Carles Puigdemont deja a Esquerra y a la CUP fuera de su «gobierno republicano» en el exilio

Con la pompa de una ceremonia de toma de posesión, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont presentó este viernes a los integrantes de lo que denominó como el gobierno catalán en el exilio y el «ejecutivo republicano». Puigdemont viajó a la localidad francesa de Ribesaltes, en la llamada Catalunya Nord, según el imaginario nacionalista, para formalizar la puesta en marcha del Consejo para la República, entidad privada que preside y desde la que se conjuró, junto a sus «consejeros», a pasar de la resistencia a la confrontación.

El expresidente catalán mantiene la retórica combativa y unilateralista, a pesar de que el Gobierno catalán, Esquerra Republicana y buena parte de su partido abogan ya desde hace tiempo por vías más posibilistas. Puigdemont calificó el Consejo para la República, desde el que trata de dirigir la estrategia independentista, como el espacio más transversal del soberanismo.

Ejecutivo con «carteras»

Ni ERC ni la CUP participan en esta entidad y ambas formaciones se han quedado fuera del equipo diseñado por el líder de Junts. Entre otros, están en su gobierno paralelo y con «carteras» asignadas la diputada de Junts Aurora Madaula, Toni Comín y Lluís Puig, ambos huidos en Waterloo junto a él, así como el cantante Lluís Llach o el líder de Demòcrates (escisión de Unió) o un dirigente de Poble Lliure (la rama más nacionalista de la CUP).

Puigdemont sigue sin aclarar su futuro a la espera de que los tribunales europeos resuelvan sobre su extradición. Pero antes de junio tiene que decidir si se mantiene como presidente de Junts y al mismo tiempo dirige el Consejo para la República o se aparta de la formación que fundó hace dos años y se centra en su labor desde Waterloo. Por la vía de los gestos, se va inclinando por dejar la presidencia de Junts.

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