El viaje de Bachelet a China pone el foco en los abusos a los uigures en Xinjiang

maría puerto PEKÍN / E. LA VOZ

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La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la chilena Michele Bachelet
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la chilena Michele Bachelet DENIS BALIBOUSE | REUTERS

Varios medios internacionales publican pruebas de internamientos masivos y órdenes de disparar a matar

25 may 2022 . Actualizado a las 09:00 h.

La controvertida visita de la alta comisionada por los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michel Bachelet, a Xinjiang coincide con la publicación en la prensa internacional de archivos secretos de la policía china que demuestran la represión contra los uigures. De nada ha servido el controlado «viaje burbuja» organizado por los chinos para la representante de la ONU, sin apenas libertad de movimiento. La llegada de Bachelet a la región autónoma ha coincidido con la difusión, conjuntamente en 15 medios internacionales, de «los archivos policiales de Xinjiang», documentos fruto del hackeo de información policial que aportan pruebas de la represión en esta región autónoma, que China niega.

Bachelet realiza el primer viaje de un alto responsable de los derechos humanos de la ONU a China en diecisiete años. La visita ha sido largamente negociada con e Gobierno chino y se realiza bajo un severo control.

La alta comisionada ni siquiera visita Pekín y ningún periodista extranjero la puede acompañar durante su viaje. Llegó a Cantón (Guangzhou) el lunes, durante dos días viajará por la región de Xinjiang y visitará Urumqi y Kashgar. Desde su oficina se ha confirmado que el sábado 28 dará una conferencia de prensa antes de abandonar el país.

Burbuja sanitaria

El covid-19 ha servido de justificación sanitaria para que la visita de seis días se celebre bajo estricta vigilancia. China dice que se aplican medidas similares a las de los Juegos de Invierno y por ello Bachelet viaja en una burbuja sanitaria, sin contactos fuera de ella, para prevenir contagios. No podrá mantener reuniones presenciales, ni hablar con nadie que el Gobierno chino no haya autorizado a entrar en esa burbuja.

Son todos estos controles lo que ha provocado las críticas de asociaciones proderechos humanos y de la diáspora uigur. Han alertado que el viaje puede ayudar a blanquear los abusos de Pekín en Xinjiang y convertirse en una operación de propaganda del régimen comunista. La semana pasada un grupo de 40 políticos de 18 países advirtieron que esta visita organizada por el Gobierno chino puede causar daño a la credibilidad de la oficina de derechos humanos de la ONU.

En China el ministro de Exteriores, Wang Yi, se ha entrevistado con Bachelet y ha declarado que espera que el viaje sirva para que se «aclare la desinformación» sobre China.

Los archivos policiales

Coincidiendo con el viaje de Bachelet la BBC, junto a un consorcio de medios de once países, ha publicado un informe extraído de fuentes policiales de Xinjiang que confirmaría las denuncias de violación de los derechos humanos contra la población uigur.

Los documentos, acompañados de miles de fotografías y datos personales de prisioneros, revelan con detalle las órdenes policiales de detención masiva de uigures y la norma de «disparar a matar» a los que se resistan. También muestran la implicación de los altos cargos y del presidente Xi Jinping en la implementación de estas medidas.

China se ampara en la lucha contra el terrorismo para llevar a cabo una política de asimilación en Xinjiang combatiendo la religión, la cultura y la lengua de los uigures y de otras minorías musulmanas.

Los informes confirman el uso desde el 2017 de campos de «reeducación» y también prisiones formales por las que se calcula que han pasado más de un millón de uigures, acusados sin pruebas de terrorismo. China siempre ha negado esta información y asegura que son centros de «formación vocacional». El Gobierno de Pekín también rechaza que existan campos de trabajo forzoso, afirma que son políticas de ocupación y niega las esterilizaciones forzadas de uigures.