Cataluña planea imponer una tasa de 20 céntimos por cigarrillo para reciclar las colillas

redacción LA VOZ

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Agostiño Iglesias

El consumidor podrá recuperar el dinero si devuelve el residuo en vez de tirarlo

17 may 2022 . Actualizado a las 17:52 h.

El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña estudia que la próxima ley catalana de residuos pueda incluir una tasa de 20 céntimos por cigarrillo al comprar tabaco, importe que el consumidor podría recuperar si devuelve las colillas en lugar de tirarlas al suelo.

La medida, aún en fase embrionaria, está ligada a la futura ley catalana de residuos, que está previsto que el Govern apruebe durante el primer trimestre de 2023.

Entre otros objetivos, el borrador aborda los envases de un solo uso, el problema del sobreembalaje, las cápsulas de café y las colillas, han explicado fuentes de la Agencia de Residuos de Cataluña.

Una de las iniciativas que se están estudiando es una tasa de 20 céntimos por cigarrillo que se añadiría al coste actual de compra de tabaco (en un paquete de 20 unidades serían 4 euros), pero que el consumidor podrá recuperar si devuelve las colillas en un punto de reciclaje, que podría ser el mismo estanco.

«El objetivo es evitar que, como ha pasado hasta ahora, el 70 % de las colillas generadas en Cataluña acaben en el suelo o en el mar», ha detallado en una entrevista con El Periódico el director de la Agencia de Residuos de Cataluña, Isaac Peraire.

En 2019 se consumieron casi 427 millones de paquetes de tabaco en Cataluña, equivalente a 8.500 millones de cigarrillos, mientras que en esta comunidad todavía hay 1,5 millones de fumadores (casi el 20 % de la población).

Las colillas suponen uno de los principales retos de los municipios en la limpieza de calles, por sus dimensiones pequeñas y la gran cantidad de unidades en el suelo, mientras que en las playas constituyen el residuo más abundante.

Para la futura ley, la Agencia de Residuos de Cataluña también plantea un posible impuesto sobre los productos de un solo uso, sean del material que sean, y en esta categoría entrarían vasos, tazas y también las cápsulas de café, aunque quedarían exentas las que sean reutilizables o compostables.

Otra de las medidas previstas es la prohibición, en el plazo de dos años desde la entrada en vigor de la ley, del envasado considerado «innecesario y superfluo» de productos alimentarios, según figura en la propuesta de la Agencia de Residuos.