Empresas europeas violan las sanciones contra Rusia para evitar cortes de gas

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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JANIS LAIZANS | REUTERS

Bruselas anticipa represalias contra quienes paguen a Gazprom en rublos

27 abr 2022 . Actualizado a las 17:57 h.

Escala la tensión entre la Unión Europea (UE) y Rusia tras la decisión del gigante Gazprom de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria.

Ambos países se han negado a pagar el hidrocarburo en rublos, como había exigido la compañía tras el decreto promulgado el pasado 31 de marzo, por el que el Gobierno ruso obliga a las energéticas a cobrar en esa divisa a los clientes de países «hostiles», como los europeos. 

Pagar en rublos supondría quebrantar las sanciones aprobadas por los Veintisiete contra Rusia por desatar la guerra de Ucrania. Se trata de una medida consensuada para cortar las vías de financiación del Kremlin

Lo recordó este mismo miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras salir a la luz que cuatro empresas europeas habrían pagado ya a Rusia en rublos para evitar apagones y al menos otros diez clientes europeos habrían abierto cuentas bancarias paralelas en Gazprombank para efectuar los pagos de aquí a mediados del mes de mayo, según reveló Bloomberg. 

«No deben acceder a las demandas rusas. Sería un incumplimiento de las sanciones y un alto riesgo para las empresas», alertó la alemana, quien anticipa problemas legales para quienes se atrevan a sortear el castigo al Kremlin. «Pagar en rublos, si no está previsto en el contrato, es un incumplimiento de nuestras sanciones, está muy claro», deslizó para persuadir a quienes estén tentados a ceder al chantaje del Kremlin en las próximas semanas. 

Al menos el 97 % de los contratos de gas firmados con Gazprom fijan que las monedas de pago serán euros o dólares. 

Polémica con los pagos 

¿Por qué se ha generado tanta controversia en torno a los pagos de gas, si este se puede seguir comprando a Rusia? La UE ordenó congelar todos los activos del Estado ruso en el exterior, incluidas las divisas. 

Cuando un cliente va a pagar en euros o dólares a Gazprom, el sistema bancario lo intercepta y congela al momento, impidiendo al Estado ruso poder utilizar esos ingresos.

No ocurre lo mismo cuando el cliente abre una cuenta en rublos en el Gazprombank. El banco de la empresa europea que importa el gas deposita euros en esa cuenta en rublos. A continuación, la empresa pide a Gazprom que cambie esos euros por rublos, y el gigante del gas lo hace tomando prestadas esas divisas del banco central ruso. A la hora de hacer el pago es el propio Gazprom el que ejecuta la operación en nombre del cliente y paga al Estado ruso. 

Según apuntan desde el centro de análisis Bruegel, «formalmente no estarían violando las sanciones», aunque sí infringiendo los términos del contrato. Bruselas no opina lo mismo. La Comisión Europea ha aclarado hoy que esas operaciones no están autorizadas. Tanto es así que algunos Gobiernos como el holandés instaron a sus empresas a cumplir los términos de los contratos para no exponerse a acciones legales. 

Alemania sigue recibiendo gas

Otros lo han interpretado de otra forma. Es el caso de Alemania, que justifica esta trampa. El portavoz de Economía, Robert Säverin, admitió que «los importadores alemanes pagan en euros a la cuenta de Gazprom y luego es Gazprombank el responsable de hacer el cambio a rublos», según recoge Efe. De ahí que el hidrocarburo siga fluyendo. No solo porque el gas les llega a través del Nordstream, sorteando Polonia, también porque han accedido a utilizar el sistema paralelo que exige el Kremlin para recibir gas.

Lo mismo ocurre con Hungría. El país magiar, que se ha alineado con Berlín al rechazar un embargo energético a Rusia, admite que ha aceptado la solución rusa de pagar a través del Gazprombank, que convierte los euros en rublos. El 85 % del suministro que necesitan procede del país del este.  

Austria no ha sido tan explícita al admitir esta práctica y califica de «propaganda rusa» las informaciones que apuntan a que el país estaría saltándose las sanciones con este truco: « La OMV (la empresa energética austríaca) seguirá, por supuesto, pagando las entregas de gas de Rusia en euros. Austria cumple al pie de la letra las sanciones acordadas conjuntamente por la UE», aseguró el canciller austríaco, Karl Nehammer. 

