Luis Mariano Santos, cabeza de lista de Unión del Pueblo Leonés: «Lo que está claro es que el Bierzo no es la quinta provincia de Galicia»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado LEÓN | ENVIADO ESPECIAL

ACTUALIDAD

Luis Mariano Santos, líder de la UPL.
Luis Mariano Santos, líder de la UPL.

Su partido reclama una autonomía para León, Zamora y Salamanca

11 feb 2022 . Actualizado a las 19:30 h.

Luis Mariano Santos (Cistierna, 1968), el cabeza de lista por la Unión del Pueblo Leonés (UPL), recibe a La Voz en la sede del partido, a pocos metros del parador de San Marcos. Es temprano. Muchos bares de la zona todavía no han ni abierto, y el termómetro en la calle marca dos grados por debajo de cero. Santos lidera una fuerza que reivindica una autonomía para León, Zamora y Salamanca y que aspira en las elecciones del próximo 13 de febrero a triplicar su procurador de la pasada legislatura. Y deja muy claro que ni son independentistas, ni tampoco la España Vaciada. 

—¿Cuáles son sus expectativas para el domingo?

—Las percepciones son muy buenas, y yo no soy mucho de creer en encuestas, pero todas marcan una tendencia, que la UPL no ha hecho más que subir, subir y subir. Y seguimos en esa línea ascendente. Sabíamos desde que se convocaron estas elecciones que eran muy buenas para nosotros porque de alguna forma ponían en el escenario mediático el problema de la autonomía, el fracaso de este sistema autonómico. Y tener la oportunidad de dar a conocer lo que exigimos: que esta es una comunidad autónoma diferente. Creo también que va a deparar una fragmentación importante del arco parlamentario, lo cual no es ni bueno ni malo. Cuantas más opciones políticas, mejor para los ciudadanos. Y sobre todo, más oportunidad para elegir. El problema será que alguno sea incapaz de llegar a acuerdos con otras fuerzas. El problema de los bloques es que se están haciendo demasiado estancos.

—¿En cuál de ellos se encontraría más cómodo? ¿A quién prefiere UPL para avanzar en su proyecto?

—Es muy complicado que elijamos entre que nos corten un dedo de la mano derecha y de la mano izquierda, el dolor es el mismo. Tenemos experiencia con ambos en firmar pactos de gobierno y han sido experiencias malas, tanto con el PP como con el PSOE. Desde una fuerza que es transversal no estamos aquí para cambiar a un presidente por otro, sino para cambiar políticas. Lo que sí sabemos es que es urgente cambiar las políticas de los 37 años del PP.

—¿Vox sería una línea roja?

—No es que sea una línea roja, es que están tan alejados de lo que nosotros defendemos que no veo posibilidad de alcanzar ningún tipo de consenso con un partido que durante esta campaña nos ha llamado vividores, cuando en esta legislatura hemos presentado enmiendas a todas las leyes, y Vox ha presentado cero. No ha hecho absolutamente nada, no ha aportado absolutamente nada. Es un partido totalmente inútil. Esos que insultan a los leonesistas son los más vagos de las Cortes.

—Habla de la transversalidad en la UPL, pero en el eje izquierda-derecha, ¿dónde podemos ubicarlos?

—Pues mira, la derecha dice que estamos en la izquierda y la izquierda que estamos en la derecha, lo cual nos parece genial, porque refuerza esa transversalidad. No se trata de situar al partido en ningún sitio. Para nosotros es un instrumento para cambiar el modelo autonómico. Una vez que lo consiguiéramos cambiar, probablemente tendríamos que elegir, pero en estos momentos es un instrumento para cambiar políticas y el modelo político. Hay gente de izquierdas y derechas, y si elegimos uno de los lados, perderíamos una parte del electorado. Si me preguntas, yo sí que te lo podría decir, si soy de izquierdas o de derechas, pero no tiene ningún tipo de importancia, porque represento al proyecto.

—Me la deja botando, ¿se considera de izquierdas o de derechas?

—Aquí todo el mundo sabe lo que defiendo, pero lo importante es el proyecto, no la persona.

—La única fuerza parlamentaria que se ha mostrado a favor de un referendo ha sido Podemos.

