El PP y Vox pactan en Castilla y León para formar un Gobierno de coalición

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el candidato de Vox, Juan García-Gallardo, muestran el acuerdo de legislatura.
El presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el candidato de Vox, Juan García-Gallardo, muestran el acuerdo de legislatura. NACHO GALLEGO

El partido de Santiago Abascal entra por primera vez en un Ejecutivo regional, tendrá un vicepresidente y presidirá la cámara autonómica

11 mar 2022 . Actualizado a las 09:24 h.

Castilla y León abrió este jueves una nueva era política en España. Por primera vez desde que en el 2019 obtuviera representación parlamentaria, Vox formará parte de un Gobierno autonómico y presidirá un Parlamento regional. El acuerdo alcanzado con el PP garantiza la investidura de Alfonso Fernández Mañueco como presidente, a cambio de otorgar a Vox, además de la presidencia de la Cámara, una de las vicepresidencias del futuro Ejecutivo y tres de las diez consejerías que tendrá. Los 13 procuradores de Vox y los 31 del PP otorgan al nuevo Gobierno de coalición que se forme una mayoría de 44 apoyos, tres por encima de la mayoría absoluta, situada en 41 escaños.

El pacto se alcanzó poco antes de la constitución de las Cortes regionales entre el propio Mañueco y el candidato de Vox, Juan García-Gallardo, que será el nuevo vicepresidente de la Junta. Tras la votación, el procurador de Vox Carlos Pollán se convirtió en presidente de la Cámara. El PP ocupará la vicepresidencia primera, y el PSOE, la segunda.

Los trece representantes de Vox adquirieron su condición de procuradores con la fórmula «por España, sí juro». La negativa de los de Abascal a apoyar a un candidato del PP forzó a los populares a cerrar un acuerdo completo de Gobierno ante el temor a que el PSOE pudiera hacerse con la presidencia de las Cortes con apoyo de otros partidos como Soria Ya, con el que el PP negoció hasta el final sin lograr alcanzar un acuerdo.

El «fantasma» de la repetición

Aunque había expresado su deseo de gobernar en solitario, Mañueco anunció que el pacto con Vox se firma «sobre la base de un programa al servicio de las personas» y con el propósito de formar «un Gobierno estable y sólido con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León». «Más allá de intereses partidarios o personales ponemos por encima los intereses de las personas. Con este acuerdo garantizamos la estabilidad política en Castilla y León y desterramos cualquier fantasma de repetición electoral», recalcó.

García-Gallardo se mostró satisfecho de un pacto «sensato, sin ganadores ni perdedores» y afirmó que la firma del acuerdo avanza hacia una unión «estable, duradera y fructífera» entre ambos partidos. Los populares tendrán siete consejerías. Una más de las seis que controlaban en la legislatura anterior, en la que el PP gobernó en coalición con Ciudadanos, partido que también obtuvo entonces la presidencia de la Cámara regional.

«Inmigración ordenada» y «ley de lucha contra la violencia intrafamiliar», pero sin tocar la Memoria Histórica 

El acuerdo de legislatura defiende la igualdad ante la ley, social y laboral de todos los ciudadanos y la «igualdad entre hombres y mujeres», además de una educación «libre de adoctrinamiento ideológico», una «ley de lucha contra la violencia intrafamiliar» y la promoción de una «inmigración ordenada». Pero no se habla del decreto de Memoria Histórica, que Vox pretendía suprimir.

Feijoo afirma que Mañueco «probablemente habría preferido otra opción»

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, indicó que Fernández Mañueco «posiblemente habría preferido otra opción» al pacto con Vox, «pero no había otra opción».Aseveró que el presidente en funciones de Castilla y León asumió su «responsabilidad» al tener que elegir entre gobernar con Vox o repetir las elecciones autonómicas. Esas eran, recalcó, las únicas alternativas, ya que el PSOE «se tomó a broma» la gobernabilidad y ni siquiera se sentó con el candidato del PP para explorar un posible acuerdo que dejase fuera a la formación de Santiago Abascal.

Feijoo recordó que su partido pidió a los socialistas que permitiesen gobernar a la lista más votada, en este caso la de los populares, lo que habría hecho innecesario un pacto con Vox, pero rechazaron de plano esa posibilidad. También criticó que los socialistas no están «legitimados» para juzgar los acuerdos a los que lleguen otras formaciones, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez se sustenta mediante pactos con los partidos independentistas y con Podemos.

Sánchez dice que los populares van a «pagar caro» aliarse con la «ultraderecha»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que el PP «va a pagar caro» su acuerdo con Vox en Castilla y León porque muchos ciudadanos, incluso votantes suyos, no van a entender que «abra la puerta por primera vez en la historia democrática de nuestro país a un Gobierno de la ultraderecha».

El líder regional del PSOE, Luis Tudanca, tachó de «hipócrita» a Alberto Núñez Feijoo por «entregar» Castilla y León a la extrema derecha, en lo que consideró como un día para la «infamia», mientras que la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, afirmó que el de ayer era «un día triste y un mal día para Castilla y León y para la democracia española». «La extrema derecha vuelve a los Gobiernos 40 años después, de la mano del PP de Feijoo», indicó Lastra, añadiendo que el acuerdo llega «porque así lo quiere» el líder gallego.