «hizo grandes cosas por España y que muera como un apestado, en fin»

02 feb 2022 . Actualizado a las 17:48 h.

Inocencio Arias, (Albox, Almería, 1940) es el diplomático español más mediático y polifacético. Ocupó cargos con UCD, PSOE y PP en Bolivia, Argelia y Portugal y fue el representante de España ante la ONU durante la guerra de Irak (2003), profesor universitario, subsecretario de Exteriores, secretario de Estado, directivo del Real Madrid, escritor…. y ministro en la ficción, de la mano de José Luis Garci en Holmes & Watson. Llega a A Coruña para presentar su última obra: Esta España nuestra. Mentiras, la nueva Guerra Fría y el tahúr de Moncloa.

—Trabajó con cinco jefes de Gobierno ¿con cuál se quedaría?

—He trabajado muy a gusto con Suárez, Calvo-Sotelo, Felipe González y Aznar. Y con Pedro Sánchez no me habría entusiasmado trabajar. Me habría puesto en momentos muy violentos, sobre todo en la pandemia, el día de la manifestación feminista del 8 de marzo y, sobre todo, en el tema del catalán, que pone nervioso a María Santísima. El que me dio el punto más alto fue Zapatero. Hizo que me sacaran los colores en Estados Unidos en un par de ocasiones porque estábamos haciendo el ridículo.

—¿A qué ocasiones se refiere?

—La forma cómo retiró las tropas de Irak . A un diplomático español destinado en Estados Unidos como estaba yo le daba vergüenza, no porque no tuviera derecho a retirarlas. En algún coloquio en Estados Unidos he tenido que decir que si él retiró las tropas de Irak es porque España es un país soberano y él había estado en contra de al guerra y no había nada que objetar. Pero me replicaban, ‘pero mire usted las ha retirado prácticamente sin avisar, por tanto ha dejado descubiertas otras tropas que estaban con ellos, los italianos o los polacos'. Y, por otra parte, me sacaban los colores porque sabían que yo había sido embajador en la ONU unos años antes, y me decían: ‘usted sabe muy bien que las está retirando porque le da la gana, pero no porque las tropas estaban en situación ilegal según la ONU'. Usted sabe muy bien, me decían, que la ONU votó que la presencia de las tropas era totalmente legal. Y claro llevaban razón. Yo lo sabía muy bien porque el día que se votó eso yo estaba en la ONU en el Consejo de Seguridad y yo vi cómo los 15 países votábamos porque las tropas que habían llegado a Irak durante la guerra, la ONU decía que se quedaran y que vinieran otras. Claro... si los zapateriles iban diciendo que España no podía permitir que sus tropas estuvieran en un sitio que no permitiera la ONU. Me dejaron con el culín al aire.

La otra ocasión clara fue cuando fue a la frontera de México con Estados Unidos e hizo unos comentarios sobre el muro, el muro que iba a levantar Trump, ridiculizándolo y diciendo cursilerías como no hay muro que pueda destruir la amistad entre los pueblos y claro a mí me dijo un americano ‘¿Pero ustedes no tienen un muro en Ceuta y Melilla? A mí me pilló. Y además: ‘Su presidente hace poco ha agrandado la valla, ¿cómo mierda se atreve a venir aquí a insultarnos? Si él tiene un muro y lo ha agrandado y viene aquí a decirnos que no tenemos derecho a hacer un muro, Su presidente de qué va, me dijo.

—¿Qué opina del Gobierno de coalición?

—Es una coalición montada estrictamente porque Sánchez quiere estar en el poder al precio que sea. Sánchez pactaría con Bin Laden. Y si hubiera en España un partido islámico del peor islamismo, el de Bin Laden, que tuviera dos o tres diputados y los necesitara para estar en el poder, pactaría con él. Son los escrúpulos democráticos de Sánchez, para formar Gobierno y mantenerse en el poder con personas que no solo quieren destruir la unidad de España, sino que lo han intentado, se les ha indultado y han dicho que lo volverían a hacer.

—Llama tahúr a Sánchez.

—Es el presidente de los últimos 150 años con menos escrúpulos porque miente como un bellaco: en su tesis, en su libro, en los muertos de la pandemia, en el comité de expertos, en los fondos de Europa, en el estado de alarma, dice que no va a pactar con Bildu y pacta, dice que no podía dormir de pensar que entrase Iglesias en el Gobierno y lo dejó entrar. Es un mentiroso contumaz. Y va a permitir que los catalanes le hablen de hacer un referendo o de indultar a Puigdemont.