—Sí. Le ha costado llegar a esa conclusión, pero el problema de Podemos es que tiene que demostrar que esas palabras van acompañadas de hechos, y no hay que olvidar que están en el Gobierno de España. Se lo hemos oído al Podemos de León, pero nos gustaría también escuchárselo al Podemos nacional. Yo no he oído a nadie del Gobierno de España decir que está en la idea de permitir que el pueblo leonés se exprese. Se lo he oído a algún dirigente de Podemos aquí, con la boca pequeña. Siempre desconfío de los partidos que tienen diferentes mensajes. Eso lo hace mucho el PSOE, es capaz de decir que aquí es blanco irse a Soria y decir que es negro. Anteayer salió una encuesta donde decía que seis de cada diez leoneses quieren una autonomía nueva. Y que solo dos de cada diez están a gusto en esta comunidad autónoma. Creo que el Gobierno de España debería ser mucho más proclive a abrir ese debate. Tudanca (el candidato socialista) dijo ayer mismo que no estaba abierto a abrirlo, el PP cerrado... La verdad es que es muy complicado que podamos llegar a algún tipo de acuerdos con ellos.

—España Vaciada no se presenta por León. Entiendo que les beneficia a la hora de acaparar votos de los descontentos.

—La UPL lleva 30 años defendiendo muchas de las cosas que defiende ahora la España Vaciada. Habrá zonas de España donde sea más necesario este partido. En León no existía esa necesidad. Nosotros, después de hablar con ellos y con otras fuerzas, lo que hemos conseguido es que el voto de esa España Vaciada, el leonesismo, no se divida. No son movimientos contrarios. De hecho, de las tres asociaciones en León que forman parte de la España Vaciada, dos son leonesistas, pero probablemente hemos logrado unificar ese voto para que no se disperse. A veces es coincidencia y otras voluntad, pero a nosotros nos va a venir bien, desde luego.

—¿Manejan algún horizonte para celebrar esa consulta?

—No tenemos ese horizonte, la verdad. Ojalá lo más pronto posible. Eso sí, la desafección crece a pasos agigantados. Alguno creía que esto era cosa de unos años y se iba a abandonar. Lo que sí es cierto es que es un debate que está encima de la mesa.

—¿Movimientos independentistas como el catalán han ejercido para ustedes como un freno o como un acelerador?

—Ni uno ni otro. Son movimientos totalmente diferentes. No tienen nada en común. Sí han servido para que algunos rancios como el señor Mañueco utilicen los términos independentismo para referirse a la UPL. Y esto lo han hecho muchas generaciones de políticos del PP, pero exclusivamente porque consideraban que así generaban una visión pésima del movimiento leonesista. En León no ha cuajado, pero es verdad que fuera, sí. Muchas veces hemos tenido que escuchar a gente llamarnos independentistas. Lo que estamos pidiendo es un marco autonómico, creemos en el sistema de autonomías, y por eso queremos una autonomía diferente. Cuando los grandes partidos utilizan mantras de este tipo solo generan una corriente de opinión. Vivimos en el mundo de las fake, y eso es una fake más. Mañueco llegó a decir que yo era el Pujol de León, la verdad es que el Pujol es con el que pactó el PP, no yo. No tengo nada que ver con ese señor. No soy independentista. Y no tengo nada contra Castilla, son dos identidades importantes que hay que proteger, pero nosotros somos diferentes a ellos. Ni mejores, ni peores. Diferentes.

—¿No cree que sin las tensiones territoriales en el País Vasco o Cataluña tendría más facilidades para que progresara su reivindicación? Lo digo en el sentido de que el Gobierno central podría tener cierto miedo a sacar el lápiz para redibujar el mapa con una nueva autonomía, que aunque no amenazara la integridad del país, podría identificarse en otros sitios como una puerta abierta hacia la independencia.

—Puede ser, puede ser. Pero nosotros no estamos planteando una opción rupturista, ni es un conflicto territorial entre León y Castilla. La única región histórica a la que no dejó constituirse en una comunidad autónoma propia fue a la región leonesa.

—¿Y cuál sería el papel del Bierzo en su proyecto?

