Italia eleva hasta el 25% el impuesto sobre los beneficios «caídos del cielo» de las eléctricas

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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JULIEN WARNAND | EFE

Para financiar el plan de estímulo, de 21.500 millones de euros, para apoyar a familias y empresas

03 may 2022 . Actualizado a las 14:09 h.

El Gobierno de Italia, que preside Mario Draghi, ha dado una nueva vuelta de tuerca en su intento por incrementar las ayudas a ciudadanos y empresas para hacer frente al aumento del precio de las materias primas y contener la escalada de las tarifas de la electricidad en el escenario de incertidumbre desatado por la guerra de Ucrania. Lo hará con un nuevo plan de estímulo de 14.000 millones de euros, y buena parte de estos ingresos pretende obtenerlos incrementando de nuevo el impuesto extraordinario sobre las ganancias de las empresas energéticas. Lo hará del 10 %, que había anunciado el pasado marzo, al 25 %.El objetivo es disponer de los recursos necesarios  sin tocar el presupuesto ni incurrir en ningún tipo de déficit debido a su ya limitada capacidad de endeudamiento, tal y como expusieron el propio Draghi y su ministro de Economía, Daniele Franco, en rueda de prensa.

«En el clima de enorme incertidumbre que hay, el Gobierno intenta dar, en la medida de lo posible, un mensaje de cercanía a todos los italianos. El objetivo principal de este decreto es proteger el poder adquisitivo de las familias, en especial a las que tienen rentas más bajas, y la actividad productiva de las empresas», destacó el primer ministro italiano, Mario Draghi, informa Efe.

En este sentido, Draghi recordó que en abril la tasa de inflación interanual fue del 6,2 %, «el nivel más alto de los últimos 30 años», y esto puede frenar la recuperación iniciada el pasado año tras la pandemia, pues en el primer trimestre de este 2022 el producto interior bruto (PIB) de Italia retrocedió del 0,2 % respecto al último trimestre del 2021.

El paquete de estímulos aprobado supone el doble de la cantidad planteada por el Ejecutivo inicialmente y se financiará con una partida presupuestaria no gastada del pasado año y con lo recaudado del impuesto sobre los beneficios extraordinarios de algunas empresas energéticas que operan en el mercado mayorista.

«No ha habido una desviación del gasto público», dejó claro Draghi, que trata de esquivar las presiones de partidos y sindicatos, que le piden que lo haga, porque quiere reducir la deuda pública (del 150,8 % del PIB en 2021 al 147 % en 2022) y el déficit (del 7,2 % al 5,6 %).

Habrá ayudas de 200 euros para trabajadores y pensionistas con rentas de hasta 35.000 euros anuales, y garantías estatales para préstamos a pymes hasta el 31 de diciembre.

En el ámbito de la energía, se amplía por tres meses el «bono energético» para las familias con rentas bajas y se simplifican los procedimientos de autorización de las centrales alimentadas por fuentes renovables para intentar que el país deje cuanto antes su dependencia del gas ruso, que supone el 40 % de sus suministros anuales.

El Gobierno también ha alargado hasta el 8 de julio la reducción de los impuestos especiales sobre los carburantes por unos 30 euros por litro, que aprobó el pasado marzo para la gasolina y el gasóil, y que ha extendido ahora al metano.

Finalmente, se ha otorgado al alcalde de Roma y administrador extraordinario para el Jubileo 2025, Roberto Gualtieri, nuevas competencias, entre ellas la de elaborar y aprobar el plan de gestión de residuos de la capital, cuestión a la que se ha opuesto el Movimiento 5 Estrellas (M5S), que ha decidido no votar el decreto.

Con este paquete, el Gobierno italiano ha destinado 21.500 millones de euros en lo que va de año para proteger su economía de la subida de los precios de la energía y de las materias primas.

Las nuevas medidas de Italia para aliviar la carga a empresas y familias se producen en un día en el que los Veintisiete están debatiendo en Bruselas una nueva ronda de sanciones contra Moscú, que podría pasar por una prohibición de las importaciones de petróleo ruso durante este año