¿Qué está paralizando el desarrollo de nuevas vacunas contra el covid?

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Los investigadores Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del CNB-CSIC
Los investigadores Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del CNB-CSIC CSIC

Conseguir a estas alturas grupos numerosos de voluntarios sin vacunar y sin haber pasado la infección se ha convertido en un serio problema para los investigadores, que ya van más allá y buscan un suero universal, capaz de proteger ante cualquier variante futura

17 mar 2022 . Actualizado a las 19:25 h.

Este martes el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunciaba la paralización de los ensayos clínicos de la vacuna contra el covid-19 de los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza, un avanzado suero que cumplía con todos los requisitos para empezar a probarse en humanos después de haber conseguido resultados más que favorables en ratones y en macacos: alta inmunogenicidad y 100 % de protección frente a la infección por SARS-CoV-2. ¿Por qué se ha retirado entonces la solicitud ante la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) para testar este suero en personas? Porque en un país con 47 millones de habitantes en el que casi 40 millones han recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas autorizadas y más de 11 millones se han contagiado conseguir voluntarios para los ensayos se ha convertido en un problema gordo para los investigadores. 

«Hemos llevado a cabo un extenso trabajo científico sobre el comportamiento de la vacuna en distintos modelos animales: ratones normales, ratones transgénicos, hámsteres y macacos —explica Mariano Esteban sobre los estudios preclínicos— . Muy poca gente ha hecho tanto trabajo en vacunas, porque no todo el mundo puede, sobre todo desde el punto de vista de los macacos, que son muy limitados por la falta de centros, particularmente en España». «Los resultados en estos tres modelos animales [publicados esta semana en la revista Frontiers in Immunology] han demostrado que el candidato vacunal MVA-CoV2-S genera una respuesta inmunitaria robusta, con altos títulos de anticuerpos neutralizantes y activación de linfocitos T», detalla por su parte Juan García Arriaza. Además, es capaz de neutralizar diferentes variantes del coronavirus, añade Esteban.

Esta vacuna cumple, por tanto, con los requisitos necesarios para su desarrollo clínico. Que en estos momentos no sea viable llevar a cabo ensayos en humanos en España no impide que pueda ser considerada en otros países y entornos donde la tasa de vacunación es muy reducida y donde se requieren vacunas con alta estabilidad, anotan desde el CSIC. ¿Hay posibilidad de hacer ensayos en el extranjero? «Estamos abiertos a cualquier posibilidad si hay interés por parte de los distintos países», responde Esteban.

«La pandemia no termina con ómicron y tenemos que estar preparados»

La limitación que supone esta coyuntura española ha obligado a Esteban y García Arriaza a replantearse su proyecto e ir un paso más allá. No solo se enfocan ahora en las distintas variantes, en las que ya llevan trabajando meses, sino que su intención es conseguir una vacuna universal, que valga para cualquier mutación futura del virus. «La pandemia no termina con ómicron y tenemos que estar preparados —razona Esteban— Las tasas de mortalidad todavía son elevadas y pueden surgir otras nuevas variantes, incluso híbridas, entre una y otra. Trabajamos para lo que pueda venir, hemos hecho ya candidatos vacunales de una nueva generación y los estamos ensayando ya in vivo a nivel experimental».

«No podemos estar sometidos cada cinco meses, o incluso menos, a dosis de recuerdo; eso no es prudente»

Para el investigador lo más importante es conseguir una inmunidad «duradera». «No podemos estar sometidos cada cinco meses, o incluso menos, a dosis de recuerdo; eso no es prudente», comenta el investigador, muy partidario de la combinación de vacunas, «una forma de conseguir una protección más amplia y prolongada».