Eduardo Rial, superviviente del Villa de Pitanxo: «Yo voy a decir lo que me diga mi tío»

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO CANGAS / LA VOZ

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El patrón del 'Villa de Pitanxo', Juan Padín Costa, y su sobrino, Eduardo Rial Costa en la Audiencia Nacional en Madrid para declarar ante el juez por el naufragio del buque gallego.
El patrón del 'Villa de Pitanxo', Juan Padín Costa, y su sobrino, Eduardo Rial Costa en la Audiencia Nacional en Madrid para declarar ante el juez por el naufragio del buque gallego. MARISCAL | EFE

Un marinero que rescató a los supervivientes del Villa de Pitanxo declaró que el sobrino del patrón le dijo que asumiría lo dicho por Padín sobre el naufragio

09 jun 2022 . Actualizado a las 01:25 h.

El marinero Eduardo Rial compareció el lunes en la Audiencia Nacional como superviviente y testigo del naufragio del Villa de Pitanxo. El órgano judicial no consideró necesario investigarlo antes de la citación, «sin perjuicio de lo que resulte de las diligencias a practicar» durante la instrucción. Lo detalló en un auto firmado el 31 de mayo, donde sí admitía a trámite la querella criminal presentada por familiares de tripulantes muertos contra el patrón del pesquero, Juan Enrique Padín, y contra la empresa armadora, Pesquerías Nores Marín. La resolución difiere de la interpretación plasmada en las diligencias de la Guardia Civil, que le atribuye dos delitos: falsedad de documento oficial y encubrimiento.

Se basa en lo ocurrido a bordo del pesquero Playa Menduíña Dos. Su tripulación rescató a Rial, a su tío (el patrón) y al marinero de Ghana Samuel Koufie. Ya a bordo, Rial se encontró con un amigo y excompañero en el Villa de Pitanxo. La primera noche mantuvieron una conversación a solas en la que este marinero «le dice [a Rial] que cuando tenga que declarar, ‘‘que diga la verdad'', a lo que Eduardo le respondió: ‘‘Yo voy a decir lo que mi tío me diga''». Esa persona, en la misma declaración prestada en la Comandancia de Pontevedra, dijo recordar «que la noche del rescate, en un momento en el que estaba a solas con Eduardo, él me dijo que su tío estaba mintiendo, que su tío no pitó ni el abandono de buque ni nada».

El marinero del Playa Menduíña Dos le dijo a otro compañero del barco —que lo expuso en su declaración judicializada— que Eduardo le había reconocido, también en las horas posteriores al rescate, que «su tío [por Padín] había sido un cabrón que los había dejado tirados cuando se iba a hundir el barco, que cogió la balsa y se largó». La declaración del tripulante amigo de Rial va más allá. Añade que «tuvo la impresión de que Juan Padín le impedía a Eduardo» que se pusiera en contacto con él, ya que, «siendo conocedor de la amistad que gozaban ambos, podría pensar que, en algún momento, Eduardo le haría algún comentario relacionado con los hechos», como se recoge en la causa judicial.

Llamadas sin respuesta

Lo vivido a bordo del Playa Menduíña Dos supuso un punto de inflexión en la amistad entre Rial y este marinero. Lo cuenta él mismo, en declaración oficial, al asegurar que, «desde que llegó a tierra, tuvo varias llamadas telefónicas desde la línea de Eduardo. Llamadas que no contestó, ya que no quiere tener contacto con él al saber el comportamiento que está adoptando en relación al naufragio». Esa amistad rota nació, precisamente, en el Villa de Pitanxo. Este marinero realizó en el 2021 una marea con Rial de compañero y con Juan Enrique Padín ejerciendo de patrón.

Dejó voluntariamente de trabajar para él porque, después de esa marea y sin haber cobrado el dinero pactado, lo llamaron para enrolarse nuevamente. Sí aclara que, dos meses después, cobró todo el salario. Sobre la vida laboral a bordo del Villa de Pitanxo con Padín de patrón, asegura que realizaba una carga de trabajo excesiva: «Lo habitual era trabajar 20 horas para descansar cuatro».

En lo que se refiere a la prevención de riesgos laborales, dice que, «a pesar de que en otros buques sí llevó a cabo tareas de simulacros de accidentes (fuego, naufragio...), en el Villa de Pitanxo nunca llevó a cabo ninguna». Concluye diciendo que «las maniobras que realizaban en esa embarcación eran sin protección en la cabeza».

Parlamento gallego y Congreso instan a bajar al pecio para obtener pruebas

El Parlamento de Galicia acordó ayer por unanimidad instar a la Xunta a demandar del Gobierno de España una operación para localizar el pecio del Villa de Pitanxo y tomar imágenes de su estado y situación. Algo parecido se acordó en la Comisión de Agricultura del Congreso, a propuesta del PP: localizar el barco y analizar su situación para descubrir las causas del naufragio que provocó su hundimiento el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros de Terranova (Canadá), con 21 fallecidos. Solo que en este caso, la postura no fue unánime de todos los grupos. El PSOE, que apoyó la moción popular en Galicia, se abstuvo en la votación en el Congreso, algo incomprensible para los familiares.