El Banco de España recorta al 4,1 % el crecimiento este año por la guerra, y baja la inflación al 7,2 %

Redacción LA VOZ, AGENCIAS

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El director general de Economía y Estadística del Banco, Ángel Gavilán
El director general de Economía y Estadística del Banco, Ángel Gavilán LUIS TEJIDO | EFE

El tope al gas rebajará medio punto la inflación y un 17 % la factura regulada de la luz para diez millones de consumidores

10 jun 2022 . Actualizado a las 16:50 h.

El Banco de España ha recortado cuatro décimas su previsión para el crecimiento del producto interior bruto (PIB) este año, desde el 4,5 % hasta el 4,1 %, y ha rebajado sus estimaciones para la inflación media del 7,5 % al 7,2 %, como consecuencia del efecto esperado del mecanismo ibérico para limitar el precio del gas y abaratar la factura de la electricidad.

«El inicio de la guerra en Ucrania abrió un período de enorme incertidumbre, que, tres meses y medio más tarde, continúa sin disiparse», ha reconocido el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, quien ha advertido de que las proyecciones están sometidas a «riesgos significativos», orientados a la baja en el caso del crecimiento del PIB y al alza en el de la inflación.

En este sentido, y de cara a los próximos años, el organismo prevé un crecimiento del 2,8 % en el 2023, una décima menos de lo estimado en abril, y un alza del 2,6 % en el 2024, una décima más respecto a la previsión anterior.

El supervisor considera así que la senda de recuperación de la economía española, si no se sufren perturbaciones adicionales, es «robusta» y permitiría recuperar niveles prepandemia en la segunda parte del 2023. 

El PIB habría crecido menos de lo esperado, un 0,3 %, en el primer trimestre de este 2022 por el impacto de la guerra, la variante ómicron y la huelga de transportistas. Como resultado, el PIB se situó 3,4 puntos porcentuales por debajo de su nivel previo a la pandemia, cota que ya se había alcanzado en el conjunto del área del euro en el tramo final del 2021.

No obstante, la evolución para el segundo trimestre habría sido más positiva y el Banco de España sitúa el crecimiento en el 0,4 %, ya que los efectos del conflicto se están viendo paliados con medidas fiscales y regulatorias.

A corto plazo, el organismo anticipa que la guerra seguirá teniendo una incidencia notable sobre la actividad. No obstante, en un contexto en el que no se produzcan perturbaciones significativas adicionales, la actividad económica cobraría un mayor dinamismo a partir del tramo final de este año.

En cuanto a la evolución del empleo, la institución ha mejorado cinco décimas la previsión para este año, en el que espera una tasa media de paro del 13 %, que bajaría al 12,8 % en el 2023 y al 12,7 % en el 2024.

Mejora las previsiones de déficit y empeora las de deuda

De su lado, el organismo mejora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en el 4,6 % del PIB, frente al 5 % previamente estimado. Además hay mejores perspectivas también para los años 2023 y 2024, con tasas del 4,5 % y el 4,2 %, respectivamente.

En cambio, ha empeorado sus estimaciones para la deuda, tras situarla este año en el 114,9 % del PIB, frente al 112,6 % previsto anteriormente. De cara al 2023, alcanzará el 113,2 % del PIB, peor que la estimación previa del 112,8 %, y en el 2024, el 112,5 %, mejor que en las previsiones anteriores (113,5 %).

La inflación mejora

En cuanto a la inflación, el Banco de España ha rebajado del 7,5 % al 7,2 % la media prevista para este año. No obstante, las perspectivas empeoran para el 2023 y 2024, cuando se estiman tasas del 2,6 % y 1,8 %, respectivamente, superiores ambos casos.

A la caída de este año ayudaría el mecanismo ibérico para topar el gas, en vigor a partir del 14 de junio, que reduciría la inflación media en 0,5 puntos, y la factura regulada de la electricidad disminuirá en un 17 % para diez millones de consumidores.

De su lado, las estimaciones para la inflación subyacente (sin alimentos ni energía) son peores respecto a las previsiones de abril. En el 2022, el organismo prevé que se sitúe en el 3,2 %, frente al 2,8 % anterior, y caerá al 2,2 % en el 2023 y al 2 % en el 2024.

A la reducción de la tasa de inflación también contribuiría la prórroga hasta septiembre de las medidas ahora vigentes para contrarrestar las consecuencias del encarecimiento de la energía sobre las rentas de hogares empresas, que supondría una tasa general este 2022 unas tres décimas inferior a la del escenario central.