El PP relaciona el giro en el Sáhara con el sabotaje del móvil de Sánchez

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Emilio Naranjo | EFE

Feijoo reclama al Gobierno «que nos aclare qué está pasando» con Argelia

09 jun 2022 . Actualizado a las 17:04 h.

La oposición y algunas de las formaciones políticas aliadas del Gobierno coinciden en que a Pedro Sánchez todavía le restan muchas cuestiones que aclarar sobre su cambio de posicionamiento respecto al Sáhara Occidental, y sugieren que este viraje que acabó desencadenando la ruptura con Argelia puede guardar relación con el espionaje al que fue sometido el teléfono móvil del presidente del Gobierno, un pinchazo sobre el que La Moncloa evita hablar de posibles responsables, pero sobre el que todas las pistas apuntan hacia Marruecos, ya que la intervención del dispositivo coincidió con los picos de mayor tensión entre Madrid y Rabat.

El vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, pidió este jueves a Pedro Sánchez que «aclare si la información privada robada de su móvil oficial condicionó su errática actuación en este caso», un «volantazo inexplicable» que está originando «humillantes consecuencias» para España.

Esta misma idea afloró en varias ocasiones durante el pleno de este miércoles en el que Sánchez compareció en el Congreso para ofrecer explicaciones sobre su cambio respecto al Sáhara. La portavoz del PP, Cuca Gamarra; el diputado de Navarra Suma Carlos García Adanero, y otros representantes sugirieron que el cambio podría estar motivado por la sustracción de información sensible. Pero el que resultó más claro fue el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que a la teoría de las fechas, también incorporó que los teléfonos saboteados habían sido los de los miembros del Gobierno más directamente afectados en la crisis, como el del propio presidente, el de Margarita Robles, como responsable de Defensa, el de Grande-Marlaska, titular de Interior,e incluso el de Luis Planas, actual ministro de Agricultura pero que en el pasado ejerció de embajador en Rabat. «La prueba del nueve», comentó Esteban.

Sánchez negó que la decisión de considerar el Sáhara Occidental una autonomía integrada en el reino de Marruecos guardase relación alguna con al hackeo de su terminal: «A diferencia de otros presidentes, no tengo ningún problema con mi móvil», comentó.

Constatada «una mentira»

En el principal partido de la oposición no acaban de creérselo. Fuentes próximas a la dirección del PP trasladan a este periódico que al menos «sí ha quedado constatada una mentira» por parte del Gobierno desde el estallido de la crisis, y es que a diferencia de lo que habían defendido en La Moncloa, el cambio de postura con el Sáhara Occidental no estaba tratado previamente con Argelia. Alberto Núñez Feijoo lamentó ayer la «enorme confusión» que existe sobre esta crisis con Argel, con declaraciones de «un miembro del Gobierno» diciendo que ni el suministro de gas ni el precio de la energía peligra, y «con otro miembro del mismo Gobierno» diciendo que sí. «Le pido al Gobierno argelino que distinga entre el Gobierno de España y el pueblo español», y que por tanto «no haga pagar» a los ciudadanos las consecuencias de una decisión (el giro de Sánchez con el Sáhara) en la que «la mayoría de partidos no hemos participado». Feijoo también pidió al Gobierno español «que nos aclare qué es lo que está pasando» y lamentó que no se les informara «de cuestiones tan fundamentales» en política Exterior.