El Parlamento Europeo apoya el fin de la venta de vehículos con motor de combustión para 2035

J. Carballo BRUSELAS / E. LA VOZ

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MONICA IRAGO

La intención es desechar la comercialización de cualquier utilitario diésel, gasolina y también tanto híbridos enchufables como los que cuentan con autonomía propia

23 ene 2023 . Actualizado a las 18:55 h.

Con 339 votos a favor, 249 en contra y 24 abstenciones, la Eurocámara en su sede de Estrasburgo apoyó prohibir la fabricación de nuevos coches y furgonetas que emitan CO2 a partir de 2035. Una propuesta de la Comisión Europea que ahora han refrendado los parlamentarios comunitarios en la que a partir de esa fecha todos los vehículos ligeros deberían ser a partir de entonces eléctricos. Esto es, desechando la comercialización de cualquier utilitario diésel, gasolina y también tanto híbridos enchufables como los que cuentan con autonomía propia.

«Es un alivio, me complace mucho el resultado» destacaba Jan Huitema, parlamentario de Renew y principal legislador de esta propuesta tras añadir que esta fecha era crucial «porque la vida media de los coches nuevos es de 15 años, por lo que una prohibición más tarde impediría que la UE tuviera emisiones netas cero en 2050», el año que Bruselas tiene marcado en el calendario para lograr alcanzar la neutralidad climática. Sin ir más lejos algunas marcas como Volvo y Ford ya apoyaron públicamente el plan de la UE para detener las ventas de coches de combustión para 2035. Otras como Volkswagen fueron más allá anunciando que dejarían de vender este tipo de vehículos entre 2033 y 2035.

Enmienda del PPE

Un veto a la comercialización de utilitarios por combustión que el Partido Popular Europeo (PPE), el grupo con mayor representación en el la Cámara comunitario quería suavizar apostando por reducir de un 100 a un 90% las emisiones de CO2 de los nuevos turismos para esa fecha y que finalmente no fue aprobada. El conservador Jens Giseke argumentó que «el final de los motores a combustión puede poner en riesgo 500.000 puestos de trabajo».

Sin movernos de la bancada popular el europarlamentario pontevedrés Francisco Millán Mon añadía su preocupación por el «potencial impacto» que esta decisión pudiera ocasionar «en la industria de la automoción gallega» al tiempo que resaltaba que no entendía que reducir a cero las emisiones para 2035 no tuviese «en cuenta algunos combustibles alternativos como biocarburantes y e-combustibles que pudiesen conseguir reducciones sustanciales a la vez que se mantienen la tecnología y los motores de combustión».

Por su parte, el eurodiputado socialista de Lalín, Nicolás González Casares, subrayaba que «incluir fueles sintéticos que por lo de ahora no existen y que deben dedicarse a aquellos sectores más difíciles de descarbonizar como la aviación o el sector marítimo» se daría inseguridad tanto a los fabricantes como al mercado. «Lo que se pretende es dar una certeza de que el en año 2035 pueda ser el fin de la venta de los coches con motores de combustión en Europa a esperas de lo que diga el Consejo» que es la tercera pata de la mesa y «podría rebajar un poco esta ambición» finalizaba.