—Lo que está claro es que lo que no es el Bierzo es la quinta provincia de Galicia, porque nunca lo ha sido, y porque es una parte esencial de la provincia leonesa. Con una gran identidad que hay que preservar también. Si yo pido que se preserve la de los leoneses, pues también la de los del Bierzo. El PP y el PSOE lo están aislando, tiene un problema a nivel comarcal importante, ya que no se está desarrollando económicamente como debe, y que debe cambiar determinadas impresiones del leonesismo, porque durante muchos años la Junta ha intentado poner un muro entre el Bierzo y León solo con la idea de que no trabajáramos unidos. No sé si vamos a ser capaces en estas elecciones de hacerlo, aunque estoy convencido de que vamos a subir también en el Bierzo, pero es evidente que seguimos teniendo problemas para tener fuerza en el Bierzo. Estoy convencido de que si el domingo sacamos el número tres de la lista de la UPL, que es representante del Bierzo, la cosa podría cambiar y demostrarles con hechos que la cosa podría cambiar.

—¿Tendría hueco como una cuarta provincia?

—El Bierzo será lo que la gente quiera, pero no tengo tan claro que tengan esa reivindicación, pero si quieren serla, dentro de la región leonesa todo tiene encaje. Pero la mayor autonomía también se puede conseguir de otras formas, como con un consejo comarcal que no sea solo un paripé, como es ahora. Al final, ellos tienen que decidir. Lo que no es de recibo, y lo digo por algún partido, es que un día digan que hoy quiere ser la quinta provincia gallega y que mañana quieren ser la cuarta de la región leonesa. Los bercianos tienen muy claro que están en esta comunidad autónoma impuesta. Otra cosa es que en algunos momentos identifiquen León con el centralismo, que eso puede pasar.

—¿Cómo aprecia esos movimientos que quieren integrarse dentro de Galicia?

—Son muy minoritarios. Todos son respetables, pero no tienen importancia. Hay que entender que siempre que hay vecindad, hay cercanía, y esto es bueno y algo a cultivar. Puedo entender que haya gente que pudiera creer que es la mejor forma, pero además el Parlamento gallego hace poco cortó de raíz esa opción. Además desde el punto de vista administrativo exigiría un triple salto mortal. No tiene mucho sentido en cuanto no es un sentimiento mayoritario. Lo nuestro aquí es muy mayoritario. No quiero hacer la comparación, pero si en Cataluña el 60% fuera independentista y solo el 20% quisiera estar en España, nos echaríamos las manos a la cabeza. Y probablemente ese 20% responda a una afinidad ideológica a un partido muy en concreto. Alianza Popular fue el primer partido que presentó un recurso de inconstitucionalidad cuando en 1983 se nos impuso esta comunidad autónoma. Esta comunidad es una locura sin sentido que además se ha demostrado fracasada porque es incapaz de gobernarse, porque es tan grande, tan desproporcionada, que solo genera pobreza alrededor de las provincias que tiene. Excepto el eje central, que se va desarrollando, los demás no hacemos nada más que sufrir.

—La pandemia fue un freno para las mociones proautonómicas que habían impulsado en los ayuntamientos. ¿Las retomarán cuando regrese la normalidad?

—Creo que el objetivo está cumplido, y este era demostrar que era mayoritario. Una vez que conseguimos superar ese 50% de la población en León, desde luego el planteamiento está conseguido. ¿Lo mantendremos o no? No le hemos pensado. Igual cuando pasen estos comicios buscamos otra acción con impacto, pero ya demostramos lo que queríamos demostrar. Y también hemos demostrado la transversalidad del movimiento. Ha habido concejales de todos los partidos, desde Podemos a Vox, que se han saltado la disciplina de voto para defender lo que todo el mundo sabe: que nosotros no estamos a gusto aquí. Yo espero que el día 13 los ciudadanos nos pongan en una situación en la que podamos recordarles todos los días que nosotros queremos cambiar el modelo territorial.

—¿De dónde sale ese 50% del que me habla?

—Hemos presentado la moción en aproximadamente 60 ayuntamientos, y en el 90% ha salido aprobada. En cada ayuntamiento que salió aprobada contamos la población que representa ese ayuntamiento. Digamos que donde están aprobados representan algo más que el 50% de la población total. Solo no ha salido en aquellos ayuntamientos en los que el alcalde tenía un cargo importante en la diputación provincial, y seguramente se dejaron presionar.

—¿Y qué recogía exactamente esa moción? ¿Era concreta?

—Una declaración si el pleno quería iniciar el proceso para una proautonomía de la región leonesa. No entraba en el detalle, pero era una declaración de intenciones.

—Una declaración de intenciones muy clara.

—Sí, sí. Muy clara, muy clara. 

Muy clara, sí. Muy clara.