Sobre las inversiones, Inditex había comprometido 2.700 millones para el trienio 2020-2022. Los está ejecutando y asegura que esta apuesta ha conseguido acelerar la transformación y el crecimiento de la venta online por encima del 25 % del total. Destaca que desde el 2012 (un año después de que Pablo Isla fuese nombrado presidente), el grupo ha invertido más de 13.000 millones de euros.
Siguiendo en el capítulo de inversiones, la compañía hace hincapié en las realizadas para garantizar su crecimiento futuro. Entre ellas figuran los 80 millones que se dedicarán para aumentar la capacidad de la Plataforma Europa (Zaragoza), lo que significará un incremento de plantilla en 250 personas hasta alcanzar las 2.000; y, sobre todo, los 238 millones destinados a levantar un edificio de 170.000 metros cuadrados en Arteixo (cinco plantas y dos de aparcamientos), que será la base de los equipos comerciales y de diseño de Zara, la firma con mayor peso dentro del grupo.
Frente al mercado, Pablo Isla, que volverá a Madrid tras esta etapa de 16 años en Galicia, deja atado su compromiso con la sostenibilidad. Asegura la compañía que se ha seguido acelerando su transformación. En materia de producto «ha superado en siete puntos la meta fijada para el ejercicio y el 47 % de sus prendas llevan la etiqueta join life ». Las fuentes renovables de energía representan el 91 % del consumo total (el objetivo era el 90 % para el año), por lo que, dice el presidente en su última comparecencia, en el 2022 se puede completar el compromiso de que lo sean al 100 %. Será uno de los retos parae Marta Ortega , presidenta no ejecutiva a partir del 1 de abril, y para Óscar García Marceiras. Ambos tienen en su cartera de encargos otros compromisos «concretos y medibles». Inditex tiene que ser una compañía neutral en emisiones de efecto invernadero en el 2040 y en el 2025 se aprovisionará exclusivamente de algodón, poliéster, lino y viscosa de fuentes más sostenibles.
Inditex siempre habla en plural y asegura que la estrategia seguida hasta el momento se mantendrá. En su análisis de perspectivas, la firma asegura que «sigue viendo grandes oportunidades de crecimiento», «tiene una política de precios estable y en aquellos mercados con impacto temporal de inflación significativa o depreciación de los tipos de cambio se harán los ajustes necesarios para proteger los márgenes». «En función de estas actuaciones selectivas, esperamos que las actuaciones de precios contribuyan a las ventas de la campaña primavera/verano en un dígito simple medio, y sin impacto negativo en volumen, tal como muestra la cifra de ventas del inicio del primer trimestre del 2022».
Pablo Isla deja en caja disponible para inversiones u otros posibles gastos 9.359 millones de euros, una cantidad nunca hasta ahora alcanzada. El 31 de enero del 2021 había, en números redondos, 2.000 millones menos.
El mejor ejecutivo del mundo cede el paso para la sucesión familiar Pablo Isla Álvarez de Tejera (Madrid, 22 de enero de 1964) llegó a Inditex en el 2005, cuando fue nombrado consejero delegado tras su fichaje a través de la firma de cazatalentos Korn Ferry. Desde el primer momento se mostró como era: un hombre tímido, resolutivo, capaz de enfrentarse a los problemas, analizarlos y darles solución. Su estructura mental es la de un abogado del Estado: ordenada y con mucha capacidad de trabajo. Con ese perfil, que más tarde le sirvió para que la Harvard Business Review le eligiese dos años consecutivos como el mejor ejecutivo del mundo , convenció a Amancio Ortega , fundador y máximo accionista de la compañía, que en el 2011 decidió que Isla se hiciera cargo de la presidencia.
En estos diecisiete años, el balance de su gestión es contundente: la compañía ha multiplicado sus cifras de facturación y beneficios, así como su cotización en Bolsa.
El ejecutivo ha afrontado el crecimiento de Inditex en estos tres lustros con varias máximas. La primera, que la inversión en tecnología es clave para reducir tiempos de fabricación y optimizar la distribución. Pero también que el canal online y las tiendas físicas deben funcionar de forma integrada, de tal manera que los clientes puedan comprar en cualquier momento y por cualquier vía y el pedido les llegue a las horas y al lugar donde ellos quieran. Para lograr ese objetivo ha sido clave el despliegue de la tecnología RFID. Isla, que siempre ha sido más de letras que de ciencias, popularizó este sistema de identificación por radiofrecuencia que permite saber dónde se encuentra cada prenda desde el almacén a la tienda, y que ha sido clave para llevar la ya eficiente logística de Inditex a otro nivel.
También han sido determinantes en su estrategia, y seguirán siéndolo en la nueva etapa que se abrirá en abril, los objetivos en materia de sostenibilidad: la cobertura del 100 % de su consumo energético con fuentes renovables (que se alcanzará este año) y que más de la mitad de las prendas comercializadas tengan etiqueta join life (que certifica procesos de producción y materias primas más sostenibles).
Isla ha acelerado los procesos para que en el 2040 las emisiones netas de la compañía sean cero. Sobre el agua, la compañía se ha comprometido a reducir su consumo en un 25 % en toda la cadena de suministro. Hay más: impulso de la investigación, avances en la reciclabilidad del textil y eliminación de plásticos de un solo uso para el cliente en el 2023.
El golpe de la pandemia
La etapa de Isla al frente de Inditex no ha estado exenta de retos. Cuando hace dos años el mundo vivió el estallido de la crisis sanitaria del covid, la textil sufrió uno de los golpes más duros desde 1963, año de su constitución. Tuvo que cerrar prácticamente todas sus tiendas en el mundo. Isla apostó por adelantar procesos en todo lo referente al desarrollo del canal online . Lo que había que hacer era vender apoyados en la logística y en la capacidad de trabajo de los equipos. No fallaron.
Tampoco lo hizo él. Fue prácticamente todos los días a la oficina, llegaba antes que nadie y se iba a horas respetables. Estaba —aunque nunca lo confesó— preocupado por la situación y, sobre todo, ocupado. No le tembló el pulso cuando decidió destinar parte del beneficio del 2019 a blindar la compañía contra la pandemia , y dejó pendiente el reparto de dividendos.
Ahora, en medio de otra crisis, la provocada por la guerra, Isla deja Galicia y vuelve a Madrid con su familia. ¿Seguirá trabajando?, le preguntarán con casi toda probabilidad en su comparecencia de este miércoles. Es probable que conteste que sí. No se le ve cansado ni física ni mentalmente. Al contrario, se encuentra bien consigo mismo por haber cerrado una etapa muy exigente.
Aunque está preparando una nueva casa en Madrid, asegura que en Galicia deja grandes amigos y que volverá a menudo. Quizá vuelva a comer a Aranga, a pasear por Santa Cruz o a disfrutar de alguna playa de Ferrol.
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