Esta actitud ha sido censurada públicamente por el expresidente del Consejo Europeo y líder del Partido Popular Europeo (PPE), Donald Tusk, quien ha acusado a los tres países de estar en la «rublozona», en lugar de la eurozona, al ceder al chantaje del Kremlin. 

Suministro en los países afectados

El Gobierno polaco sostiene que hogares y empresas tienen asegurado el suministro de energía, pero Bulgaria depende en un 90 % del gas ruso. La paralización del suministro ha puesto en guardia a todas las cancillerías europeas. Sus expertos se han reunido este miércoles para trazar una respuesta coordinada y cerrar nuevos acuerdos con socios internacionales para garantizar la seguridad del suministro: «Los europeos pueden confiar en que estaremos unidos y con total solidaridad con los Estados miembro afectados frente a este nuevo desafío. Pueden contar con todo nuestro apoyo», deslizó Von der Leyen.

La alemana acusó al Gobierno de Vladimir Putin de utilizar el gas como «instrumento de chantaje». «Esto es injustificado e inaceptable. Y muestra una vez más la informalidad de Rusia como proveedor de gas. Estamos preparados para este escenario. Hemos estado trabajando para garantizar suministros alternativos y los mejores niveles de almacenamiento posibles en la UE», aseguró Von der Leyen.  

El Ejecutivo comunitario asegura que se han puesto en marcha planes de contingencia para un escenario como el actual. 

En la misma línea se han expresado los países afectados. El ministro de Energía búlgaro, Alexander Nikolov, ha lamentado que el gas natural se haya convertido en «un arma política y económica» al servicio de Rusia para presionar a quienes han adoptado sanciones. Ha recordado que Bulgaria no ha incumplido ningún contrato y que incluso ha efectuado los pagos correspondientes a abril, aunque lo hizo en dólares, como consta en los contratos. «Bulgaria no mantendrá negociaciones bajo presión y con la cabeza baja», ha advertido, según Bloomberg.

El Gobierno búlgaro ha apelado a la calma y ha señalado que el país tiene suficiente suministro para al menos un mes, gracias a fuentes alternativas. Un mensaje similar al que ha lanzado Polonia. Su principal responsable para asuntos de infraestructura energética, Piotr Naimski, ha afirmado este miércoles que «si no hay un cataclismo (...), el suministro de gas está garantizado», ha declarado, según la agencia PAP. No obstante, la empresa gasista polaca PGNiG ha anunciado que solicitará una indemnización por violación de contrato. 

  

Amenaza de nuevos cortes

Mientras la UE hace parte de daños y prepara su respuesta, el presidente de la Duma del Estado ruso (Cámara de Diputados), Viacheslav Volodin, aplaudió este miércoles el corte de suministro de Gazprom a Bulgaria y Polonia y pidió extender la medida a «otros países inamistosos».

«Gazprom suspendió totalmente los suministros de gas a Bulgaria y Polonia. Es una decisión correcta. Los diputados de la Duma del Estado la respaldan», escribió Volodin en su canal de Telegram, según recoge Efe. Culpó a los Gobiernos polaco y búlgaro de haberse quedado sin gas, alegando que tuvieron la posibilidad de ceder al chantaje ruso y pagar en rublos -lo que violaría los términos de los contratos en vigor y las sanciones de la UE-. «Los dirigentes de esos países no lo quisieron. Pues que ahora expliquen a sus ciudadanos cómo van a salir de esta situación y qué intereses tomaron en cuenta al adoptar esa decisión», deslizó antes de abogar por extender los cortes a otros países del entorno: «Es necesario actuar de la misma manera en relación con otros países inamistosos», con Rusia.

Y parece que la intención del Kremlin es ampliar los cortes de suministro en el mes de mayo si los países europeos no se pasan al nuevo sistema de pago. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que «conforme se acerque el tiempo de pago y si los consumidores rechazan el nuevo sistema de pago, el decreto presidencial será implementado». El propio Peskov admitió que las empresas deberán hacer lo que han hecho esas cuatro firmas que han pagado: abrir dos nuevas cuentas en el Gazprombank. Una para depositar los euros y otra para hacer el cambio a rublos antes de finalizar el pago.