El PP ve en los ataques de Sánchez un intento por cohesionar a su coalición

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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PSOE y UP se reunirán para «limar asperezas» tras su última disputa a consecuencia de la ley audiovisual

29 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La comparecencia de Pedro Sánchez del pasado jueves en el Congreso fue un anticipo de su discurso de ayer en Dos Hermanas (Sevilla), en el que el secretario general del PSOE volvió a cargar contra el PP, un partido al que equiparó con la «corrupción», desempolvando la Kitchen, la Gürtel y otros casos similares.

Fuentes en la dirección del PP admiten haberse visto «sorprendidos» por el endurecimiento del tono mostrado por Sánchez en el hemiciclo, especialmente cuando se trataba de un pleno en el que debía de ofrecer explicaciones sobre el programa de espionaje Pegasus. El primer sorprendido fue Alberto Núñez Feijoo, al que le coincidió con una visita a Villarrobledo (Albacete), por lo que siguió la intervención de Sánchez a través de la radio, y que en su equipo interpretaron como un intento para rearmar a la coalición del Gobierno, ya que las relaciones entre el PSOE y UP no atraviesan por su mejor momento, y también para cohesionar al llamado bloque de la investidura, especialmente cuando los casos de espionaje han «minado» la relación entre La Moncloa y los independentistas, tal y como admitió el propio Sánchez.

La corrupción no fue la única carta que el secretario general del PSOE volvió a jugar ayer contra los populares. Insistió también en responsabilizarlos por «el conflicto político catalán», que, considera, está solucionando tras haberlo heredado de Rajoy. «Ellos dicen que con nosotros peligra la unidad de España, y son precisamente ellos los que ponen en riesgo la unidad de España. La verdad es que a ellos les aprobaron una declaración de independencia en Cataluña y nosotros estamos normalizando la vida en Cataluña», destacó.

Lastra: «La misma derecha»

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, dio continuidad a estos ataques desde Valladolid: «Es la misma derecha, va mudando de piel y sigue siendo la misma derecha. Núñez Feijoo dice lo mismo que Pablo Casado: insultos, descalificaciones y sobre todo mentiras», dijo.

Feijoo reunió este viernes a sus diputados, senadores y europarlamentarios para reclamarles «sosiego» y que no entren en las provocaciones, pidiéndoles que piensen ya más como «una alternativa» que como en la «oposición», ya que entiende que la mejor oposición a este Gobierno se realiza «desde dentro» del propio Ejecutivo. Es decir, la efectuada por Unidas Podemos.

Este mismo jueves los morados se descolgaron por primera ocasión en toda la legislatura en la votación de una norma impulsada desde el propio Gobierno con una abstención sobre la ley audiovisual que quebranta el acuerdo firmado entre ambas fuerzas.

La fragilidad parlamentaria del Ejecutivo, que sigue aprobando leyes pero cada vez de forma más ajustada, en ocasiones hasta de carambola, como la reforma laboral, unida a la proximidad de las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio y a las municipales y autonómicas de mayo del 2023 no dibujan un horizonte muy proclive para que se asiente la estabilidad entre la coalición. De ello son plenamente conscientes tanto en el PSOE como en UP.

El portavoz en el Congreso de los socialistas, Héctor Gómez, llamó a la paz: «Tenemos la obligación de ponernos de acuerdo, es importante alcanzar equilibrios y puntos de encuentro porque necesitamos el apoyo de otras fuerzas para poder legislar». Entre la bancada morada, en donde existe un profundo malestar por una enmienda añadida por el PSOE a última hora a la ley del audiovisual, solicitaron ayer a través del presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, una reunión de «la comisión de seguimiento del pacto de coalición para limar asperezas». Asens pidió al PSOE «mimar más al bloque de la investidura».