Argelia rompe su lazo de amistad con España tras el giro en su postura respecto al Sáhara Occidental

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Emilio Naranjo | Efe

Las autoridades argelinas consideran este movimiento como una «violación de las obligaciones jurídica, moral y política». Los socios del presidente del Gobierno le reprueban su apoyo a Marruecos

08 jun 2022 . Actualizado a las 20:42 h.

Una «violación de las obligaciones jurídica, moral y política». Un apoyo «injustificado». Así se refirió el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, al respecto del cambio de la postura de España sobre la cuestión del Sáhara Occidental para anunciar lo que se temía que pasara con el resultado de dicho cambio político. Argelia anunció hoy la suspensión «inmediata» del tratado de amistad suscrito con España hace casi dos décadas por resignarse a la posición marroquí para que el Sáhara sea una provincia autónoma integrada en Marruecos.

El anuncio de las autoridades argelinas se dio después de que Sánchez explicara qué logros se esperan alcanzar con las nuevas relaciones bilaterales con el vecino del norte de África. Transparencia y comunicación permanente para mantener la confianza y resolver incidentes. Compromiso de respeto mutuo. Controlar los flujos migratorios.

«Las nuevas relaciones son un hecho, y queda mucho por hacer», señaló. No quiso cerrar el discurso sin referirse a la cuestión saharaui, y volvió a insistir en que el acuerdo con Rabat es el más «serio y creíble» para resolver el conflicto. «Francia apoya esta posición, el presidente de Alemania también, Estados Unidos dice que el plan es serio y realista. Las nuevas relaciones son un hecho, y queda mucho por hacer», afirmó el jefe del Ejecutivo.

Los partidos socios de Gobierno de Sánchez fueron unánimes en su discrepancia con respecto al Sáhara. ERC, Bildu, PNV y el resto de formaciones políticas socias del Ejecutivo han pronunciado un sonoro «no» respecto a que el Sáhara Occidental pueda ser una provincia autónoma encajada dentro del territorio gobernado por Mohamed VI y se mostraron favorables a continuar con la posición tradicional de España respecto al conflicto.

El portavoz del grupo de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, fue claro: «Sobre el Sáhara ya conoce nuestra posición porque es la misma de siempre. Nuestra posición es defender el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Marruecos es la potencia invasora y el Sáhara es la agredida».

Además, le recordó que el giro en la cuestión del Sáhara nació de la administración Trump y le pidió continuar con «políticas progresistas» porque significaría traer el «positivo efecto secundario» de «pararle los pies a la ultraderecha» en España.

El dirigente de ERC, Gabriel Rufián, reprochó al Gobierno sus políticas con respecto a la OTAN y remarcó que el aumento del hambre en el mundo será algo que afecte a la cuestión de Marruecos y el Sáhara: «Lo que significa el cambio de postura del Gobierno es que la gendarmería marroquí dé palos a esa hambruna que se pegará a la valla cuando no tengan qué comer».

Por su parte, el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, pidió a Sánchez algún esfuerzo con el polisario: «¿Por qué no se va a los campamentos de Tinduf para explicarles que su posición es la correcta y que ellos están equivocados?».

Responsabilidad y soberanía

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, fue crítica con Pedro Sánchez y le exigió que «España merece un Gobierno que se tome en serio las cuestiones de Seguridad», refiriéndose al caso del espionaje de Pegasus. «A día de hoy sabemos sin conocer quién negoció la famosa carta y quién se la entregó a Mohammed VI. Tampoco si está relacionado o si tuvo que ver con el espionaje con Pegasus y qué archivos les fueron sustraídos», enunció.

Más duro se mostró el líder de Vox, Santiago Abascal: «Ha de saber Marruecos que su posición con el Sáhara solo le atañe a usted, no a esta Cámara ni al próximo Gobierno de España», alegó. El líder de Vox también reclamó a Sánchez que «acabe con las «políticas de sumisión», lejos de los despachos de Marruecos y Bruselas.

El PP ofrece su apoyo al Gobierno en las cuestiones referidas a la OTAN

El pleno en el Congreso de los diputados de hoy fue acalorado por la constante negativa de todos los partidos a apoyar la nueva posición del Gobierno con respecto al Sáhara, pero a ello hubo que sumarle una abultada presencia de la OTAN y la cumbre que se celebrará a finales de este mes en Madrid en los discursos de todos los parlamentarios.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, quiso referirse al disenso gubernamental que impera en el Gobierno para ofrecer el apoyo del PP a las políticas relacionadas con la alianza militar. «Hay que asfixiar económicamente a Putin y cuenta con nuestro apoyo para ello. ¿Piensan lo mismo los miembros de Podemos de la OTAN? Son sus ministros los que le han acusado de prevaricar con el presupuesto destinado a la Cumbre de la OTAN», reafirmó Gamarra, que también señaló que apoyarán el ingreso de Finlandia y Suecia en la alianza atlántica.

La portavoz no desaprovechó la ocasión para pedirle que haga «una política exterior que se haga con sentido de Estado porque «tiene el apoyo del principal partido de la oposición».

Ultraderecha y oligarcas

En Podemos no comparten que las exigencias de la OTAN tengan preferencia sobre una agenda nacional y europea. Pablo Echenique se preguntó: «¿Es sensato que España y Europa, en vez de defender sus propios intereses, se sometan a una alianza claramente subordinada a Estados Unidos?». Echenique remarcó que «no es la mejor manera para acabar con el conflicto, aumentar el gasto en metralletas y misiles cuando hay tantas realidades sociales en nuestro país como en atención primaria o salud mental».

Por su parte, Gabriel Rufián (ERC) subrayó el conflicto de la izquierda con sus posiciones respecto a la OTAN: «Lo que planteamos los que no compramos el discurso de la OTAN es que la paz en Ucrania no puede ser la paz de los cementerios. La EU debe ser un contrapeso a la OTAN y no un vocero más», señaló, para posteriormente realizar un cálculo de coste-beneficio por la implicación militar y un posible aumento del gasto militar pedido por Defensa, que se elevaría a los 3.000 millones de euros: «Más soldados, menos enfermeros. Más tanques, menos hospitales. Decirlo no es de irresponsable, no explicarlo sí lo es».

El mandatario catalán arrojó al Gobierno la idea de una estrategia alternativa. «Le volvemos a pedir que España deje de fijarse y aplaudirse tanto en la OTAN y lidere en la UE una posición de retención del dinero de oligarcas rusos», concluyó.