Aquí no cabe un referendo sobre la unidad de España. Yo si tengo que sentarme con los separatistas, les digo: ustedes no son de igual a igual, yo soy el Gobierno de todos los españoles, ustedes son de una parte de España. Yo, de sentarme voy con la bandera de España en la corbata y les digo que el que me hable en esta mesa de cómo puede Cataluña hacer un referendo para ser independiente, me levanto y se acaba la conversación. Ningún país democrático acepta eso,

Sánchez acepta que se discuta y acepta que no se enseñe el español en Cataluña. Es la única nación del mundo que pasa eso. Es inadmisible que lo permita el Gobierno.

—¿Cómo interpreta el auge de la extrema derecha en Europa? El Chega portugués pasó de 1 a doce escaños el domingo 

—Allí aún sigue siendo de una influencia reducida. Aquí, si me está preguntado por Vox, le diré que el crecimiento de Vox, y no va a bajar, está basado principalmente en el problema catalán y en la forma cómo Sánchez maneja el Gobierno. Es decir, para la gente de Vox, el tema catalán tal y como está manejado por el Gobierno es blasfemo. Y luego ver a un Gobierno de un partido democrático pactando con Bildu es lo que alimenta a Vox. Vox, si el presidente del Gobierno fuera Felipe González o Alfonso Guerra, primero no habrían pactado con comunistas y con gente que era de los de ETA y no habrían pactado continuamente y metiéndose en la cama a diario con los que quieren romper España. Eso es lo que alimenta a Vox. Vox crece con Pedro Sánchez. El que el Gobierno esté acercando a los presos etarras eso es un voto para Vox. Ese plan preconcebido, porque es la promesa que le han hecho al PNV y a Bildu, eso le da votos en mi pueblo, en Extremadura, en Cádiz, en Salamanca, eso es obvio.

—¿Cómo ve la guerra de los fondos europeos, el PP criticando la gestión y Europa alabándola?

—Si la mayor parte de los países europeos no hubiesen creado un organismo más o menos independiente para controlar el manejo de los fondos yo pensaría que la derecha está pataleando, ahora si somos de los pocos que han dejado la cosa en manos del Gobierno, uno cómo puede fiarse de que van a distribuir equitativamente y no de que van, como parece que ya están haciéndolo, dándole más a instituciones y ciudades manejadas por la izquierda que a las manejadas por la derecha. Es que de Sánchez uno no se puede fiar. Sánchez no es fiable. Lo mismo que no se fían de él Estados Unidos porque tiene comunistas en el Gobierno, nosotros no podemos fiarnos de que maneje los fondos de una forma equitativa y justa. Yo no me fío de Sánchez, ni de los de Podemos. Sánchez, por mantenerse en el poder, Y los comunistas, porque se creen que ellos llevan razón. No me fío de Podemos, son la ley del embudo. Ellos pueden hacer escraches, pero a ellos no se les pueden hacer. Ellos pueden controlar la televisión, pero la prensa burguesa, como ellos dicen, eso es malo para el país. ¿Es que estamos buscando una dictadura comunista?

—¿Cree que Juan Carlos I debería volver a España?

—Si él quiere volver, habría que dejarlo y desde luego si tiene algo de qué responder, que responda y si hay que multarlo que se le multe. Yo he pasado muy buenos ratos con él. Creo que ha hecho grandes cosas para España, pero si ha cometido un desliz y la Justicia lo prueba, que lo pague. Por eso lo han alejado de España. Pero que se muera en el extranjero, exilado como un apestado, y además olvidando todo lo que ha hecho por España, en fin. A mi me ha pillado en momentos delicados de la Transición y yo he visto lo que hacía. Vi cómo paraba el golpe de Estado. El golpe de Estado lo paró él, no lo paró otro, porque la democracia la trajo él, pero con otros. Él solo no la trajo, pero el motor principal fue el rey. Me acuerdo cuando sorprendió a los americanos dando a entender que en España hacía falta la democracia y dijo que haría lo posible porque viniera y se apartaría en cuanto llegara y se convertiría en poco menos que una figura decorativa.

Eso aceleró la llegada de la democracia y después el intento que hizo de abortarla. No olvidemos lo que hizo. Yo no lo olvido. Hay que oír a Felipe González que siempre dijo que el rey Juan Carlos siempre respetó la Constitución.

—¿Qué le parece que la Supercopa de España se celebre en Arabia?

—Me produce un poco de rechazo, pero ante la incursión de millonarios árabes y rusos en el mundo del fútbol, las ligas europeas tienen que defenderse y buscar recursos.

—¿Cuál fue su peor momento en su carrera de diplomático?

—Mis dos peores momentos han sido el día que siendo yo jefe de prensa del Ministerio de Exteriores vi cómo la gente entraba en el Congreso y se podía abortar la democracia española, Eso fue hasta las 24.22 que el rey compareció vestido de uniforme. Fue horrible.

