La receta del Banco de España: pequeñas subidas salariales varios años a cambio de blindar el empleo

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

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Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Reclama que funcionarios y pensionistas se incorporen al pacto de rentas y asuman pérdidas de poder adquisitivo

02 jun 2022 . Actualizado a las 09:12 h.

El mensaje fue claro: «Hoy somos más pobres de lo que lo éramos antes del incremento de los precios energéticos. La pérdida es ineludible, lo único que podemos hacer es repartirla; y si alguno de los agentes económicos trata de eludir la pérdida solo va a provocar que se agrave la espiral inflacionista, con efectos aún más negativos». Con esas palabras, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, insistió ayer en el Congreso en la necesidad de avanzar hacia un pacto de rentas que incluya no solo a empresas y asalariados del sector privado sino que, destacó, debe incorporar también a los trabajadores públicos y a los pensionistas para evitar que las subidas de precios se desboquen.

En su presentación del informe anual del organismo supervisor, el gobernador advirtió que los últimos datos muestran un «agotamiento» del esfuerzo de contención mostrado en los últimos meses por empresas y trabajadores. Las primeras empiezan a trasladar ya el sobrecoste de la energía y las materias primas a sus precios, de forma que siete de cada diez productos que componen la cesta de la compra se han encarecido más de un 2 % y la inflación subyacente, la que elimina los elementos más volátiles (como la luz, los carburantes o los alimentos frescos) frisa ya una tasa interanual del 5 %. Los asalariados, por su parte, vuelven a blindarse con cláusulas de garantía salarial para evitar poder adquisitivo, lo que a juicio del Banco de España solo alimentará la espiral de subida del coste de la vida.

Ante este escenario, y dado que la inflación subyacente no es ya una alternativa moderada a la que referenciar los salarios, Hernández de Cos retocó ayer su receta, proponiendo a los agentes sociales un gran acuerdo de país en el que los trabajadores acepten un marco de moderación salarial con «compromisos plurianuales de incrementos» retributivos y los empresarios, a cambio, garanticen «la protección del empleo». ¿Pero cuál debe ser la referencia con la que subir los sueldos? Según el Banco de España, ahora habría que inspirarse en la «evolución prevista de la inflación subyacente», que según sus últimas previsiones sería del 2,8 % este año, el 1,8 % el próximo y el 1,7 % en el 2024.

Bajará «unas décimas» el PIB

Claro que ese cuadro, elaborado en abril, se quedará obsoleto ya la semana que viene, cuando el Banco de España actualizará «unas décimas a la baja» sus previsiones de crecimiento para la economía española este año respecto al 4,5 % que estimaba hace dos meses (dos décimas más que lo que espera el Gobierno). También rebajará «ligeramente» sus previsiones para la inflación (7,5 % de media en el conjunto del año), aunque elevará la subyacente (que calculaba en ese 2,8 %). Aunque, insistió, serán cálculos sujetos a una enorme volatilidad por la evolución de los precios energéticos y, sobre todo, la guerra en Ucrania.

En su repaso general por la economía, Hernández de Cos volvió a reclamar mecanismos automáticos para moderar el gasto en pensiones en función de la evolución demográfica y de la salud financiera de la Seguridad Social, al tiempo que evitó valorar el impacto de la reforma laboral hasta poder analizar sus efectos desde todos los prismas, incluida la creación de empleo.

Sobre las criptomonedas, el gobernador advirtió de que «hay riesgo cierto de pérdida total de la inversión» y remarcó la necesidad de intervenir el mercado ahora que, por su volumen, aún no es sistémico. Una de las mayores preocupaciones, dijo, «es la interconexión con el sector bancario», por lo que se analizarán las exposiciones de las entidades a los criptoactivos.