Los «tories» aspiran a recobrar Escocia con el apoyo de la «mayoría silenciosa»

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

El líder conservador escocés Douglas Ross se reunió con Boris Johnson en Aberdeen.
El líder conservador escocés Douglas Ross se reunió con Boris Johnson en Aberdeen. ROBERT PERRY | EFE

Acusan a los independentistas de la fractura y el estancamiento económico

20 mar 2022 . Actualizado a las 09:46 h.

Los planes del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) de celebrar un segundo referendo sobre la independencia de Escocia a finales del 2023 solo están consiguiendo dividir a la sociedad y estancar económicamente al territorio. Así lo denunciaron los tories escoceses, que han pedido a esa «mayoría silenciosa» que, según las encuestas recientes, se opone a la secesión que los respalde en las urnas, para así frenar cualquier iniciativa que atente contra la unidad del Reino Unido.

«La nación en la que crecí era confiada y miraba hacia afuera. Sin embargo, la nación en la que crecen mis hijos hoy es mucho más amarga y ensimismada […] Escocia se está convirtiendo en un país más pequeño cada día que el SNP permanece en el poder. Estamos cada vez peor, tanto económica como intelectualmente, porque estamos atrapados con un Gobierno que no asume ninguna responsabilidad», soltó ayer el líder de la formación, Douglas Ross, al participar en la conferencia anual de la formación, que se celebra durante el fin de semana en Aberdeen.

Una derrota de los nacionalistas en las próximas elecciones municipales, previstas para el 5 de mayo, ayudaría, según Douglas Ross, a poner fin «a la obsesión por el referendo» y a la recuperación «de Escocia del SNP», al tiempo que «nos permitiría a todos avanzar juntos hacia el futuro», manifestó.

Cerrando filas, por ahora

La meta que se ha trazado Ross no es fácil. Las últimas encuestas advierten que, en caso de que se celebraran autonómicas anticipadas en la región, los laboristas podrían desplazar a los conservadores como la principal formación opositora en el Parlamento de Edimburgo. Un sondeo de la empresa Savanta ComRes le da a los de Ross 23 escaños, frente a los 31 actuales; mientras que los laboristas pasarían de 23 a 24. Esos estudios de opinión auguran que los nacionalistas también verían cómo su fracción se amplía hasta los 64 diputados.

Los malos pronósticos de las encuestas podrían explicar también que el líder tory escocés decidiese poner fin a su confrontación con Boris Johnson. La semana pasada, Ross retiró su petición para someter al primer ministro a una moción de no confianza (censura), debido al escándalo del partygate, alegando que un cambio en Downing Street solo beneficiaría a Putin.

Ross y Johnson se esforzaron por mostrarse unidos. El primer ministro asistió a la conferencia de Aberdeen y desde allí prometió ayudas por 16.000 millones de libras (19.000 millones de euros) a Escocia para reactivar la exploración petrolera en el mar del Norte. «No es el momento para tener discusiones sobre la Constitución […] mientras un país europeo está siendo bombardeado en la guerra más cruenta desde 1945 [en alusión a la invasión rusa de Ucrania]», dijo Johnson.

La misma encuesta de Savanta ComRes revela que los escoceses comparten la visión de Johnson en esto. Asimismo, asegura que hoy una pequeña mayoría de los electores (52 % frente a 48 %) continúan creyendo que es mejor seguir dentro del Reino Unido.