El riesgo por las mascotas ucranianas reaviva el debate sobre la vacuna contra la rabia

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

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Una refugiada ucraniana, con su perro en la frontera con Rumanía
Una refugiada ucraniana, con su perro en la frontera con Rumanía Jessica Pasqualon

Los veterinarios exigen que sea obligatoria y la Xunta no lo ve necesario

14 mar 2022 . Actualizado a las 16:07 h.

Periódicamente los veterinarios gallegos retoman su reivindicación para que la vacuna de las mascotas contra la rabia sea obligatoria, tal como ocurre en la mayoría de comunidades españolas. Una demanda que ahora se cimienta en el riesgo potencial que supone la llegada de animales de compañía que huyen con sus dueños de la guerra de Ucrania, el país de Europa donde está más presente esta enfermedad que puede llegar a transmitirse a los humanos.

Los países receptores de los refugiados se ven obligados a flexibilizar los controles habituales y el Ministerio de Agricultura ha publicado un protocolo específico, por lo que la Consellería de Medio Rural ha alertado a todas las entidades que pueden tener algo que ver en estas gestiones, aunque entiende que «a situación epidemiolóxica da enfermidade non esixe a vacinación da totalidade dos cans e gatos da comunidade autónoma».

No lo ven así los profesionales, que a través de la Asociación Empresarial Veterinaria CEVE Galicia, insisten en su reivindicación «ante o temor doutra posible emerxencia sanitaria». Recuerdan que «a rabia é unha das zoonoses [enfermedad animal que puede comunicarse a las personas] máis importantes». Además, destacan que Ucrania supone en Europa «o caso máis extremo», porque entre 2018 y 2020 se registraron 2.616 casos de rabia en animales domésticos, salvajes e incluso en humanos. Por eso, pese a que la normativa de la Unión Europea exige que los perros, gatos y hurones que vienen de fuera lleguen identificados con microchip, vacunados contra la rabia, con un tratamiento contra la tenia del zorro (Echinococcus multilocularis) y certificado zoosanitario; Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia ya relajaron temporalmente esos requisitos de importación.

Solidaridad y precaución

CEVE Galicia respalda estas muestras de solidaridad con «persoas que ven os seus dereitos humanos e o benestar animal das súas mascotas comprometidos por estas tráxicas situacións», pero incide en la necesidad de estar prevenidos e insta a la Xunta de Galicia a «implantar a vacinación antirrábica obrigatoria», porque en la comunidad, una de las cuatro que no la impone, solo la tienen el 8 % de los perros.

El Ministerio de Agricultura acaba de publicar un documento en el que se recuerdan las exigentes medidas para darle entrada a un animal de compañía en la UE, pero admite que «es previsible la llegada de animales de compañía que no cumplan con estas condiciones» y, por tanto, «es necesario establecer un protocolo de actuación homogéneo en todo el territorio de España para mitigar los riesgos». Aunque también resalta que El riesgo principal para nuestro país ha sido y sigue siendo en la actualidad el norte de África, que es un territorio fuertemente endémico y fuente frecuente de casos importados en Ceuta y Melilla, como demuestra «el actual foco de Melilla, que se ha tornado endémico y de difícil control y erradicación, lo que ha hecho aumentar el nivel de riesgo para todo el resto del territorio nacional».

La siguiente preocupación es «la importación ilegal de perros de raza procedentes del este de Europa», que «Con la situación actual en Ucrania, se incrementa de forma notable, aunque en la actualidad es difícilmente cuantificable por no contar con una estimación del número de animales de compañía que pueden llegar con los refugiados».

En 25 años, 63 casos

Aunque el ministerio detalla que en los últimos 25 años solo se han registrado 63 casos de rabia en humanos, de los que en 24 se identificó a un perro como fuente del contagio y en 22 a un gato, establece una serie de pautas que hay que cumplir ante esta nueva situación.

Todas las administración públicas, incluidos los cuerpos policiales, así como cualquier profesional relacionado con la salud pública o la salud animal tiene que «informar de inmediato» de la llegada de cualquier animal de compañía —principalmente perro, gato o hurón— procedente de Ucrania junta a los refugiados. A partir de ahí los servicios veterinarios oficiales de las comunidades tienen que ocuparse de identificarlo y vacunarlo contra la rabia en un procedimiento más que complejo, porque implica extracciones de sangre y análisis para comprobar si tiene o no anticuerpos y también cuarentenas domiciliarias, o incluso en centros públicos, de varios meses.

Los contagios son extremadamente raros pero muy graves

La rabia se transmite fundamentalmente a través de la mordedura de un animal infectado, aunque también se puede contagiar por el contacto de su saliva con heridas, con los ojos o con mucosas como las de la nariz o la boca. En cualquier caso de trata de situaciones, muy graves porque la enfermedad es mortal, pero extraordinariamente raras. «Hai que ter en conta que España é un territorio libre de rabia dende o ano 1978, coa única excepción do caso detectado en Cidade Real en 2013, importado de Marrocos tras a entrada irregular dun can, non téndose detectado ningún outro caso. E en Galicia, onde a vacinación é voluntaria xa dende o ano 1989 (fai máis de 30 anos), tampouco se detectou ningún caso. Esta situación demostra que o risco de entrada da rabia na nosa Comunidade é mínimo», como destaca la Consellería de Medio Rural, desde la que aclaran que «en todo caso, en función da variación da situación da enfermidade, tomaríanse as decisións técnicas oportunas». Siempre teniendo en cuenta «que se manteñen activados os protocolos que habitualmente xa desenvolve a comunidade autónoma, participados pola Consellería do Medio Rural e a Consellería de Sanidade, en relación coa existencia de trabadas de animais susceptibles da transmisión da rabia ás persoas, sistemas de vixilancia da rabia e de continxencia no caso da súa aparición».

Por lo de pronto, lo que ha hecho Medio Rural este miércoles es informar a los colegios veterinarios a Sanidade, Medio Ambiente, Política Social, la Fegamp y las fuerzas de seguridad, entre otros, de la obligación de comunicar de manera inmediata la llegada de mascotas de Ucrania.

Ahora bien, la Xunta rechaza cualquier alarmismo al respecto, porque la rabia en Europa está presente principalmente en el Báltico y «Galicia non está incluída nas grandes rutas de desprazamentos de persoas entre Centroeuropa e o norte de África», por lo que tampoco se encuentra especialmente expuesta a los posibles casos que lleguen de Marruecos a Ceuta y Melilla.