Y el otro momento que fue terrible fue en la embajada en Portugal el día en que en España se iban a ejecutar a unos acusados de terrorismo después de unos juicios un tanto acelerados y un tanto chapuceros aunque fueran terroristas, y temimos que iban a raptar a algún diplomático español. Ya se había producido la revolución portuguesa, y no nos raptaron, pero asaltaron la embajada, Yo era consejero, y el embajador, que era un gallego, por cierto, [Antonio Poch] creyendo que podían asaltar la embajada y cogerlo a él como rehén, dejó la embajada a las diez de la noche y se había venido a mi casa a dormir,. Mi mujer y yo pasamos la noche en vela, pensando en que si han destrozado la embajada, la oficina y después la vivienda del embajador y saben donde está este igual vienen aquí a por nosotros. Nos vestimos a las doce, llamamos a Madrid varias veces, a las dos de la mañana decidimos afeitarnos por si teníamos que salir por la puerta de atrás, apagamos las luces y al fin no pasó nada.

—El cine es su otra pasión. Como actor hizo pinitos con Luis García Berlanga y con José Luis Garci, y se quedó a las puertas de grabar con Sydney Pollack cuando filmó en la ONU en el 2004.

 —Sí he hecho dos películas con Berlanga y otra dos con Garci. Un día el embajador de Singapur me dijo '¿tú quieres conocer a Sydney Pollack, que es vecino mío, vive en el piso de enfrente?. Montó una cena y, charlando, Pollack se pasmó de que supiese tanto de su cine. Entonces el embajador dijo: ‘Pero si va a hacer ahora una película que va a transcurrir en la ONU, por qué no le das un papel a mi compañero que ha hecho ya varias películas' . Le dije que no era broma, que había hecho unas siete, y que estaría encantado de que me diese un papelito. Me dijo que me lo daba, pero luego me llamó la secretaria, y eso que le había enviado una botella de Rioja y otra de Ribera del Duero, pero me dijo que los sindicatos se oponían y que lo lamentaba mucho.

«El propósito de Rusia, además de absorber Ucrania, es desestabilizar y dividir Europa» 

Inocencio Arias fue embajador ante la ONU durante la guerra de Irak (2003). Es muy crítico con el Consejo de Seguridad porque «no puede impedir una guerra». «Es un buen invento, pero tal y como está concebido, con potencias que tienen veto, es una figura decorativa, una aberración. La prueba es que no interviene en ningún conflicto: Ucrania, Sáhara, Oriente Medio», argumenta.

—¿Qué piensa de la posición española en el asunto de Ucrania?

—-Me mojo, que no debería, pero yo creo que no va a haber conflicto entre los dos bloques. Rusia y Estados Unidos, es decir Rusia y nosotros, no vamos a enzarzarnos en un conflicto armado en estos momentos en que hay arma nuclear y en que además sin arma nuclear y luchando en el centro de Europa nosotros llevaríamos las de perder, Por lo tanto, por muchas razones, no creo que la OTAN se vaya a enzarzar en una lucha con Rusia. En lo que no estoy tan seguro es si Rusia dándose cuenta de esto, porque Putin es un pícaro, pero no es tonto, da un zarpazo y le roba otro trozo de territorio a Ucrania, que ya le ha robado otros dos trozos, con lo que sí la desestabilizaría más porque el propósito de Putin es, aparte de de absorber a Ucrania, desestabilizar y dividir Europa.

—¿Ha hecho bien España acogiendo a Brahim Gali?

—Yo no critico que el Gobierno acogiera a Gali si estaba gravemente enfermo, pero la pifió una vez más porque era imposible que Marruecos no se enterara ya que tiene un buen servicio de inteligencia. Y, segundo, porque pudo intentar, para irritarlo menos, mandarlo a un país nórdico aunque pagáramos los gastos. Acogerlo fue una torpeza. Eso produjo, entre otras cosas, la avalancha de Ceuta, que es una reacción exagerada, vergonzosa e innoble de Marruecos. Ahora... pretender que la acogida fue un desliz de la ministra Laya es una estupidez. Nadie toma una decisión de ese tipo sin consultar a la Moncloa.

—¿Qué opina de Boris Johnson?

—Boris Johnson es un payaso y un mentiroso. Si hay tres mentirosos gordos en el mundo occidental son Trump, Johnson y Sánchez. Johnson por aferrarse al poder o llegar al poder es capaz de inventarse lo que sea. ¿Cómo puede un adulto creer que tiene una fiesta a la que se invitaron a cien personas, luego solo fueron 39, se le decía a la gente ‘tráete tu botella de whisky o de vino' y él pensaba que era una reunión de trabajo?. ¿Me toma a mí o a un británico por un niño de teta? Eso hasta uno de ocho años se da cuenta de que era una fiesta, que él fuera o no fuera a ella, pero que la permitió y que era en dependencias de la residencia del primer ministro británico, hombre.. por amor de Dios es que es un mentiroso integral.