Los sindicatos reclaman un alza salarial mínima del 3,5 % y amenazan con movilizaciones

Ana Balseiro
a. balseiro MADRID / LA VOZ

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Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

Insisten en exigir la cláusula de revisión para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo

13 may 2022 . Actualizado a las 08:03 h.

Dos días después de que lo hiciera la CEOE, pidiendo moderación salarial pese a la inflación galopante, CC.OO. y UGT presentaron ayer su postura para la negociación de los convenios colectivos, una vez que ambas partes (patronal y sindicatos) dieran por cerrados —sin acuerdo— los contactos para pactar los incrementos retributivos hasta el 2024. Ninguna de las dos partes dio sorpresas, limitándose a reafirmarse en las posiciones distantes que no lograron acercar en la mesa de negociación.

Los sindicatos, que acusaron a los empresarios de haberse enrocado en una posición «cerrada e inflexible», contrapusieron la suya, calificándola de «razonable» y «extremadamente moderada», aunque lanzaron la advertencia de que se movilizarán a partir de junio si las negociaciones continúan atascadas.

Los representantes de los trabajadores no optaron por elevar sus exigencias de revisión salarial tras la falta de acuerdo con la patronal. Se limitaron a insistir en la que negociaban: una subida mínima del 3,5 % para este año, que llegaría al 2024 con un alza acumulada del 8 % (2,5 % el año próximo y un 2 % en el 2024). Eso sí, incluyendo una cláusula de revisión salarial que ajuste luego la subida al IPC e impida la pérdida de poder adquisitivo, extremo al que se opone la CEOE, alegando que no todas las empresas están en condiciones de poder asumirlo.

Los líderes de CC.OO. y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, insistieron en que iban «en serio» y que no permitirán que «una crisis de precios que no han generado los trabajadores, la vayan a volver a pagar ellos con una devaluación intensa de los salarios». Por ello, advirtieron a la CEOE que, de no atender a sus propuestas «moderadas» de subidas, «en los próximos días» irán a un proceso de convocatoria de movilizaciones, a las que —apuntaron— no podrán «ningún límite».