Spotify ya no se trata de música

Spencer Kornhaber THE ATLANTIC

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María Pedreda

Al elegir los pódcast de Joe Rogan frente a la música de Neil Young, la compañía ha dejado claras sus prioridades

13 feb 2022 . Actualizado a las 09:42 h.

Las preguntas que surgen ante cualquier intento de boicot, bien contra un artista deshonrado o un jefe explotador, pueden ser paralizantes. Vivimos en un mundo de compromiso y maldad, construido bajo sistemas que no se basan en la virtud, sino en el beneficio. Así que, ¿por qué se debe preguntar al boicoteador, poner el límite aquí? También vivimos en un mundo en el que las personas rara vez tienen más poder que las instituciones. ¿Importa la resistencia de una única persona?

Estas preguntas son, en el caso de músicos que piden que se retiren sus canciones de Spotify para protestar contra la desinformación sobre las vacunas, responsables. Están haciendo algo significativo, algo que puede marcar la diferencia, solo para llamar la atención en lo que se ha convertido Spotify: un editor de contenido cuyo principal incentivo para actuar de forma responsable vendrá de la opinión pública.

El lunes, la revista Rolling Stone publicó que el titán del rock de 76 años Neil Young había enviado una carta diciéndole a su equipo que Spotify tendría que elegir entre su música o el popular pódcast The Joe Rogan Experience. La carta de Young se había inspirado en otra, firmada en enero por más de 270 científicos, médicos y otros profesionales de la salud. Alegaban que Rogan había difundido inexactitudes sobre el covid-19, además de recibir a invitados que presentaban la ivermectina como un tratamiento efectivo y las vacunas, innecesarias para la gente joven. (Rogan ha dicho que no es «un antivacunas»). Spotify, escribió Young, podría «tener a Rogan o a Young. No a los dos».

Spotify eligió el pódcast sobre la música. On the Beach, Old Man y la mayor parte de las magníficas canciones de Neil Young ya no están disponibles para los 381 millones de usuarios de Spotify. The Joe Rogan Experience, un programa de entrevistas sobre temas como la salud y la sociedad, continúa disponible. En un comunicado, la compañía dijo que quería que «todo el contenido de música y audio del mundo esté disponible para los usuarios de Spotify», anunció que había eliminado desde el inicio de la pandemia sobre 20.000 pódcast relacionados con el covid-19 y expresó su pesar por la decisión de Young.

Rogan es, desde hace unos años, probablemente el creador de pódcast más influyente del mundo. Por lo que la decisión de Young puede parecer inútil, como un hombre protestando por el clima, o contraproducente, como un autor que no quiere estar en la misma estantería que Tom Clancy.

Spotify, después de todo, no es un distribuidor neutral de contenido generado de modo independiente. Aunque su declaración pública sobre Neil Young menciona el hecho de «equilibrar la seguridad de los oyentes y la libertad de los creadores», Rogan no está ejerciendo su libertad de emitir en Spotify. Es probable que esté disfrutando de los más de 100 millones de dólares que la compañía pagó como parte de un acuerdo que hizo en mayo del 2020 para que los episodios pasados y futuros de The Joe Rogan Experience estuvieran disponibles solo en Spotify. El pódcast es contenido exclusivo y destacado. El acuerdo de la compañía con Rogan fue parte de un cambio estratégico más grande cuyas implicaciones los oyentes pueden no comprender del todo. Desde su creación en 2008, Spotify ha transformado el mundo de la música haciendo que la reproducción bajo demanda sea una realidad para millones de oyentes y rescatando las cuentas de la industria de un declive de años. Pero Spotify devuelve la mayor parte de sus ingresos por las canciones a las discográficas y a los artistas y rara vez ha tenido beneficios. En el 2019 la compañía anunció un nuevo enfoque en el «audio», es decir, grabación de libros, conversaciones en vivo y los pódcast. Spotify empezó pagando millones en acuerdos exclusivos con creadores como Rogan, los Obama y el príncipe Harry y Meghan Markle.

La apuesta de Spotify por los pódcast ha atraído suscriptores y dólares por la publicidad, pero la protesta de Young por Rogan destaca una pega: Spotify tiene responsabilidad por su contenido, y puede ser controvertido. Controlarlo no es un nuevo desafío para Spotify. La compañía ha eliminado música racista y ha intentado castigar a los artistas que han sido acusados de mala conducta. En su reciente declaración sobre Young dice que también ha tomado medidas contra un gran número de pódcast sobre el covid (aunque no han explicado por qué). Pero cuando pagas una fortuna por un pódcast, retirar episodios por cualquier razón no va a ser una proposición atractiva.

Además, la compañía se encuentra ahora donde la mayoría pretenden estar: como una figura en las guerras culturales. Durante años, los músicos han hablado sobre la tecnología y las prácticas comerciales de Spotify, pero esas quejas apenas han alcanzado el nivel de la visibilidad que han tenido ahora las de Young. Seguramente se deba a que Young está posicionándose en temas altamente politizados como el escepticismo de las vacunas, lo que lleva a comentaristas conservadores a defender a Rogan con una retórica familiar sobre la cancelación de la cultura. Hashtags como #SpotifyDeleted y #ThanksJoeRogan son tendencia.

Quizá este es el inicio de un movimiento. A finales de enero, Joni Mitchell anunció que ella, también, quería alejarse de Spotify en solidaridad con Neil Young y con las comunidades científicas y médicas. La retirada de dos de los músicos vivos más importantes merma la propuesta de valor de la compañía, pero el mayor impacto puede ser simplemente que ha sonado una alarma. Spotify se enfrenta a una gran competencia por capturar los tímpanos del mundo, y Apple, Amazon, Tidal, Bandcamp y la tienda de discos local pueden lanzar un nuevo planteamiento: gaste su dinero en música, no en tonterías peligrosas.

Spencer Kornhaber es redactor en «The Atlantic» y cubre información sobre música. © 2022. The Atlantic. Distribuido por Tribune Content. Traducido por S. P.