Cuca Gamarra: una superviviente del sorayismo, próxima número dos de Feijoo

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado SEVILLA

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Cuca Gamarra, este mediodía en los exteriores del Congreso tras conocer su elección.
Cuca Gamarra, este mediodía en los exteriores del Congreso tras conocer su elección. Alberto Ortega | Europa Press

La última portavoz parlamentaria de Pablo Casado es el primer nombramiento del gallego, que busca así integrar a todas las familias tras el congreso de Sevilla y que no descarta crear un cargo de coordinador general a su lado

31 mar 2022 . Actualizado a las 22:26 h.

A la próxima secretaria general del PP, Concepción Gamarra (Logroño, 1974) nadie la conoce por su nombre de pila. Todos le llaman Cuca. Incluso en las notas oficiales distribuidas por el PP utilizan este diminutivo, tal y como se constató en la difundida hace poco más de un mes por Génova en la que, «a propuesta de» Pablo Casado, fue nombrada coordinadora general de la formación hasta la celebración del cónclave de este fin de semana en Sevilla del que Alberto Núñez Feijoo saldrá elegido presidente.

Cuca Gamarra se enteró de esa elección esta misma mañana, tras una llamada del de Os Peares para comunicarle que era la elegida para convertirse en la número dos en el organigrama del principal partido de la oposición. Fue el propio Feijoo el que oficializó su decisión a través de un tuit que replicaría con voz a la salida del Consello de la Xunta, reunido este jueves en Santiago. El todavía presidente gallego elogió su labor en la alcaldía de Logroño, así como su capacidad de trabajo.

Falta por ver ahora si el partido hace la vista gorda para que pueda compaginar este cargo con la portavocía en el Congreso, o si Feijoo busca un relevo para interpelar a Sánchez en la Cámara baja. Gamarra asumió la portavocía del grupo popular con la anterior directiva y tras la sonora destitución de Cayetana Álvarez de Toledo. Desde la desaparición de Casado, se convirtió en la voz y el rostro de los populares en la Cámara Baja, y en la encargada de debatir con el presidente del Gobierno en los plenos. El último, el de este miércoles, en el que acusó al socialista de haber faltado a su compromiso en bajar los impuestos. Feijoo tomaba buena nota de sus intervenciones en este mes de transición.

Gamarra tiene un perfil discreto y de equipo. Todos sus compañeros de bancada se refieren a la exregidora de Logroño como una persona «de partido». «Es prudente, diplomática, de partido», recalca un diputado gallego. «Viene de abajo», traslada la misma fuente. «Es solvente y no se mete en charcos ni en sus apariciones públicas ni en cuestiones internas», sostienen.

Cuca Gamarra, alcaldesa de ciudad entre 2011 y 2019 (la primera mujer como regidora de Logroño) y abogada especializada en derecho económico, fue una de las pocas supervivientes del sorayismo, es decir, los dirigentes alineados con la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que resistieron al ascenso de Casado. La integraron dentro de la cúpula, en donde entró como vicesecretaria general de Política Social, cargo que dejó para ocupar la portavocía parlamentaria, y que le concedió derecho a conservar su asiento en el comité de dirección. Precisamente, Gamarra fue una de las personas dentro de ese núcleo duro nombrado por Pablo Casado que se desmarcó en plena crisis interna del partido amagando con dimitir si no accedía a la convocatoria de un congreso extraordinario a la mayor brevedad.

En la anterior etapa, el secretario general, Teodoro García Egea, era el responsable absoluto de lidiar con los asuntos del partido. Las fuentes consultadas no ven a Gamarra con ese poder supremo, y apuntan a que el desgaste que siempre conlleva ese papel podría recaer en un nuevo dirigente, bien bajo la figura de un coordinador general, como fue en su día Fernando Martínez-Maíllo con Rajoy y Cospedal, o bien bajo otro cargo dentro de la estructura.